Desde hace unos años para acá, los neurocientíficos han hecho gran avance en descubrir cómo funciona nuestro cerebro, aunque todavía falta mucho.  Hoy en día sabemos que somos un cerebro que se mueve en un mar de sensaciones e información, en la que el cerebro simula el mundo exterior, y genera conclusiones y acciones en base al contenido almacenado.

Creamos un conocimiento nuevo con cada movimiento.  Pero; ¿Qué pasa cuando ese conocimiento del exterior es errado debido a que lo asumimos desde un ángulo equivocado?, o ¿qué pasa cuando hemos tenido experiencias muy extremas en donde nos dejan profundos miedos y otras emociones?  Pues que genera un trastorno de la realidad.

Como se puede llegar a distorsionar nuestra propia realidad.

Nuestra mente necesita darle un sentido al mundo que nos rodea, al mundo en que vivimos, y por ello en base al conocimiento que tiene crea su propia realidad, y de ello está convencido.  Si se creyera que lo que sabemos es errado y que hay otras realidades entonces la mente no tendría una estabilidad para tomar decisiones, y por otra parte, pues tendría otro tipo de pensamientos y otras decisiones.

Los conocimientos errados, los traumas, las presiones sociales, hacen que saquemos conclusiones equivocadas. Del mismo modo que podemos manipular a alguien, o las personas con poder nos manipulan, así también nuestros cerebros y nuestras creencias nos manipulan para hacernos vivir una realidad. Y al igual que nos movemos en estados de hipnosis o sonámbulos, del mismos modo todos nuestros patrones de conducta nos mueven en una dirección u otra en un estado casi hipnótico.  Hoy en día científicos han demostrado que nuestras decisiones, ya se han tomado antes de que seamos conscientes de estas.

Mecanismos del cerebro que pueden distorsionar la realidad.

Existen muchos mecanismos con las que nuestro cerebro organiza nuestra realidad, cosas que tienen como vital objetivo sobrevivir. Nuestro cerebro evoluciona, y ante los nuevos retos que nos presenta la existencia, él se va transformando y evolucionando; pero pueden haber mecanismos que si bien son útiles pueden darnos percepciones erradas de la realidad, si no somos conscientes de cómo funcionan estos.

Veamos solo algunos de estos mecanismos del cerebro de percepción de la realidad.

1.  Negación de la realidad para evadir el dolor y otras emociones.

De seguro que a todos nos ha pasado de que alguien nos ha abandonado o alguien no nos ha querido, entonces nuestro orgullo herido no es capaz de aceptar esto, así que solemos decir: “Al fin y al cabo que ni le quería, no me hace falta, antes mejor”.  Todos hemos visto el caso de un verdadero adicto a cualquier vicio en el que todo el mundo ve que eso le está matando mientras que él dice que eso no lo va a matar.

Para evitar asumir el dolor que implica cierta realidad, tenemos un mecanismo que nos hace negar lo que está sucediendo, y además lo creemos.

2.  Negar responsabilidades como una forma de no cargar pesos que no somos capaces.

El asumir responsabilidades, es algo muy duro, y cuando estas son muy pesadas lo que hace la mente para evitar que nos enfrentemos a ello es hacernos creer que no fuimos los culpables.

Cuando somos los culpables de que haya sucedido algo muy grave, entonces solemos sacar excusas: “Es que eso se dañó porque los materiales no eran buenos”, “la relación se acabó porque ella era muy celosa”, cuando lo que realmente sucedió fue que todo se arruino por nuestra falta de cuidado.

3.  La vida en blanco y negro. Una muestra de territorialidad.

Imaginemos a un profundamente escéptico sentado a uno profundamente creyente, lo primero que sucedería es que ambos se mirarían con burla, ya que ambos consideran tener la verdad.  La risa del escéptico proviene al pensar: “tan grande y creyendo en cuentos de hadas”, y la del creyente proviene de pensar algo como “tú no te vas a salvar del infierno, yo sí”.  Pero como pueden dos personas estar tan absolutamente convencida de cosas tan contrarias.

La razón por la que nos aferramos tan fuertemente a nuestras creencias es que por naturaleza somos territoriales, y a partir de que asumimos una posición, creemos en ella y la defendemos con todo lo que tenemos.  La fuerza de los nacionalismos, de las razas, de las tribus aun impera en todos los aspectos de la vida.  Esa es la razón por la que por cuestiones tan elementales como ser partidarios de dos equipos de futbol diferentes, dos personas se pueden matar.  El unirnos a un grupo ya sea a nivel ideológico, político, religioso o de diversión, nos da un grado de seguridad.

Cuando pertenecemos a un grupo ideológico, lo bueno y lo que sirve es ello y nada más, mientras que lo malo está al otro lado.  En esta forma de ver la realidad en blanco y negro hace muy difícil percibir otras realidades, otros colores.

4. Tendemos a ver las cosas como normales una vez nos acostumbramos.

Imagínese a usted como vive ahora, y que de pronto en algún momento deba de ir a vivir a una cultura completamente diferente, donde la lengua, la comida, las tradiciones son algo nuevo para usted, entonces al principio le va a parecer extraño, pero luego de algunos años será algo completamente normal para usted.  Lo mismo pasa con cada situación de la vida, al principio ciertas costumbres, ciertas ideas, ciertas formas de vivir nos parecen extrañas, pero una vez las hemos practicado las vemos muy normal.

Esa es la forma en que vamos traspasando límites, al principio nos parece raro, nos parece que no es normal, nos parece que no es apropiado y luego de que lo hacemos un par de veces nos parece natural.  Esa es la razón por la que alguien pacifico se puede volver agresivo, o una persona normal se convierta en ladrón, o que alguien devoto a su familia de un momento a otros se consigue un amante, y lo hacen al principio con remordimiento pero después será algo normal.

5. Acomodar los hechos para que encajen a nuestros preconceptos.

Imaginemos que estamos construyendo una casa, entonces los materiales que vayamos consiguiendo deben de ir de acuerdo a la forma que inicialmente imaginamos de la casa, e iremos rechazando las formas que no se le acomoden, al final construimos una casa según nuestros gustos y que llega a ser diferente a la de los demás.

Lo mismo sucede al construir nuestra realidad y la forma de ver las cosas, todo gramo de información lo vamos acomodando en base a esa estructura de ideas en la que ya creemos y que será la base sobre la que construiremos nuestra vida.

Gradualmente empezamos a interpretar ciertas señales, y las acomodamos de acuerdo a nuestros preconceptos, de tal modo que la realidad es como creemos que es. Esa es la razón por la que una persona muy seria y estricta no se permite ningún placer y cada paso que da le confirma esa creencia, y esa también es la razón por la que el relajado y divertido piensa que no hay que tomarse la vida tan en serio, que no hay que complicarse, y cada paso que da confirma esa realidad.  A medida que los trastornos psicológicos son más fuertes entonces más extremo será su acomodo de la realidad.  Una persona agresiva verá que en cada esquina lo están retando, lo están oprimiendo, una persona lasciva ve en cada sonrisa una señal de apareamiento.

6. Hipnosis colectiva.

La forma de ver la realidad puede ser impregnada a los demás, algo no muy difícil de creer si lo comparamos con la Alemania Nazi donde se creyeron ser una raza superior, y la mayor parte del pueblo así estaba convencido. Existen líderes que son capaces de absorber la voluntad de sus seguidores, tumbarles sus propias creencias e impregnarles las suyas particulares.

En un mundo donde muy poca gente sabe que es lo que quiere de la vida, que es la verdad, y que hay que hacer, entonces cualquiera que ose decir que él tiene la verdad, puede llegar a ser seguido por cientos de desubicados.  Una vez atrapado dentro de esa realidad, la verán como la única y la defenderán con todas sus fuerzas. Pero no necesariamente estamos hablando de fanáticos religiosos, ya que el mundo de las creencias es muy amplio, y existen paradigmas muy arraigados en la cultura, que generan tendencias y formas de pensar en las que estamos atrapados y vemos como normales.

Personalidades ilusas atrapadas en sus laberintos mentales.

El tener nuestras ideas y vivir por y para ellas, no representa mayor problema crecimos en un ambiente sano, tranquilo y nos brindaban confianza.  El verdadero problema viene cuando ese mundo mental que hemos construido, nace de profundas crisis emocionales, de que la base de nuestra creencia haya sido alimentada por ideas erróneas, entonces dicha realidad mental será muy diferente a lo que realmente está pasando afuera de nuestros pensamientos.  Entre más sometidos estemos a crisis emocionales, a confusiones, entonces más intrincadas son las líneas de nuestros pensamientos y más atrapados estaremos.  Las cosas nos salen mal pero no sabemos porque, es entonces cuando se empiezan a tomar decisiones extremas, o salidas fáciles.

De estos profundos laberintos pueden surgir personas con ganas de luchar por extrañas causas, o personas que se autocastigan, personas con sentidos de persecución, etc.  Salir de ese propio laberinto de ideas es difícil, requiere derribar muchos prejuicios, a base de conocimiento y autoconocimiento.

Personalidades Mecánicas atrapadas en su medio ambiente.

En contra posición a quienes viven en una cárcel mental con cientos de ideas, están las personas que desarrollan una personalidad completamente adaptada al medio, actúan más por reacción que por consciencia.  No les interesa ningún tema y su mundo es el aquí y el ahora.  Dicen lo mismo que todos, se ríen de la misma manera, y todo de acuerdo al medio en donde se mueven. Han desarrollado un nivel de adaptación a su medio, y no suelen tener ningún problema.  Estas personas son difícil que desarrollen trastornos de la realidad, pero su realidad será únicamente el medio en que crecieron y por tanto no verán otra realidad, no pasarán de ahí.  El otro problema es que si el medio en que crecen es corrupto, violento, etc.  Entonces ellos serán dignos representantes de dicho medio.

Películas recomendadas

Es muy fácil decir que los demás tienen problemas y sacarnos a nosotros en limpio.  Como ya lo explique antes, el medio en que nosotros nos movemos lo vemos como normal, y lo extraño proviene de los demás.  Así que a la larga los demás son los conflictivos, los desequilibrados, los extraños, los equivocados, y nosotros y los de nuestros lados, son los normales.
Les quiero recomendar que se vean varias películas, que nos habla de lo fácil que es distorsionar la realidad, y que personas “completamente normales” terminan en situaciones extremas. Si bien no es probable que nos pase a nosotros dicho casos, ya que nosotros tenemos cierto grado de salud mental, también es cierto que no hemos llegado al culmen de la claridad y el equilibrio, y de cierta manera podemos caer en hipnosis colectivas, o estar atrapados en nuestras confusiones mentales, que aunque sea muy sutil, pueden afectar nuestra realidad. Las más recomendadas son: Una mente maravillosa, la isla siniestra, el club de la lucha, mas allá de los sueños (la parte en la que ella esta en su propio infierno).

En un próximo artículo hablaremos sobre como identificar nuestros trastornos de realidad particulares.
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