Todo en la vida es un dar y recibir, forma parte diaria de las relaciones personales, pero el equilibrio que debería tener esto, cada rato es desbalanceado, generando deudas que terminan por romper la armonía en las relaciones. Por otra parte, no lo suelo decir mucho, pero debería decirlo en cada artículo, y es que no hay que ser tan radical en las cosas, y en todos los aspectos hay excepciones.
Sobre cómo se mueven todos estos temas a nivel subconsciente es de lo que hablaremos hoy.
El cerebro busca sobrevivir, en todo acto busca un beneficio
Ya sabemos que el cerebro tiene como propósito principal sobrevivir, en esa lucha el cerebro utiliza una cantidad de recursos que debe conservar e invertir de la mejor manera. De los principales recursos con los que cuenta el hombre es el tiempo y energía. Ese tiempo y energía los invierte en la búsqueda del placer, del bienestar, de cosas que le generan provecho. El cerebro no hace un esfuerzo grande para simplemente obtener nada.
El tiempo y la energía se parecen al dinero, cuesta mucho conseguirlo y cuesta mucho regalarlo. Nadie trabaja un mes entero para luego entregarlo como si nada. Muchos de los placeres de la vida, un lugar seguro y cómodo para vivir, una calidad de alimentación, te las da el dinero. De manera instintiva los seres humanos queremos mayores niveles de bienestar. Si el tiempo y la energía que inviertes en una actividad es para obtener dinero que te dará esos bienestares, entonces estamos hablando que a la larga de manera subconsciente utilizamos nuestro tiempo y nuestros esfuerzos en cosas que nos deje un beneficio.
En la vida, todos los seres humanos estamos llenos de limitaciones, de carencias emocionales, nuestra mente está llena de cosas que desea obtener, y para lograrlo debemos invertir algo de tiempo y energía. Esa energía en el sentido estricto de la palabra es la voluntad. Todo acto cuesta un esfuerzo, y muchas veces obtener todas las cosas que queremos requieren demasiada voluntad, la cual no siempre está disponible y no termínanos de lograr las cosa que queremos. Si la voluntad es tan difícil de obtener, entonces a nivel evolutivo, no es beneficioso para el cerebro hacer grandes esfuerzos para obtener nada. El cerebro a través de cada acto maneja intenciones ocultas para obtener algo.
Llevando un equilibrio de las necesidades a nivel material, emocional y mental
Hablemos de 3 tipos de necesidades que debemos satisfacer. Una son las necesidades materiales de comodidad, alimentación y seguridad que se obtienen con el dinero. Luego están las necesidades emocionales, que se obtienen a partir de invertir nuestras emociones, de sabernos relacionar, de tener empatía. Finalmente están las necesidades mentales de sorprenderse y aprender, para lo cual debemos conocer cosas nuevas. Una persona puede incluso llegar a vivir sin satisfacer sus necesidades emocionales, mal vivido, pero sobrevivirá, lo que no puede hacer es vivir sin satisfacer sus necesidades materiales. Una persona puede vivir sin amor, pero no sin alimento, y por tanto muchas veces debe de sacrificar las necesidades emocionales para poder satisfacer las necesidades materiales.
Muy pocas veces hay personas que nacen o logran una satisfacción de sus necesidades materiales, que puedan invertir su tiempo y energía en satisfacer sus necesidades emocionales. Una persona con hambre vive buscando dinero, mientras que una persona con necesidades emocionales vive buscando afecto, llama la atención, necesita que le digan que es importante. Ahora bien, son muy pocos los que llegan al siguiente nivel, aquellos que tienen llenas sus necesidades materiales y emocionales, y pueden satisfacer sus necesidades mentales de conocer cosas nuevas, de salir de la rutina, de sorprenderse y aprender.
Estos 3 tipos de necesidades necesitan tiempo y energía. La energía también tiene forma de emociones, nadie invierte sus sentimientos sino va a recibir sentimientos, nadie ama para ser ignorado. La energía también toma forma de pensamientos, nadie escucha un discurso sino cree que va a aprender algo. Todas estas cosas toman tiempo, el tiempo que no tiene aquel lleno de carencias y que debe de invertir sabiamente para salir de las situaciones difíciles en que pueda estar. Por otra parte, la energía, se va con cualquier tipo de actividad, y que se desperdicia tan fácilmente en cosas sin importancia, que las personas no tienen fuerza de voluntad y constancia para lograr lo que deben de lograr.
Nada es gratis, todo es un dar y recibir
Es que es tan sencillo de entender, nadie saluda para no ser saludado. Imagine usted sonreír y que el otro no le sonría. Todos siempre esperamos algo a cambio. Nadie se acerca desinteresadamente a otra persona. Nos acercamos a otros así sea porque nos hace reír, de esa manera satisface nuestras necesidades emocionales de alegría, nos acercamos a otros porque es alguien empático, nos dice cosas que también hacemos y eso nos hace sentir seguros, o porque es una persona que nos sabe escuchar y nos hace sentir importantes y por tanto satisface nuestras necesidades de atención.
Muchos podrán sentir escandalo al escuchar esto, pero este blog se llama “descubre subconsciente”, es obvio que en su mente consciente no dice: “me voy a acercar a esta persona para satisfacer mis necesidades emocionales”. Todo esto que describo son actividades del subconsciente, son mecanismos del cerebro, son programaciones que vienen en nuestros genes, en nuestra especie. Con esto tampoco quiero decir que el que te sonría es porque busca algo de ti (bueno, la verdad sí), pero no es algo que se haga conscientemente, forma parte de nuestra cultura y nos relacionamos con los demás, no solo por necesidad sino por costumbre y forma de vida.
Hay que desconfiar de aquellas personas que se acercan, ponen mucho empeño en acerté sentir bien, en darte cosas, porque tienen intenciones ocultas.
Las personas que te roban tu tiempo, tu libertad
Hay personas con tantas necesidades, que no son capaces de satisfacerlas invirtiendo su tiempo y energía, que sencillamente roban cosas. No solo te roban dinero, también te roban tiempo, te roban tu atención, te roban tu voluntad, te roban tu libertad. Una persona con muchas carencias emocionales, te deja seco emocionalmente, te quita tu individualidad.
Entonces en una relación esa persona te hace sentir mal porque no le dedicas suficiente tiempo, porque no le consultaste algo, porque haces algo que no le gusta a él o ella. Todo gira en torno a esa persona. Aquí entramos casi todos, porque todos estamos jodidos a nivel emocional, la mayoría crecimos en medio de unos traumas y complejos que es difícil no ser ladrones emocionales. Los conflictos de los padres, el bullying de la escuela, la falta de empleo, etc.
Por eso fracasan las relaciones, todos entran con mucha disposición para recibir, pero con muy poco para dar. Normalmente la solución en estos casos donde el otro te roba es dejarle y buscar a otra persona, pero como ambos están tan necesitados, entonces el abusado acepta la situación porque le da miedo perder a la otra persona y de pronto no encontrar algo mejor. En otras circunstancias acepta ese tipo de abuso porque es tan insegura que no sabe decir que no, tiene poca confianza en sí mismo, que piensa que es el culpable de la situación.
En medio de tantas necesidades y carencias es normal que nos acerquemos a otros buscando algo, les contamos nuestras historias, les pedimos favores, y finalmente no les retribuimos nada. No parece así, ya que estamos tan centrados en nosotros mismos, que no caemos en cuenta de las necesidades de otros y por tanto las ignoramos y siempre estamos pensando en lo que otros nos deben dar. Entonces por ejemplo al hablar, no le escuchamos, pero si exigimos que nos escuchen. Por otra parte, como los otros también tienen necesidades, entonces también nos roban, nos hace perder tiempo, nos quitan espacio, y finalmente cada cual toma lo suyo, y hace sentir incomodo al otro.
Filosofías de los cojones
No soy español, pero creo que esa palabra representa muy bien lo que son muchas filosofías. El ser humano en medio de todas sus carencias, busca soluciones que no impliquen esfuerzos y se acerca a todo tipo de filosofías que prometen maravillas, que ofrecen soluciones “gratis”, no te piden dinero, pero te piden algo mucho más valioso, tu voluntad, tu libertad. Entonces te obligan a escuchar y aceptar lo que tienen que decir, y eso que dicen gradualmente te va involucrando en cosas, que te va obligando a hacer cosas que nunca hubieras hecho.
Muchas de estas filosofías de los cojones, promueven el desprecio hacia el dinero, para que así la persona siga necesitada, y se aferre con mucha más fuerzas a estas “filosofías espirituales”. También generan todo tipo de tipo de normas morales, respecto a la sexualidad, a la forma de vestir, a las relaciones, que no tienen nada que ver con el progreso y evolución de la persona y también de la especie. Al fin y al cabo, la sexualidad es algo muy difícil de manejar y que mejor manera de manipular a alguien que crear personas traumadas e insatisfechas. También se proclaman como la verdad y todo lo demás es mentiras. Esto tiene por objetivo mantener a la persona ignorante de otro tipo de realidades. Estamos todos de acuerdo que la mejor manera de manipular a alguien es que dicha persona tenga necesidades económicas, sexuales, emocionales y conceptuales.
Eso no quiere decir todas las filosofías sean malas en todo, los que leen mi blog saben que de tener una religión sería budista, misma filosofía que promueve que la materia es temporal y que el origen del sufrimiento es el apego a este mundo que se nos presenta como ilusión de los sentidos que nos distrae de lo fundamental. Cosa que no es más que la pura verdad, pero que hay analizar todo con un trasfondo más profundo. No hay que ser tan fanático de aceptar o rechazar vehementemente una cosa, hay que aprender a tomar lo bueno y rechazar lo malo de algo. En mi caso del budismo acepto su filosofía acerca del dominio de la voluntad, pero no acepto la renuncia a los placeres de los sentidos. Lo cual ciertamente implica unas consecuencias que el budismo ilustra muy bien, pero de las cuales también soy consciente.
Aprender a dar, aprender a respetar el tiempo de otros
Hay que dejar de robar a otros, tanto a nivel emocional como material, y esto se logra entra a una relación no con el propósito de recibir sino con la intención de dar. A quien le molesta tener a su lado una persona estable económicamente, segura, que sabe escuchar, que te hace reír, que te da unos buenos masajes, en fin. Nadie se molesta con una persona así, el secreto de una buena relación es que ambas personas tengan mucho para dar y no mucho para quitar.
Como todos estamos llenos de carencias, entonces debes ser consciente de las situaciones en las que robas a otros sin darte de cuenta. Aprende a respetar el espacio personal de otros, a que tengan su privacidad. Aprende a respetar el tiempo, no obligues al otros a escucharte, así sea que se haga el que está poniendo atención. Irrespetas el tiempo de otro cuando dices que a las 3 y llegas a las 4, ese tiempo valioso que la otra persona perdió por esperarte a ti como se lo vas a pagar. No le quites la voluntad a otros obligándolos a hacer cosas que no quieren. No compres favores, no entregues cosas que nadie está pidiendo para luego cobrar algo que tú quieres en base a ello.
Cuando entregues algo, entrega por mérito, si tienes algo valioso, haz que las personas se esfuercen por obtenerlo. De esta manera estas respetando al otro, le has dado algo por lo que han trabajado y no te deberán nada, mientras que si le das algo por lo cual no han luchado, entonces te deberán algo, y tendrás el derecho de más adelante reclamar ese favor. No hagas eso, dales la libertad a las personas y que no te deban nada, haz que se esfuercen ahora por obtener algo de ti. El verdadero afecto desinteresado no existe en un inicio, este solo se logra con el tiempo, en la que los individuos han atravesado por muchas situaciones.