Los pensamientos son asociaciones mentales que tenemos hacia todo lo que nos rodean, son las impresiones que tenemos de las cosas, y en base a esas impresiones es que tomamos nuestras decisiones, y que nos hace reaccionar de una manera u otra. Pero esos pensamientos no andan a la deriva, ya que de eso no podría surgir algo que llamamos vida inteligente, así que por lo tanto siguen un orden, unas reglas, unas leyes, unos mecanismos. En nuestro artículo anterior hablamos de cómo hay unos mecanismos que distorsionan nuestros conceptos del bien y del mal, y hoy vamos a hablar de cómo operan los mecanismos mentales, y como distorsionan nuestras decisiones en la vida diaria.

  1. Nuestros pensamientos tienen una jerarquía y grupos.

En todos los aspectos de la vida hay un orden implícito. Si observamos por ejemplo la naturaleza, vemos que hay un reino mineral, uno vegetal, uno animal, uno humano y quién sabe si más para arriba hay otros reinos, porque así como animal no imagina ni comprende lo que está por encima de él, mucho menos nosotros lo que tenemos por encima. También vemos que todo en la naturaleza se organiza en grupos y especies. A nivel de una ciudad existen toda clase de tribus sociales que caracterizan una forma de pensar y de vivir.

Nuestros pensamientos están jerarquizados, las impresiones más recientes entran en un nivel bajo, y dependiendo de su relación con instintos de supervivencia, de protección, entonces dichos pensamientos van escalando a posiciones superiores hasta convertirse en paradigmas, patrones de conducta, que someterán a los demás pensamientos. Dichas impresiones se van adaptando a cientos grupos de pensamientos, y esos grupos de pensamientos parcializan nuestra forma de ver la realidad.

Por ejemplo usted es una persona muy confiada, y le presta a un amigo una gran cantidad de dinero, y este no se lo paga; entonces usted saca una nueva conclusión, de que no se debe de confiar en la gente. Ese nuevo pensamiento al estar tan relacionado con los instintos de supervivencia, tendrá más jerarquía a la hora de tomar una nueva decisión respecto a prestar dinero. Entre más impacto emocional tiene una experiencia, las conclusiones o el aprendizaje de ella, tendrá más importancia al decidir. Esto puede ser una desventaja, ya que nos guiamos más por los impactos emocionales que por la razón. Por otra parte, cada nueva experiencia que tenga, la va ir agrupando a esta emoción, y esto hará que su visión del mundo esté completamente sesgada, y vea las cosas como no son. De esto ya he hablado en más detalle en el artículo: el origen de nuestras decisiones y el conflicto que deja en la personalidad ciertas vivencias

  1. Los pensamientos son duales.

También vemos en la naturaleza la parte femenina y la masculina tanto en los sexos, como la diferenciación de un día y una noche, como en el polo positivo y negativo, etc. Del mismo modo tenemos dos hemisferios cerebrales, que uno es racional y otro es intuitivo.

Debido a esta dualidad, no hay un absolutismo en el pensamiento, si no que todo es relativo, todo tiene su lado positivo y negativo. Por ejemplo el ser muy racional le aparta de muchas cosas y oportunidades, pero al mismo tiempo no recibirá sorpresas desagradables. Una persona con una pasión o devoción puede hacer mucho por sí mismo y por los demás, como también mucho daño. Es decir que cada pensamiento es dual en sus efectos.

Alegría y tristeza, depresión y euforia, amor y odio, escepticismo y fanatismo, son polos de una misma emoción, y que varían de acuerdo a la persona. Se puede decir que estas emociones son muy normales en el ser humano, y nos pueden perjudicar cuando nos dejamos consumir por alguno de los extremos. Eso es muy perjudicial a la hora de tomar decisiones. Por ejemplo a usted por lo regular una persona no le cae bien y al mismo tiempo mal, usted no dice: “esta persona la odio; pero debo de reconocer que tiene sus virtudes”, cuando usted odia a alguien usted todo se lo ve negativo, y es ahí donde esta dualidad de pensamiento actúa en su contra, porque nadie es tan malo ni tan bueno. Analice todas sus decisiones y su forma de pensar y se dará dé cuenta de que es muy parcializada.

  1. Los pensamientos tienen unos patrones mentales.

Algo común que se ve en todos los aspectos, es una parte guía, una cabeza, un líder. Por ejemplo; en un país está el presidente, en una familia; lo padres, en un computador; la CPU, en los animales; un macho alfa, en el universo podemos asociarlo a una inteligencia superior, y en nuestro interior; el cerebro. Son entonces esos pensamientos líderes los que están moldeando nuestra vida, nos guían, y nosotros le obedecemos. Como cuando usted está enojado o enamorado de alguien, ese tipo de pensamiento lo domina a usted, porque están directamente relacionados con la supervivencia.

En una sociedad hay unos paradigmas que guían el comportamiento de una cultura. Nadie dentro de una cultura cuestiona la forma de pensar del sitio en que nació, damos por defecto de que todo está bien. El nazismo era un paradigma que guio el pensamientos de muchos y quienes fueron víctimas de ese paradigma, no lo cuestionaron. Existen cientos de paradigmas dentro de una sociedad. Ideas que puede estar completamente errada y que seguimos sin cuestionar. Que mejor para dominar a las masas que incluir una idea errada y que luego alguien las maneje a través de esa idea.

Lo mismo pasa en nuestros pensamientos, existen patrones de conducta de los cuales no somos conscientes. Estos patrones de conducta son conclusiones que sacamos en nuestra temprana e inmadura infancia, y por eso muchos de esos pensamientos son errados. Pero ahí están, guiando nuestra conducta, y haciéndonos cometer toda clase de errores. Solo un verdadero conocimiento que viene a través de la lectura consciente, puede hacer nacer ideas que en algún momento tumben esos patrones de conducta que rigen nuestra vida.

  1. Los pensamientos siguen el mismo orden. Adentro como afuera – Arriba como abajo.

Vemos entonces, que nuestro cerebro guía nuestro interior. Nuestras acciones, surgen de las ideas que se procesan en él. Y esos procesos al igual que en la naturaleza obedecen a un orden, normas o parámetros, muy similar a lo que sucede en un país, una familia, o en un computador.

La naturaleza parece proceder en un mismo orden siempre, debido a que todo nace del pensamiento, y si son los pensamientos que gobiernan nuestro comportamiento, entonces así tomamos las decisiones y así organizamos el mundo que nos rodea. Esos mecanismos mentales, son las encargadas de tomar esas impresiones y registros, y darles un orden, una función; del mismo modo de cómo sería la constitución en un país, o el código de un programa. El mismo orden que sigue nuestra psiquis, lo aplicamos a todo.

Es de aquí que viene el sentido común, el ser humano no necesita vivir todas las experiencias de todo el mundo y la existencia para aproximarse a la interpretación de cosas que están por encima, muy lejos o muy adentro de él, ya que todo sigue unos patrones. Por otra parte esa interpretación de la realidad siempre va a estar parcializada por las emociones, por el escaso conocimiento que tenemos de las cosas, y muchas veces ese sentido común puede sacar ideas equivocadas. Si aprendemos a desligar las emociones de la forma en que interpretamos lo que nos rodea, y si asumimos todo conocimiento sin tratar de unirlo a un grupo de ideas y paradigmas entonces seguramente podremos ver las cosas de una manera más real.

  1. Las ideas al igual que los individuos están unidas, forman un todo y afecta a todo.

Nuestros pensamientos; son tomados por el cerebro como elementos, individuos, de un conjunto. Así como en un país hay ciudadanos, en las matemáticas están los números, y en un libro; las letras; en nuestra psiquis están los pensamientos. Nuestras redes neuronales hacen que esos conjuntos de pensamientos en algún momento se relacionen y se unan para formar una idea, del mismo modo que las letras se unen para formar una oración. Hoy en día todos nos unimos con todos a través del internet, no importa la distancia. Y quien sabe si también estemos unidos a través de algún tipo de red, con aspectos desconocidos de la existencia, y de las personas, que al momento no seamos capaces de interpretar o no hemos descubierto. Hace algunos años pensar que no podíamos comunicar y ver con alguien al instante era una idea imposible, y hoy en día es del más normal.

Cada individuo de un conjunto está relacionado de alguna manera entre sí. De alguna manera nuestras acciones afectan el conjunto y el conjunto afecta nuestras acciones. Nuestra cultura nos moldea y nos afecta nuestro comportamiento, y nuestras acciones afectan la cultura, y por eso es que no hay alguien que se pueda aislar de los efectos del ambiente en que vive. Dentro de ese conjunto que es un todo, cada individuo forma parte de un organismo más grande y cumple una función. Del mismo modo que cada órgano en el cuerpo cumple una labor, así mismo un individuo en una sociedad. Si alguien deja de cumplir su función, entonces la sociedad se ve muy afectada. Todos servimos para algo, y deberíamos hacer las cosas que se nos encomienda o que nos hemos propuesto de la mejor manera, no pensando solo en nuestro beneficio personal, si no en la forma en que eso afecta al entorno, que a la larga nos afectará a nosotros. Debemos trascender nuestra naturaleza egoísta. Ya hemos hablado más al respecto en nuestro artículo: “Somos egoístas por naturaleza”

En el mundo de las ideas, sucede algo parecido, todas están relacionadas. Alguien en algún momento se puso a reflexionar acerca de algo, saco unas conclusiones, las compartió con otros, y los que estaban de acuerdo hicieron valer esa idea sobre las demás, esas ideas sirven en conjunto ayudan a otras ideas a transformar el mundo como unidad. Del mismo modo que se toman las letras de un libro para armar una oración, del mismo modo que el cerebro toma ciertas impresiones de las neuronas para armar una decisión, deberíamos aprender a tomar las ideas de otros, sin importar el tiempo, ni el lugar en que nacieron, para armar mejores argumentos con los cuales tomar mejores decisiones y enfrentar el mundo, y no fanatizar ni satanizar ideas. Debemos aprender a usar las ideas de manera inteligente. He hablado en más detalle en el artículo: 7 ideas relacionadas con lainteligencia que debemos desarrollar.

Conclusión

Es importante conocer los mecanismos que rigen los pensamientos y los paradigmas, porque todo surge del pensamiento tanto en nuestra conducta, como en la forma que organizamos lo que nos rodea. La consciencia de dichos mecanismos nos hace más conscientes.

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