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Vaya palabra que produce más tedio, esfuerzo. Ojala hubiera otra forma de hacer las cosas, y durante años se ha buscado la filosofía de vida que evite esta palabra, y por más que nos engañemos sigue apareciendo presente.

Sobre esos mecanismos que maneja nuestra mente y que es común a todos, es de lo que hablaremos en este artículo. Si bien no siempre nos comportamos de la misma manera, hay una marcada tendencia a hacerlo sobre todo en la cultura latina.

  1. La cultura de la constante búsqueda de la gratificación.

El cerebro por naturaleza busca el placer, el bienestar, pasarla bien, y ser feliz, y evita el tedio, el dolor, el sufrimiento. De no ser así no habría ninguna posibilidad de progreso. Cuando sufrimos, todos nuestros mecanismos se activan para salir de ese estado, mejoramos y luchamos por buscar la anhelada felicidad y bienestar.

Como lo hablamos en nuestro artículo: “6 claves para superar la procrastinación”. El proceso de pasar de una adolescencia donde no había responsabilidades y todo era juego, a un estado donde todo el día estas en un trabajo haciendo algo monótono y que no te gusta, nos produce enormes dosis de estrés y necesidades de entretenimiento. Necesitamos premiarnos a tanto esfuerzo, sentir un alivio de tanta presión, y esto se busca en los placeres instantáneos en cualquiera de sus presentaciones; llámese cigarrillo, paquete de papitas, chatear con ese amigo que te hace reír, o abrir el Facebook para mirar fotos que te hagan reír, mirar vídeos graciosos.

El problema no está en la gratificación, si no en el estilo de vida que estamos forjando. Es decir trabajar duro por obtener un sueldo y luego gastar ese dinero en gratificación por el desgaste. Es un círculo vicioso que encierra a las personas por años, y que les produce estrés, problemas de salud y ansiedad, lo cual aumenta la necesidad de dosis de placer instantáneo. Esto lleva a dejar de lado otro tipo de experiencias personales, como el deporte, aprender un arte, conocer nuevas personas, buscar nuevos retos profesionales, que puede enriquecer la vida positivamente y no necesitar esas dosis de placer viciosa y efímera que nos puede consumir mucho tiempo.

  1. Filosofías light y lo que hemos aprendido a lo largo de los años.

Identificamos que tenemos ciertos problemas en nuestra vida, y de manera natural buscamos soluciones. La religión dada por nuestros padres no es suficiente y buscamos nuevos conocimientos que nos brinden soluciones rápidas, no queremos saber de esfuerzos, y por eso elegimos los contenidos más superficiales y con los títulos más llamativos. “Como hacerse rico en 10 días”, “como hipnotizar a otro a distancia”, “10 secretos para atraer el amor de tu vida”. Y cuando no es eso, buscamos las religiones que nos prometen la felicidad a cambio de un poco de adorar a la versión de Dios que tenga cada nueva secta que aparezca, que tiene a un tipo que dice que ha tenido un contacto y acceso a los verdaderos documentos (y que conste que no soy ateo).

Pero todo ese mundo de conocimiento que hay no es malo, en toda esa literatura del positivismo  hay algunas cosas buenas, dan muchas claves, el problema es que en el fondo esas claves implican un esfuerzo, es decir esperabas las palabras mágicas que te sacaran de pobre, y lo que encuentras es que debes hacer ciertas cosas que llevan mucho tiempo hacerlas. Entonces si leíste el libro del poder psicotrónico, lees de que debes hacer un ejercicio diario de visualización o repetir frases, el cual te puede llevar mucho meses, y por supuesto no tienes tiempo para hacer.

Lleno de ansiedad compras el nuevo libro, vas a una reunión con un amigo que conociste que te habla de ese nuevo gurú que promete la felicidad. Lees y escuchas nuevas promesas, nuevas cosas para hacer, que en el fondo implican más esfuerzo. Te gusta lo que ves y por eso aconsejas a tus amigos sobre cómo deberían llevar su vida, te escandaliza como está la sociedad de descompuesta y que bueno sería que supieran esas cosas que tú has aprendido en libros. Luego pasas a un nuevo libro y si estas en una nueva religión, entonces permanecerás según el tipo de esperanza y miedo que te puedan producir.

  1. La cultura de la evasión.

Si bien tu mente está llena de soluciones que has recibido de todas estas filosofías light, estas no han solucionado tu vida, quizás te brindan un poco de alivio con esas frases motivadoras, pero aun así sigues sintiendo estrés, presión y ansiedad que te lleva a comer más, y a distraerte más, aun sigues haciendo préstamos para pagar esas deudas, y muy probablemente tu pareja te es infiel.

Sientes rabia porque no puedes controlar las cosas, y tu culpa no es. Es decir, no has matado un cura, no has violado un niño, es decir no eres el mejor del mundo; pero eso sí, eres una buena persona.

Entonces la única explicación es que todo es culpa del gobierno, ellos se roban todo el dinero, y también es culpa de esas sociedad tan hipócrita y superficial, y debe ser también culpa de dios, eso debe ser que no existe porque no te ha salvado de los sufrimientos a pesar de todo lo que le has pedido; pero al menos estas bien, “gracias a dios” (es mejor decirlo, no sea que si exista y te castigue por no decirlo). Por otra parte están los problemas con tu pareja, todo es su culpa, ya que no te comprende.

Cuando delegamos tanta responsabilidad acerca de nuestra vida en los demás, entonces no podemos controlar lo que nos pasa. Nuestra vida no es más que el resultado de las decisiones que hemos tomado, de los problemas que no hemos sabido solucionar. Tenemos problemas de dinero, porque nos seguimos metiendo en deudas para conseguir cosas que no necesitamos, y no es tanto que el gobierno se robe el dinero que debe invertir en salud, sino que tu alimentación es muy mala no comes a las horas adecuadas, y fuera de eso no haces deporte, lo cual lleva a que todo el mundo viva enfermo, y no es que tu pareja no te comprenda y sea infiel, sino que dejaste de despertar esa pasión porque por la noche llegas estresado hablando de los problemas de dinero y quizás a tu pareja, eso de una aventura sea una manera de escapar del tedio y la rutina de años.

  1. El  abismo entre ricos por dinero fácil y pobres a pesar de las buenas intenciones.

El otro problema tan bien es que miras a tu alrededor y tu vecino tiene un carro nuevo muy bonito, en tu trabajo hubo alguien que acabo de llegar de unas vacaciones por las Bahamas, y ese anciano gordo sale con esa mujer tan linda; que a ti te gusta y que no te pone cuidado a pesar de que tú eres una buena persona (es que es una superficial que no mira los buenos sentimientos, piensas para tus adentros). Es decir que todo el mundo la pasa bien según eso pero tú no tanto. Lo que no sabes es que el otro también te está mirando y secretamente envidia lo poco que tú puedas tener y el no, y que para conseguir todas esas cosas buenas que le ves, se ha metido en unas deudas increíbles, y que a veces hay que renunciar a algo grande para obtener algo grande. Incluso ese que roba, tuvo que renunciar a su tranquilidad. Según la ley de parkinson, nosotros nos gastamos el tiempo que dispongamos para hacer una labor, es decir que nos gastamos 1 hora si nos dan una hora, y nos gastamos 2 horas si nos dan 2 horas. De manera similar podemos decir que nos gastamos el dinero que tenemos para vivir, si tenemos más, gastamos más.

Nunca antes la sociedad había llegado a unos niveles de bienestar tan grande. Con esto de las ventajas de la tecnología y todos esos sitios buenos a los que puedes ir, es algo tan bueno, que es un modelo de vida que si llegas a comprarlo todo, seguramente vas a ser feliz. Necesitas más dinero entonces, lo intentas con ese nuevo negocio que te propuso tu amigo, vas a esas reuniones de multinivel que te prometen dinero fácil, haces la lotería a ver si esta vez si tienes suerte, y porque no, robas algo de dinero de manera disimulada y cuando puedes, al fin y al cabo todo el mundo roba, ya sea perdiendo el tiempo, o vendiendo algo con falsas promesas. Listo conseguiste ese celular que querías, tiene buena cámara, el whatsapp, y el jueguito de Candy crush, entonces te sientes feliz; pero ahora necesitas ropa y debes prestar dinero. Delegamos mucho la responsabilidad de hacernos feliz en objetos, y en que los demás nos vean bien. Así te la pasas toda la vida, buscando cosas que te den la felicidad permanente.

Habíamos hablado de que el cerebro busca todo lo que le brinda bienestar. Hoy en día con esto del internet, es muy fácil mirar tantas cosas buenas que podemos tener, y detrás de cada una de ellas hay publicista que le pagan para convencernos a nosotros que las necesitamos, así que básicamente no es tu culpa si no de quienes producen y nos venden cosas tan interesantes, y que les debemos de dar nuestro dinero ganado con tanto esfuerzo, y además dedicar nuestro tiempo. Una vez las tenemos, sale una cosa nueva en la televisión que queremos tener para ser feliz.

  1. Esa gran responsabilidad de tu pareja hacerte feliz.

Tan bueno cuando uno está enamorado de alguien y está empezando a salir, no quieres decir ni hacer nada malo, y no quieres ver nada malo en el otro, para así no romper el hechizo, ese donde todo se ve maravilloso y somos felices. Esa otra persona representa en uno solo, todo lo que nos puede salvar de nuestra vida gris y monótona y nos brinda felicidad, placer y amor. Se nos olvida que es una persona con tantos conflictos, inseguridades y problemas como cualquier otro. Luego en la relación cuando se empiezan las responsabilidades compartidas, el formar un hogar, unos hijos, es cuando se ven claramente como es la otra persona y que no era esa salvación que esperábamos.

Llevamos demasiado tiempo culpando de nuestros problemas a lo que nos rodea, y en el caso de nuestra pareja no iba a ser la excepción. Vemos más fácilmente como gasta el dinero, sus problemas de carácter. Se nos olvida que esa otra persona espera mucho de nosotros. Empezamos a exigirle a que se adapte a lo que nosotros consideramos que debe de ser, a que cambie de un momento a otro las actitudes que ha cultivado casi toda su vida. Ya lo hable en mi artículo: “5 razones por las que las personas nunca cambian”, ni usted va a cambiar, ni esa persona va a cambiar esas cosas que te incomodan. Pese a algunas dificultades, muchas parejas que de verdad se entienden y saben tolerar, lograr sacar adelante la relación, pero hay otras relaciones que con el tiempo todo se convierte en una lucha por sobrevivir, por pagar deudas, por solucionar problemas, lo cual va acabando con el deseo, que puede encontrar satisfecho en alguna aventura con alguien que a primera vista se ve diferente e interesante.

Detrás de los problemas de las relaciones hay muchas cosas que están en juego, como lo hable en mi artículo: “factores inconscientes y culturalesque hace que la gente se queda sola”, “como superar el temor a quedarse solo”, “5 actitudes inconscientes que nos lleva a ser personas complicadas, malgeniadas y con problemas de convivencia”, “6 cosas que arruinan o alejan lo bueno que nos sucede”.

Tú eres el centro de tu mundo y debes cambiarlo con esfuerzo.

La conclusión es que no hemos dicho muchas mentiras acerca de nuestra vida, no hemos tomado el control de ella, les hemos descargado la responsabilidad a los demás. Como lo hable en mi artículo anterior: “6 claves para superar el miedo a perder y convertirlo en poder personal”. Ninguna cosa, ninguna persona nos va a llenar nuestros vacíos, porque las cosas vienen y van, y si no nos podemos controlar a nosotros mismos, mucho menos a las cosas que vienen y van. Tenemos que llenar nuestros vacíos desde adentro, desarrollando fortalezas, logrando el poder personal, el que nos llenará de seguridad y borrara las inseguridades. Porque la vida se trata de actividad no de quietud.

Entonces hemos buscado que las cosas nos hagan felices, que las filosofías nos den la respuesta a como ser feliz, que el gobierno se encargue de darnos lo que necesitamos para ser feliz, que el dinero nos haga feliz, y que la persona que tenemos como pareja nos haga feliz. Pero esa felicidad solo se puede disfrutar y ser felices con lo que nos rodea cuando internamente hemos solucionado una cantidad de conflictos. Esos conflictos son varios, sobre todo lo que tiene que ver con la distorsión de la realidad como lo hable en el artículo: “porque no nos gusta que nos digan la verdad”, también a que invertimos demasiado tiempo filosofando y pensado de cómo debe ser las cosas, como lo hable en mi artículo: “el cerebro no busca la verdad si no sobrevivir y deberíamos hacer lo mismo”,  “factores inconscientes que nos llevan a desarrollar un orgullo intelectual y autoridad moral”, “6 mecanismos del cerebro que nos impiden ser un libre pensador y sacar tus propias conclusiones de las cosas”, y “el uso del conocimiento para decirnos mentiras”.

Finalmente queda decir que esperamos demasiado, pensamos demasiado y hacemos poco. Por una parte todo nuestro tiempo es consumido en trabajo y entretenimiento, nos queda muy poco tiempo para pensar en cosas diferentes, y cada día es más los problemas en que nos metemos que aquellos que solucionamos. Debemos ser sinceros con nosotros mismos, mirar y aceptar nuestros errores, mirar que prioridades hay en nuestra vida para así enfrentarlas con nuestras propias fuerzas, y también por un buen tiempo renunciar a tantas cosas, para lograr aquellas que son necesarias. Porque si no lo haces ahora que tienes fuerzas, mucho menos dentro de algunos años cuanto ya estés más acostumbrado y cansado. Nuestra primera meta es solucionar nuestros vicios, como lo hable en “21 claves para superar cualquier vicio o adicción”, luego encaminarnos al logro de los propósitos como lo hable en “10 errores inconscientes de los emprendedores”, “las excusas inconscientes de la mente para no hacer lo que te propones”, “el problema es que nos olvidamos ejercitarla mente y las emociones”, «5 claves para liberarse de la pereza, el agotamiento y la ansiedad«, «errores inconscientes por las que no logras tus propósitos», y “5 razones por las que postergas las cosas”.

Foto vía: Gonzalo G. Useta