La enfermedad es quizás el proceso más difícil que puede atravesar cualquier ser humano. El vivirla es algo indescriptible que solo lo puede comprender el que lo vive.  Al ser un proceso tan individual, en nosotros esta la mayor parte de nuestra recuperación. Aprender a enfrentar la enfermedad, puede hacer que esta sea una experiencia más llevadera y que de alguna manera salgamos bien de ello.

4 factores de recuperación de la salud, más allá de la medicina.

1. El poder de recuperación del cuerpo.

Salvo que el cuerpo este supremamente envenenado y dañado, nuestro cuerpo tiene las capacidades básicas para recuperarse por sí mismo de la mayoría de enfermedades.  Miremos a los animales; ellos no acuden a ningún médico, y aunque viven rodeados de toda clase de bacterias y peligros, no es común verlos grabes.
En nuestro organismo existen muchas defensas encargados de recuperar la salud, en esa parte afectada.  Solo los malos hábitos en nuestro cuerpo pueden hacer que en determinado momento nuestras defensas no cumplan con la responsabilidad de defender el organismo.  Sin embargo, el poder de recuperación del cuerpo es tan impresionante, que con algo de ayuda puede llegar a mejorarse.

2. Enfermedades psicosomáticas, la psiquis a favor o en contra.

Si bien es cierto que muchas enfermedades son inesperadas; como el caso de un accidente, un contagio, etc. tan bien es cierto que debido a nuestros malos hábitos enfermamos nuestro cuerpo, y que con nuestra parte psicológica aumentamos la enfermedad. Muchas enfermedades nos las inventamos nosotros, sentimos dolores que realmente no hay, y es que nuestra mente tiene un poder de sugestión increíble. Del mismo modo que su mente le puede ayudar a enfermarse, también le puede ayudar a recuperarse.
Por otra parte, el estrés, la ansiedad, la depresión, el miedo, son emociones que ejercen enorme influencia sobre nuestro cuerpo.  Al ser el cerebro el que envía las órdenes a todas las partes de nuestro organismo; entonces, también el tipo de pensamientos que cultivemos puede afectar nuestro cuerpo.  La depresión disminuye nuestro sistema inmune, el miedo ejerce un efecto congelante en nuestro cuerpo, la ira y el estrés altera nuestras palpitaciones y la producción de ciertas sustancias.  Se ha visto como muchas personas con el mero estrés terminan con dolor de cabeza, y a los que tienen depresión pueden producirles nauseas y otros malestares. El verdadero problema en esto esta, en que se empieza a crear una marea de pensamientos negativos, los cuales, si se mantienen por mucho tiempo, puede afectarnos gravemente la salud.
Todo lo contrario sucede cuando nuestra actitud es más positiva; pero claro está que en esos momentos es algo muy difícil de manejar.

3. El efecto placebo.

Durante los últimos años la comunidad científica se ha visto sorprendida con el efecto placebo, que no es más que la capacidad que tiene de recuperarse un paciente enfermo, al consumir una medicina que no tiene ninguna propiedad curativa, pero que él cree que si. Se han hecho experimentos en los que suministran a un paciente una determinada droga para curar una dolencia, y luego sin aviso, le suministran un placebo, una droga que no contiene ninguna de las propiedades curativas, y se ha visto que el cuerpo responde de la misma manera, como si consumiera la droga que es.
Durante mucho tiempo se asocio el efecto placebo al poder de la autosugestión, pero en los últimos años, los científicos han demostrado que el solo hecho de pensar que un fármaco alivia el dolor o ejerce un factor curativo, activa ciertas partes del cerebro que activa procesos en el organismo relacionados con la curación.

4. El poder de la mente sobre el cuerpo.

A través de los tiempos se han registrado historias en las que han ocurrido curaciones denominadas como milagrosas.  En estas podemos encontrar un factor común, y es el alcance que tiene las capacidades de nuestra mente, de las cuales aun no somos conscientes y que la ciencia no ha podido explicar.
Hace algunos años, escuchaba en el Discovery Channel, acerca de un hombre que tenía un tumor en el cerebro, el cual milagrosamente se recupero. Lo que el hombre dijo, es que por tres meses juiciosamente había visualizado que unas naves blancas llegaban y desalojaban a unas naves negras que se encontraban en el lugar del tumor, esto hizo que misteriosamente el tumor con el tiempo, desapareciera. Así como este caso, podemos registrar muchos eventos en las que las que las personas se curan no precisamente por la medicina.  Como el caso de los chamanes en algunas tribus, el Reiki, y toda una serie de terapias alternativas, de los cuales en muchos casos se usan para engaños; pero en otras ocasiones ha recuperado la salud de muchas personas. Hay realidades que la ciencia por un tiempo no pudo comprobar, pero que a medida que surgieron nuevos avances tecnológicos, se logran dar explicaciones que nos dejaron satisfechos a todos. Más adelante hablaremos sobre estas terapias alternativas, y como la mente influencia el entorno.

ALGUNAS RECOMENDACIONES PARA ENFRENTAR LA ENFERMEDAD Y MEJORAR LA SALUD

1. Ocúpese en algo que lo haga olvidar la enfermedad.

No arme el caos, no lo atraiga y no lo aumente. El primer enemigo a vencer es la parte psicológica, y por lo tanto no debemos dar oportunidad a que en nuestra mente se gesten ideas negativas que lo que hace es enfermarnos. El gran problema con los hospitales, es que es un lugar lleno de enfermos, lo cual lo único que inspira es tristeza, además, pocas veces se tiene la oportunidad de entretener la mente.  Debemos de alguna forma hacernos sentir de que somos capaces de hacer algo, de que debemos de recuperarnos, de que si bien una parte de nuestro cuerpo no funciona, hay otras partes que si funcionan.
Existe una gran variedad de actividades que podemos hacer para entretenernos, Si sabe tejer hágalo, si le gustan los video juegos, es la oportunidad para pasarlos todos, si le gusta el cine, es la oportunidad para verse todas las películas. No debemos dar la impresión de derrota.  El entretener nuestra mente, hace que el cuerpo cumpla con sus funciones de recuperación, y sin la interferencia de la negatividad que surge del desocupamiento, de este modo el tiempo pasa rápidamente mientras mejora la salud.

2. Alimente su mente con cosas positivas.

Es bueno en momentos de enfermedad nutrir nuestra mente con ideas de salud, para que de cierta manera esta atmosfera y estos pensamientos, influyan en el proceso de recuperación.  Son estos pensamientos positivos los que evitaran que se cultive la depresión, el estrés, y que de cierta manera tengamos confianza en que nos vamos a recuperar.  Podemos lee libros como los de Louise L. Hay o Dianética de Ronald Hubbard, entre otros. Si bien hay autores que se pasan de positivos y todo lo hacen ver tan fácil, en momentos así es mejor pecar por exceso que por defecto.

3. Debe creer y estar convencido de que se va a recuperar complemente.

Dicen que la fe mueve montañas.  Pero la fe es algo que se pierde cuando pasa el tiempo y no sucede nada.  Todo en la vida tiene su parte negativa y positiva, en muchas ocasiones bendita es la ignorancia, debido a que esa creencia libre de dudas, hace que muchas veces las cosas fluyan,  mientras que a más conocimiento se tiene, mas se duda, mas se cuestiona, y esto evita que se pueda avanzar.  Para el primer caso, cuando se es un hombre de fe, se deberá confiar y tener fe en fuerzas externas, cualquiera sea la representación que tenga de ellas, deberá confiar tal y como lo haría un niño con su padre, en el segundo caso cuando es esceptico, deberá confiar en el conocimiento que tiene, y en sus propias fuerzas, en el poder de recuperación del cuerpo. El precio del saber, es tener más responsabilidades y por eso un escéptico si no tiene fe en lo externo, deberá tener fe en la propia capacidad del cuerpo y de su mente.

Su fe, su confianza en que se va a recuperar hace que de alguna manera se atraigan las situaciones que le darán la curación. Como que un familiar se gana la lotería y entonces podrá llevarlo a los médicos que tiene la solución. O que curiosamente un amigo conoce un medico que curo a alguien que tenía algo parecido. También sucede que alguien con el que no había hablado en mucho tiempo aparece con la solución. Debe de confiar en cosas que incluso no cree. Usted con su pensamiento ha atraído la solución. Esta fe no debe de tener dudas, manténgala firme durante todo el tiempo.
La mejor manera de levantarse es tener un motivo para hacerlo, en esos momentos tan duros, solo una lujuria por la vida hace que queramos seguir adelante.  Volver amar, sentir la fresca piel del ser querido, poder ver las maravillas del mundo, sentir la fuerza de un rio y del mar a través del cuerpo, poder degustar un sabroso banquete, etc. Son cosas que hacen obligar al cuerpo a recuperarse.
Ya sea por la fe o por el conocimiento, se deberá forjar en el interior una confianza de que se va recuperar, de que va a quedar intacto, esto es indispensable, no importa que pase el tiempo, esto es algo que debe permanecer.  Es igual a como cuando queremos viajar a otros país, si no tenemos claro que lugares vamos a visitar, entonces no sucederá nada.  Nosotros debemos tener claro que queremos estar saludables y que queremos hacer muchas cosas, esto subconscientemente obligara al cuerpo a recuperarse, para poder cumplir eso que usted tiene en mente.

4.  Un espacio para organizar nuestra vida.

Hay muchas ocasiones en las que la enfermedad nos postra en la cama y sencillamente no podemos hacer nada en mucho tiempo. Esto es de los estados más difíciles de superar, ya que no podemos hacer nada, nos quedamos solos con nuestros pensamientos, no hay un lugar a donde ir, a donde esconderse; entonces deberás enfrentarte a la negatividad que hay en ti. Quizás en estos momentos lo único que sirva es el conocimiento que tenemos y esa lujuria por la vida. Respecto a los hombres de fe es esa misma fe la que los sostendrá.
Una vez se tiene la convicción de que se a recuperar; entonces deberá tomar una decisión, de si va ocupar su mente en quejarse, en lamentarse, en recordar; o más bien, va a utilizar su mente para planear su vida, para conocerse a sí mismo, para mirar en qué puntos fallo, para realizar proyectos.  Todos los eventos de la vida nos ocupan mucho tiempo, como por ejemplo; las amistades, la televisión, la rumba, los libros, etc. Cuando nada de ello está cerca; entonces lo único que se puede hacer es reflexionar.  Siempre se ha dicho que hay que pensar antes de actuar, desafortunadamente en nuestra vida, debido a que vivimos tan ocupados, solo nos queda tiempo de reaccionar, ya que nunca hay un espacio para pensar lo que vamos a hacer, y es aquí de donde surgen las malas decisiones. Ese espacio que nunca tuvimos para organizar nuestros pensamientos, se abre obligadamente en el momento de la enfermedad, y si nos dedicamos a mirar en que fallamos en el pasado, y que podemos hacer en el futuro; entonces no quedara espacio para que los pensamientos negativos entren.
Hay momentos muy duros, que solo provoca llorar y golpear las paredes, debemos dejar que surjan, pero no debemos quedarnos ahí.

5. Crecer y madurar al superar la enfermedad.

La salud es el mayor don que un ser humano puede poseer. Hay situaciones que hacen tocar verdadero fondo, en la que se pierde todo, y que hace valorar las cosas que tenemos y la oportunidad de vivir y de actuar.  No hay peor sufrimiento que la de aquel que no puede hacer nada, porque su salud no se lo permite. Pero todo hombre que se pueda mover y que tenga inteligencia, siempre encontrara el modo de salir adelante.  Tomemos como ejemplo a los animales, ellos a pesar de su limitada inteligencia y recursos, pueden sobrevivir y sacar adelante una familia.  Nosotros que somos más inteligentes, que podemos comunicarnos con todo el mundo a través de internet, que podemos tener acceso a todo tipo de conocimientos, entonces, tenemos más oportunidades de lograr muchas más cosas.
De eso se trata enfrentar la vida, de vivirla, de aprender.  Hay cosas que solo se aprenden tan solo reflexionando; pero hay otras que hay que vivirlas, y de esos grandes tropiezos una persona puede quedar grave o por el contrario salir más sabio, más fuerte.  Todo está en la manera que manejemos nuestra mente. Igual como sucede con cualquier cosa en la vida, aprender a vivir se hace practicando, y con el tiempo será un arte que manejemos bien.

Hay gente que una leve enfermedad, un leve tropiezo, los destruye completamente. Usted debe de ser lo suficientemente fuerte para que ese proceso lo haga fuerte, lo madure, lo haga un ser humano que una vez recuperado, se convierta en otro capaz de trasformar su vida y la de los demás.  Si usted pone en práctica los puntos anteriores, y si se sostiene en que se va a recuperar, seguro que saldrá más fuerte.

6. Como mantener una salud mental después de la enfermedad.

Durante los momentos de enfermedad y más si son prolongados, se sufren graves crisis que nos pueden dejar consecuencias a nivel mental y emocional muy perjudícales.  El sentimiento de impotencia es de lo primero que se siente, luego vienen los temores, en lo cual te sientes cohibido a hacer las cosas por miedo a que surja nuevas crisis.
Todos los pensamientos positivos que nos allá generado la lectura y las metas que hayamos planeado, saldrán en nuestra ayuda, ya que mantendrán nuestra mente ocupada sin pensar en cosas negativas. El valorar una nueva oportunidad para hacer las cosas bien, hace que no queden resentimientos, y el tener algo para hacer, hace superar los temores y dolencias. Todo esto es algo que se logra con el tiempo.  Una buena integración a la vida social, y a los placeres de la vida, hace que nos contagiemos de la vitalidad de todo lo que nos rodea.
Si el proceso fue bien hecho, entonces aprenderemos a respetar a los demás, a quejarnos menos y a actuar más.

7.  Como llevar el trato con los familiares.

En momentos de enfermedad, sueles pensar en la carga económica que significas para los que te cuidan, además del sufrimiento que les causas.  El pensar en eso termina por deprimirnos más.  Además, muchas veces quienes nos rodean, no son lo suficientemente maduros para enfrentar este tipo de situaciones, y lo que hacen es perjudicarse ellos y por ahí derecho a nosotros mismos. Ellos no tienen la culpa, ya que seguramente no han tenido acceso a conocimientos que les ayuden a enfrentar este tipo de situaciones. Así que es algo de lo que también debemos encargarnos.
Debemos mantener una actitud positiva, una serenidad, y dar la impresión de que todo está mejorando. No se trata de aparentar, ya que esto debe surgir del interior, y los puntos que hemos tratado nos ayuda con eso.  Esto se hace para evitar que la negatividad y la tristeza de quien está a nuestro lado, nos contagie.  Si es el caso, debemos hacerle caer en cuenta de las oportunidades que tiene, de que si nosotros estamos soportando esta situación con altura, entonces él lo puede hacer mejor. En el caso de que nos sobresalte pensamientos acerca de que somos una carga; entonces debemos considerar que lo merecemos, ya que nadie soporta la carga del otro a menos que lo estime.  También debemos pensar que nos vamos a recuperar, y de que algún día pagaremos el favor.

 

8. Convicción.

Antes se le llamaba fe, ahora podemos decir que la convicción es la seguridad sin sombra de duda de que usted va a lograr algo. Esto gracias al poder de la mente, el cual atrae hacia si vida lo que usted fija en ella. Si usted tiene una firme convicción de que se va a recuperar, entonces de alguna manera ello sucede, mientras que si usted tiene dudas y es el primero que se auto compadece, entonces lo que hace es alimentar la debilidad y por tanto la enfermedad. Usted no puede permitir que la enfermedad contamine su mente, y lo empiece a derrotar desde su pensamiento haciéndole creer que no lo va a lograr, usted debe tener firme convicción de que usted puede, y créame que podrá. Desde mi experiencia puedo decir que mi mejor medicina, fue esa fuerte convicción de que me iba a recuperar, y mis torpes visualizaciones de salud, que si bien con la poca capacidad de concentración que tenía, si le dedicaba tiempo a pensar en un estado de salud que llegaría a tener, a sentirlo de esa manera. Afortunadamente conté con la ayuda de una amiga que sabía de la ciencia que no saben los médicos, y me recupere.

Debido a mis años de estudio en temas de ciencia, psicología y metafísica, perdí la fe. No soy capaz de sentarme a orar y a pedir recuperación, aunque sí creo en los seres superiores por conciencia, más no por mística.  Así que si usted es un hombre de fe, no abandone su fe, y órele vivamente a la representación que usted tenga de Dios. Recuerdo que tenía una amiga que era muy creyente, y tuvo una hija que nació deforme y ciega. Esta amiga día a día le oraba a dios, para que su hija se recuperara, y con los años su hija presento un fenómeno que los médicos no supieron explicar, era capaz de ver; pero no se explicaban cómo, ya que no tenía internamente un mecanismo que sostuviera la visión, decían que la niña veía de milagro.

CONCLUSIÓN

Espero que estos sencillos puntos puedan de cierta manera ayudar a quienes enfrentan cualquier tipo de enfermedad o crisis emocionales, y para los que no están enfermos, entonces que esto les sirva como una lección para valorar la vida y la salud que poseen. Respecto a los que tienen familiares enfermos, esperamos que esto de cierta manera pueda contribuir a llevar a sus familiares por el camino de la recuperación.

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