Si hay algo de lo que más estamos repletos como seres humanos, son los temores.  Hay cientos de ellos en nuestro interior, y de los cuales no imaginamos como pueden estar perjudicando nuestra vida.

Cuando alguien nos habla de temores lo primero que se nos viene a la cabeza, es el temor a las arañas, el temor a que nos roben, pero es mucho más que eso. Hay muchos temores de los que no somos conscientes y que pueden estar detrás de muchos de los conflictos en nuestra vida, como lo son el temor al fracaso, el temor al qué dirán, el temor a los cambios. El temor a equivocarnos es algo muy natural y puede ser un mecanismo que nos ayuda a no meternos en problemas, pero al no ser consciente en que momentos funciona y en qué medida es aplicado, entonces termina por convertirse en un problema.

El temor a equivocarnos puede volvernos inseguros, sin capacidad para tomar decisiones, y además evita el libre fluir de nuestra personalidad.  Esto puede hacer que en nuestra vida terminemos solos, sin progresar, y en una rutina interminable.

Porque nos da miedo equivocarnos

El sufrir las consecuencias de nuestros actos es natural, las cosas mal hechas traen conflictos y las bien hechas una recompensa.  Estamos de acuerdo que nadie posee toda la sabiduría como para medir el curso de sus actos, somos unos infantes en el largo camino de la vida y por eso nuestra tendencia a equivocarnos es mayor, por lo tanto son más los golpes que recibimos.

En nuestro subconsciente se ha forjado una reacción frente a aquello que nos lastimo.  La mayoría de nuestra vida nos la pasamos evitando cosas que potencialmente creemos que nos pueden hacer daño.  El problema es que esto es desmedido, y nos apartamos de todo lo que nos haya producido dolor.

A veces la soledad no es más que una medida subconsciente para evitar el dolor que se siente ante el engaño o el desprecio de alguien.  Es decir que podemos sentir muchas ganas de tener una relación, pero cuando nos estamos entusiasmando, entonces subconscientemente generamos un problema para que nos aleje de esa relación y así evitar que nos lastimen de nuevo.  Luego de manera inocente nos preguntamos ¿porque estamos solos?

El dolor como una medida natural.

Si miramos nuestro cuerpo, vemos como este reacciona ante aquello que represente un potencial peligro y de esta manera evita que el mal siga avanzando sobre sí.  Si por ejemplo nos damos un golpe, entonces el dolor es una señal que nos advierte de que algo anda mal y que debemos tomar medidas. Si nos comemos una comida descompuesta, o si comemos en exceso, entonces el cuerpo reacciona con una indigestión.

Igual sucede con nuestra vida, todo síntoma de dolor no es más que una señal de que algo anda mal, y que hay que corregir para que no nos siga afectando. Si por ejemplo tenemos una relación y siempre nos engañan, entonces ese conflicto y ese dolor, es una señal de que debemos reflexionar para corregir. Pero debido a nuestra tendencia a no enfrentar la vida, entonces preferimos huir y no volver a tener una relación.  Lo mismo puede suceder detrás de la falta de empleo, de amigos, de situaciones nuevas.

Aunque hay que tener cuidado que hay dolores inventados, y el cerebro los genera y atrae lo que nos lastima; pero eso es otro tema largo que trataremos más adelante.

4 conclusiones equivocadas por el miedo a equivocarnos.

Para  evitar castigo, dolores y burlas hemos sacado unas conclusiones las cuales a falta de consciencia de estas, suelen volverse exageradas, y de este modo lo que hacemos es atraer más tragedias a nuestra vida. Miremos algunas de esas conclusiones erradas.

1. Debo dejarme arrastrar por lo que todo el mundo dice.

No siempre la opinión de la mayoría es la más acertada. En nuestra cultura y sociedad pueden existir cientos de paradigmas equivocados, los cuales han sido heredados de nuestros antepasados, que en la mayoría de los casos vivían más equivocados que nosotros.  Eso sin contar las manipulaciones que hacen ciertos medios que tienen el poder, el cual deben inventar ciertas costumbres y creencias con el único fin de conservar su poder.

Solemos copiar las actitudes de quienes admiramos o que gozan de cierto prestigio en nuestro círculo social. En nuestro subconsciente hay un impulso por imitar algo que se considere que es exitoso. De este modo copiamos conductas, sin reflexionar que tan conveniente es para nuestra vida. Podemos tener nuestras propias características y propósitos; pero estas suelen ser guardadas para adaptarnos al entorno. Por eso es que es tan difícil sobresalir en ambientes violentos y conformistas. En un ambiente violento el más sanguinario goza de más prestigio y por eso muchos tratan de imitarle. Debemos revisar en nuestro ambiente, a quienes hemos copiado.

2. Debo buscar la perfección y saberlo todo, si lo logro; no volveré a sufrir.

El ser mejores cada día para evitar tropiezos es un impulso natural, que garantiza el progreso de una especie. De eso se trata la evolución.  Nosotros somos mejores que los animales, y seguramente los que aparezcan dentro de algunos cientos de años sean mucho mejores que nosotros.  Aunque realmente no sabemos si ya existen seres superiores a nosotros.  Seguramente ni el más listo de los seres humanos pueda explicar algo superior a su nivel de entendimiento, y mucho menos haya quienes le entiendan, y es por eso que surgen tantas teorías al respecto.

El hecho es que buscar ser mejor está bien, pero debido a muchos golpes que hemos recibido, podemos en casos extremos sacar la conclusión de que si nos volvemos perfectos, todo será felicidad. De ahí esa desesperación subconsciente por querer saberlo todo, y también esa moral rígida y el querer que todo salga perfecto.  Desafortunadamente el nivel de presión y exigencia que se genera es tan grande, que generalmente suele quebrar la voluntad, y una persona así, suele terminar con muchos más problemas.

Nos cuesta mucho trabajo entender que nos falta mucho por aprender, y por hacer.  En el largo camino de la vida y de la existencia; somos como unos niños que apenas estamos en primaria.  Así que no hay afán, la vida no es algo que se deba tomar con desespero.

3. Hay que abarcar muchas cosas.

El abarcar cosas que no somos capaces de manejar, es uno de los factores que más produce conflictos en nuestra vida. Debemos aceptar que hay cosas que por el momento no estamos preparados para manejar, que hay cosas que no somos capaces de entender.

Todos seguramente conocemos personas que criticamos de superficiales, pero es esa misma simplicidad la que en muchos casos les puede dar felicidad.  Miremos el caso de muchas personas llenas de conocimientos y reflexiones acerca de la vida, las cuales suelen ser personas complicadas y llenas de conflictos. Esto nos enseña de que hay que tomar las cosas con calma, aunque obviamente sin olvidarnos de mejorar.

4. Debo tener una moral intachable.

En esa búsqueda de la perfección muchos optan por seguir rígidamente lo que la buena moral y costumbres de la sociedad dictan. Haciendo todo lo bueno y correcto se suele pensar inconscientemente de que no habrá castigo, que no habrá dolor.  Eso ciertamente genera un nivel de presión interna muy grande, un miedo a caer en las cosas pecaminosas y que implican castigo, y también un grado de intolerancia grande con respecto a las fragilidades y posturas de los demás.
Si bien es cierto que tener unos principios y una moral, ayuda a tener un nivel de orden en una sociedad, en otros casos se vuelve un problema si se asume en extremo.  Con el tiempo esta postura rígida se vuelve una carga muy grande para sí mismo. Además el convertirse en ese dedo que señala a los demás, lo vuelve impopular.  Pero esto lo recubre con generar una especie de orgullo inconsciente, en la que el mismo se ve como superior, y esto le da cierto grado de confianza que lo sostiene ante el caos que pueda ser su vida. Con el tiempo esto se puede convertir en el punto de inicio de un círculo vicioso, en donde cada vez serán mayores las exigencias, que a la final puede convertirse en auto-flagelos.

 

Como superar el miedo a equivocarse.

1. Hacer cosas cuyas consecuencias puede manejar.

Como lo venía diciendo, hay conocimientos que no estamos preparados para manejar, hay habilidades que no somos capaces de desarrollar.  Seguramente los que leen este artículo alguna vez han leído libros de superación personal, en la que inculcan que siguiendo ciertos parámetros los llevaran al éxito, entonces de este modo empiezan a exigirse cosas que no tienen ni el talento ni la capacidad para desarrollar.  Esto no quiere decir que la persona no tenga talento, ya que nuestros talentos pueden estar en otras cosas de las que no somos conscientes.

El hecho de que alguien nos diga que cierta cosa nos lleva al éxito, no quiere decir que sea así, ya que eso pudo funcionar para él, pero no quiere decir que eso nos vaya a funcionar a nosotros.  Lo mismo sucede cuando tenemos cierta clase de conocimiento que tratamos de inculcar a otros, el presionarlos para que entiendan lo que nosotros entendemos, lo que puede hacer es que la persona termine confundida.  Lo mejor entonces es que cada cual camine a su ritmo. Esto se aplica a la hora de elegir una carrera, a la hora de elegir un trabajo, a la hora de elegir una pareja, e incluso a la hora de leer un libro.  Debemos elegir nuestra medida, ni más, ni menos. Halle algo en lo que se sienta cómodo, no tensionado.

Cuando realizamos cosas que somos capaces de hacer, cuando nos encontramos en ambientes en los que somos capaces de desenvolvernos, entonces nos sentimos seguros, y es a partir de esa confianza que poco a poco nos atrevemos a cosas más grandes. Al disminuir el número de tropiezos, disminuirá el temor a equivocarnos.

2. Hacer algo de lo que se sienta orgulloso y que ayude a los demás.

No con esto quiere decir que deba tener como propósito encontrar la cura a alguna enfermedad, o encontrar la solución al hambre en el mundo. Todo debe ser medido según nuestra capacidad. Lo importante es que eso que hagamos nos genere cierto beneficio y satisfacción.

Supongamos que trabajamos en una empresa de atención al cliente, si hacemos bien nuestro trabajo, no solo en la empresa nos valorarán por lo que hacemos, si no que a quienes atendemos se sentirán satisfechos por nuestra labor (No hay nada peor que ir a un sitio a que lo atiendan mal). Esa sola labor, hará que muchas cosas de nuestra vida marchen bien

A lo largo de nuestra vida hemos conocido muchas personas con muchos defectos y cosas para señalarles, pero con una gran virtud. Esa sola virtud es la que hace que le toleremos, que le perdonemos y que le admiremos.  Esa admiración hace que la persona se llene de confianza, y no le dé temor de ser como es, e incluso es poco lo que piensa en las equivocaciones.

Si nosotros no tenemos algo que nos de confianza, entonces no tendremos algo que nos sirva de soporte, cuando todo falle. Por ejemplo, supongamos que usted vive en una ciudad, en donde es el único que sabe inglés, y trabaja en un pequeña empresa donde tiene mucho contacto con extranjeros.  Usted se ha convertido en una pieza invaluable para la empresa, y este mismo hecho le da ciertos privilegios, incluso usted puede llegar tarde, alzarle la voz al jefe y aun así seguiría siendo tratado con privilegios.

Lo que quiero decir, es que no se trata de convertirnos en súper empleados exitosos, si no que hagamos lo que nos corresponde bien hecho, de tal manera que este sea un soporte que nos cubra otras fallas. Cuando hacemos algo que nos hace sentir orgullosos y ayuda a los demás, entonces hemos cumplido con nosotros mismos y hemos retribuido lo que recibimos de los demás, y esto nos da mucha confianza.

3. Ser mejor cada día por ti mismo y  no por una especie de temor.

Cuando lo que nos impulsa a ser mejor cada día es el temor al castigo a no equivocarnos para no sufrir, entonces inconscientemente este temor se vuelve un verdugo que nos presiona,  que nos castiga si hacemos las cosas mal. Obviamente estamos hablando de mecanismos subconscientes, en la que una parte de nosotros se enfrenta a otra parte.

Lo que nos debe a motivar a ser mejor, es el de querer disfrutar de mejores cosas, así iremos recibiendo recompensa conforme avanzamos y viviremos motivados.  De este modo, no tendremos algo que nos esté presionando, que nos esté generando miedo, y nos de inseguridad.
Cuando lo que nos ayuda a crecer es la motivación y no el temor a equivocarnos, entonces sentiremos confianza para avanzar.   Debemos identificar, una meta, un sueño, algo que nos motive y enfocarnos en ello.

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