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Todos en algún momento hemos sido víctimas de pensamientos obsesivos, por ejemplo cuando decimos que los recuerdos malos cuestan tanto de olvidar, olvidar a alguien que amas, que hay cosas difíciles en la vida, o el arriesgarse a vivir cosas nuevas por temor, que es muy difícil vencer la pereza, superar el rencor y el resentimiento en contra de alguien.

Este tipo de pensamientos fijos que en nuestro interior no admiten contradicción, y nos hacen sumisos ya que actuamos como si no se pudiera actuar de otra manera.

Imaginense pensando en la persona que ama, y usted hace sino pensar en esa persona, y se dice que es difícil dejar de amarle, y otra vez vuelve el pensamiento y quedas enganchado.

Esos pensamientos se apoderan de nosotros porque pensamos que no es posible dejar de pensar así. Creemos que es imposible y preferimos abandonarnos a ellos.

La realidad es que zafarse de un pensamiento obsesivo es muy fácil, 

  1. Contemplar la idea de que si es posible

El inicio de todo es pensar que si es posible, que no es difícil, que lo puedes hacer. Tienes que contemplar la idea para que pueda suceder.

La fuerza de un pensamiento obsesivo surge de pensar que es imposible pensar de otra manera, vivir de otra manera. 

Una vez ese pensamiento cobra fuerza en tu interior ya todo de ahí para adelante es más fácil. 

  1. Evitar el desocupamiento

El recuerdo y el pensamiento puede venir a darnos vuelta una y otra vez, y la solución sería no pensar en ello, pero hay tanto espacio en nuestra vida para recrear aquello en lo que no debemos pensar que por eso es difícil zafarse de un pensamiento negativo. 

La gente ha infravalorado el desocupamiento, este es uno de los peores males que puede haber, ya que en la pasividad se nos pega toda clase de pensamientos raros que nos quitan fuerza. 

Pocas personas en el desocupamiento dedican gran parte a pensar en las consecuencias de sus actos, en su futuro, en comprender a otros, y ese tiempo generalmente es reemplazado por dolores y preocupaciones. 

La única manera de evitar el desocupamiento es ponerse a hacer algo que requiera un esfuerzo de la atención, ya que si haces algo mecánico, como las tareas que haces a diario, la televisión, chatear, tu cuerpo estará activo, pero tu mente estará divagante. 

A veces la presión es el mejor remedio para una mente divagante, la presión de hacer algo en menos tiempo obliga a que tu mente se enfoque. Es por eso que las personas que se trazan proyectos personales a corto plazo para realizar en sus tiempos libres, pueden liberarse de esta plaga. 

3. Transformar los pensamientos 

Un pensamiento obsesivo está conectado con otros pensamientos que le sustentan y le dan fuerza. Desempoderar implica quitar fuerza, invalidar, de tal manera que quede reducido a nada, quitarle todo valor a ese pensamiento. 

Usted tiene que pensar en todas esas cosas que sostienen ese pensamiento obsesivo. Si es el amor por una persona, debe pensar si es la única persona genial que existe en el mundo, que quizás no le has dado oportunidades a otras personas. 

Si es rencor, usted debe de pensar que es un ser humano que comete errores, que eso lo pudo haber hecho usted, que esa persona no tuvo ciertas oportunidades. 

Si usted va pensando lo contrario, entonces ese pensamiento obsesivo va perdiendo fuerza hasta perder toda validez. 

4. Transformar la emoción

Usted puede pensar algo de forma lógica pero finalmente son sus emociones las que mandan y esto no es tán fácil de transformar. 

Transformar emociones requiere ser inundado por otro tipo de emociones. Usted deberá hacer esfuerzo por encontrar otro tipo de pasiones, otro tipo de entretenimientos que por su fuerza, te impida ser arrastrado por otro tipo de emociones. 

Aquí debes ser algo creativo, buscar actividades que te produzcan otras emociones, por ejemplo salir con amigos, hacer deporte, y cualquier cosa que sea emocionante. 

Se que parece difícil pero la verdad es simplemente hacerlo, y para hacerlo debes de incluir una primera vez en tu vida, donde lo intentas.