“No puede existir humo sin algo de fuego”. Dion Fortune
Los más fuertes patrones de conducta en nuestra personalidad, tienen su origen en nuestras creencias religiosas, en nuestra relación con el universo. Es a partir de lo que un hombre cree, que basa toda su conducta y personalidad. En este artículo descubrirás como se armaron las antiguas mitologías y creencias.
Porque existe en nuestra mente la tendencia a adorar algo.
Los seres humanos tenemos una tendencia a adorar todo lo que nos genera admiración. Podemos demostrarlo muy fácilmente con historias muy recientes que nos ilustran esto de la admiración. Por ejemplo: La religión Maradoniana; en las cuales adoran al jugador de futbol Maradona, que muchos admiramos por sus dotes futbolísticas. También está la religión Jedi, basada en la película de la guerra de las galaxias y que muchos fanáticos se la tomaron muy en serio.
Esta admiración la podemos extender al culto y a la pasión que generan ciertos artista, clubes deportivos y hasta grupos políticos; en las cuales somos capaces de agredir a otros que piensen diferente. No es entonces de extrañar que de esta forma hayan surgido las religiones. Algunos adoraron al cielo, otros a la naturaleza, otros a sus antepasados, y otros a grandes hombres. Aquello que nos genera admiración es muy parecido a la sensación de enamorarse de alguien; lo idealizamos tanto, nos parece tan maravilloso, que terminamos sometiéndonos a su voluntad.
Nuestra necesidad emocional de tener algo fuerte que nos proteja.
En los asuntos cotidianos nos vemos enfrentados a situaciones muchas veces más fuertes que nosotros. Ante esa sensación de impotencia, es necesario creer que existe algo superior a nosotros que puede llegar a salvarnos. Esa confianza que pueda llegar a generar ese algo superior y más fuerte, hace que sintamos que podemos superar algo que sobrepasa nuestras fuerzas, hace que nos sintamos con alientos para seguir viviendo y enfrentado tantas cosas imprevistas, y que nos causan temor. El temor a la muerte, a la pérdida de un familiar, a la pérdida del empleo, es algo que a muchos puede llevar a una crisis si no tuvieran algo en que creer.
Porque necesitamos historias fantásticas.
Los acontecimiento por sí mismo, poco o nada tienen algo de interesante. Solo es la fuerza de la narrativa, la que hace que acontecimientos sencillos cobren vida y se vuelvan mágicos. Esto lo vemos muy comúnmente al hablar con nuestros amigos, en las cuales, para contar nuestras cotidianas historias, convertimos en hazaña cualquier acontecimiento. La razón de esto, es que solo ponemos atención a aquello que represente algún tipo de emoción, que nos aleje de nuestra rutina. Nadie le pondría atención a una historia común, y es por eso que aquellos que las cuentan siempre le colocan un toque fantástico. Con el tiempo la hazaña común se vuelve leyenda, y la leyenda termina siendo un mito. Es muy común que a medida que pasan los años cada cual le agregue algo nuevo. Si esto sucede cuando nos cuentan algo que acaba de suceder, ¿porque no habría de suceder con cosas que llevan cientos de años transcurridas en lejanos sitios?. La mejor manera de ilustrar esto, fue lo que paso con la leyenda del Rey Arturo, la cual está rodeada de una cantidad de misterios.
Una manera muy sana de dominar a los demás
De seguro a muchos de nosotros, y sobre todo a los de más edad, nos asustaban con el cuento del coco, para que nos portáramos bien. Ahora pongámonos en la posición de un gobernante que debe velar por la seguridad de su gente, protegerlo de las amenazas de otros pueblos, y hacer que sigan sus mandatos para que todos puedan sobrevivir. Nadie le hace caso a cualquier tipo, eso lo vemos muy a diario en nuestras vidas. Solo somos capaces de obedecer a alguien que admiramos o tiene más poder que nosotros. Pues igual pasaba hace miles de años, y el rey era considerado un dios, o existían quienes transmitían las voluntades de los dioses. Entonces ese pueblo rebelde, egoísta e ignorante; obedecía. Porque pensemos una cosa, si hoy en día es tan difícil manejarnos en una sociedad tan avanzada, en las cuales todos somos educados, tenemos tantas leyes e instituciones; entonces ¿qué pasaría hace cientos de años cuando ni siquiera sabían leer?.
QUIENES ERAN LOS ANTIGUOS DIOSES
El culto a la naturaleza y al hombre.
En una extensión grande de tiempo, como el que llevamos viviendo, han surgido en diversas culturas, muchos tipos de culto. En los antiguos tiempo no había muchas cosas que nos pudiera generar admiración. Por eso los fenómenos de la naturaleza, los animales y las lejanas estrellas, vinieron a representar aquello superior.
Vemos que en ciertas culturas, algunas de sus divinidades eran asociadas a animales. En Egipto tenemos al cocodrilo Seth, y al chacal Anubis, que eran animales de la zona. En la India tenemos al elefante Ganesha, y a la vaca sagrada, que eran animales con los que convivían a diario. También hubo adoración a ciertos hombres excelsos como krishna, Confucio, Zoroastro, Gautama Buda, etc. Los cuales dejaron un gran legado de sabiduría en sus respectivos pueblos. Ya en otras culturas todo fue muy variado. Los celtas adoraban a las criaturas del bosque, los mayas al sol, los japoneses a los antepasados, etc.
Los extraterrestres
Esta es una teoría con bastante fuerza, dado los avances en la tecnología y el descubrimiento de agua en otros planetas. Es probable que en lejanos rincones de otras galaxias pudieran crear tecnologías avanzadas, y al explorar otros planetas se encontraron con culturas muy primitivas y salvajes, las cuales, al ver algo extraordinario que viene del cielo, los tomarían como sus dioses. Estos extraterrestres pudieron haber enseñado algo a estas culturas primitivas, y eso explica porque en una civilización tan antigua como la Sumeria (4.500 A.C aprox.), tuvieran tantos avances como por ejemplo la astronomía, que solo se desarrollo alrededor de 1500 D.C. Aprox.
Los atlantes
Estos seres fueron por primera vez mencionados en los libros de Platón. Los atlantes eran los habitantes de un antiguo continente llamada la Atlántida. Se dice que los atlantes eran una raza que existió antes que nosotros; los llamados Arios (Casualmente los antiguos Persas se le llamaban Arios, Hitler creía que era descendiente de los arios). Después de los cataclismos que sumergieran dicho continente, los sobrevivientes se asentarían en el norte de áfrica, donde se mezclarían con esas primitivas culturas, dejándole como legado su ciencia y su religión, las cuales luego se extendería a otras regiones. Esta es una teoría igualmente valida, dado que es algo que puede suceder con mucha facilidad y además explicaría el misterio de las pirámides.
Las religiones Monoteístas
Las religiones monoteístas como los musulmanes, el Cristianismo, los judíos y el Zoroastrismo, basan su creencia en un solo Dios verdadero. Siendo el Zoroastrianismo la más antigua de todas. Esta religión surgiría en la antigua Persia (actual Irán, antiguos Arios).
Estas religiones son muy similares. Por ejemplo: En todas hay un ser divino y bueno que reina en los cielos, y en todas hay una parte mala y demoniaca que reina en los infiernos. Pero estas similitudes tienen una explicación. Consideremos a Abraham de donde surgen muchas de estas religiones. El salió de Ur de Caldea (Actual Irak – antigua Sumeria), el cual por su proximidad a Persia (actual Irán) pudo haber aprendido estos conceptos monoteístas que fueron dejados por Zoroastro.
Además muchas de los relatos que aparecen en el antiguo testamento, corresponden a textos encontrados en las culturas sumerias, el más conocido de ellos es la del Arca de Noe, que apareció en un antiguo texto sumerio. Abraham con su esposa Sara es el padre de los judios, y Abraham con su esclava Agar es el padre de los musulmanes. Respecto a los cristianos, es la misma Creencia que los Judíos, solo que además se reconoce a Jesús como el hijo de Dios.
Los panteones de las antiguas mitologías
La biblia en el antiguo testamento está lleno de muchas referencias a múltiples dioses. Hay una parte que dice: “Ahora el hombre se ha vuelto como uno de nosotros”. Además Elohim quiere decir dioses. Y sabemos que los relatos del Génesis son viejas leyendas sumerias. Puede suceder que estos quizás venidos de otros planetas, o tal vez los atlantes (sobrevivientes de una anterior cultura), habitaran la primitiva sumeria.
Las religiones politeístas y todos estos panteones antiguos, podemos decir que el origen está en sumeria, ya que todos sus dioses fueron heredados por la cultura griega, pero con diferentes nombres. Luego los romanos al conquistar a los griegos, heredarían toda su cultura y sus dioses. El dios Marduk, seria llamado Zeus y luego Júpiter. La diosa Ishtar seria conocida como Afrodita y luego como Venus. Según antiguas leyendas se dice que Rama, el cual es una de las divinidades del hinduismo, partió de la región conocida en la actualidad como Irán (antigua Persia o Arios) hacia la región de la India, lo cual daría origen a la cultura de los vedas. También cabe anotar, que el mismo Hitler decía que los Alemanes eran de origen Ario, y vemos como la Mitología nórdica (Alemanes), también tiene sus dioses, pero adaptados a esa región que es tan fría.
Los celtas (Actual Escocia), por estar en una Isla tan apartada, desarrollaron unas creencias muy diferentes basados en los espíritus del bosque (Adas, duendes, etc.). Esto se debe a que las regiones escocesas están repletas de bosques.
El concepto de las sociedades secretas.
Ya hemos hablado ampliamente de las sociedades secretas en nuestro primer artículo de esta serie de temas. Pero es importante traer de nuevo la acotación, para tener un conocimiento más completo. Según los conocimientos que se manejan en estas sociedades, existen planos superiores al nuestro, en donde ciertas jerarquías con mayor evolución, obedecen a un ser superior, para mantener el orden y la estabilidad en la naturaleza y respecto al ser humano. Esto se explica por la misma lógica de que en nuestra sociedad necesitamos orden para poder funcionar; entonces respecto a la naturaleza y a quienes la habitan, también se necesita algo que mantenga el orden.
Es poco probable que del azar y el caos pueda surgir algún tipo de estabilidad, eso lo demuestra nuestra sociedad, que cada vez es más ordenada. Estos seres superiores prepararían a estos profetas y los enviarían para dar sus mensajes en diferentes tiempos de acuerdo al nivel de consciencia en que se encontraran los pueblos.
Nuevas filosofías más allá del ateísmo: Deísmo y Agnosticismo.
Estas dos creencias a diferencia del ateísmo que no cree en nada, muestran una alternativa a las personas que buscan una manera de reconocer algo más allá como principio creador.
El deísmo acepta el conocimiento de la existencia de Dios a través de la razón y la experiencia personal, en lugar de hacerlo a través de los elementos como la revelación directa, la fe o la tradición. Dios es la primera causa y el organizador del universo. Un deísta niega la intervención de Dios en el mundo.
El Agnosticismo es la actitud filosófica según la cual todo conocimiento sobre lo divino o sobre aquello que trasciende nuestra experiencia terrenal es inaccesible a la comprensión humana. Es aquel que ni cree ni descree en la existencia de Dios, mientras que un teísta y un ateo cree y descree, respectivamente. En el hinduismo, El El Nasadiya-sukta del Rig-veda, toma una postura agnóstica respecto a preguntas sobre quien creó a los dioses.
¿NECESITAMOS CREER EN ALGO?
La naturaleza nos ha enseñado, que las cosas que no se necesitan, tienden a desaparecer. Aquello en lo que creemos es un apoyo que necesita nuestra mente para sostenerse en muchos aspectos de la vida. Las creencias son un puente frente a aquello que esta mas allá de nuestra comprensión, pero que podemos llegar a comprender. Quien no cree en algo, sencillamente se aísla de aquello que puede llegar a conocer, su crecimiento se detiene ahí. El universo está lleno de misterios y todos tienen su razón de ser. Las cosas que creemos en la actualidad, es una escala y un saber que somos capaces de asimilar en este momento. En un futuro estaremos en otra escala y otro saber, tal como sucede con cualquier estudiante de cualquier materia.
Porque imponemos nuestras creencias.
Es muy común considerar que lo que nosotros creemos, que lo que nos gusta, es mejor que los demás, y por eso tratamos de imponerlo. Los seres humanos somos egocentristas, todo lo vemos desde nuestro rincón y desde nuestro punto de vista.
Existen cientos de creencias de acuerdo a las culturas y los tiempos. Cada una dicen siempre que son lo mejor. Esto de cierta manera es importante, ya que permite a dichas creencias sostenerse y evitar desaparecer. Si por un momento consideráramos que existe una mejor visión de algo, entonces iríamos hacia ella y abandonaríamos en la que estamos. Ninguna creencia, se atrevería a decir, es que hay otra mejor que nosotros, y menos considerando el poder de influencia que se tiene sobre los demás.
Hay ocasiones en que una creencia es desplazada por otra. El imperio romano le toco que decir que había otra creencia mejor, porque por mucho tiempo no fueron capaces de combatir a los cristianos, y dado el enorme poder que significaba, la tomaron como religión del imperio. No sabemos si las palabras de Jesús era dichosos los que sufren, el mundo es de los mansos (esto evita que un pueblo se subleve), y se hubiera aprobado cosas como la confesión (de enteras de lo más oculto del pueblo). Ya que ni Jesús escribió esos textos, los cuales fueron escritos alrededor de 100 años después, ni tampoco Jesús creo los rituales. Hoy en día vemos gran cantidad de manipulaciones del poder político, entonces con mayor razón con algo que significa tanto poder como la fe.
Nuestra mayor responsabilidad es solucionar nuestra vida.
Como sucede con nuestros hijos, ellos no se preocupa por entendernos, ellos solo se encarga de aprender y crecer cada día de acuerdo a lo que se les presente. La preocupación es de nosotros que debemos entenderlos, ya que tenemos mayor capacidad de comprensión de las cosas. Es más fácil que algo superior a nosotros nos comprenda, que nosotros llegarle a comprender.
Nos falta mucho por aprender y son las circunstancias de la vida las encargadas de impulsarnos hacia nuevos horizontes, por lo que solo deberíamos ocuparnos de las cosas que están frente a nosotros y que requieren nuestra solución. A medida que surjan las inquietudes, en esa medida iremos buscando las respuestas. Si no hay inquietudes; entonces es ahí donde debemos estar por el momento. Si aquí estamos, son las situaciones presentes las que debemos solucionar, y nuestras creencias deberán ocupar el respectivo puesto de apoyo psicológico.
CONCLUSIÓN
Respecto a la frase: “No puede haber humo sin algo de fuego”, nos habla de las creencias, que no puede haber un tema en boca de todos sin que exista en el fondo, algo de verdad. Es así que respecto a tantas cosas que se dicen, pueden tener algo de cierto, algo debió originar el rumor, y no podemos juzgarlos sin conocerlos de cerca, y mucho menos con nuestros limitados preconceptos. Somos unos infantes, en el largo camino de la vida, que tal vez estamos creyendo cualquier cosa que se nos dice, pero que es lo adecuado a lo que somos capaces de entender, llegara el momento en que crezcamos y veamos las cosas con más claridad. ¡Caminemos y disfrutemos del paisaje!
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