El autoengaño es una forma de evadir la realidad, de decirnos cosas que nos ubican en una situación donde el problema desaparece. Es de lo más perjudicial que puede haber, porque de una mentira que se dice a usted mismo el único perjudica es usted.
El cerebro nos engaña para poder seguir adelante en diferentes situaciones
Toda nuestra personalidad está bajo el dominio de nuestros deseos. Nuestra mente aún no ha podido dominar los instintos y las emociones irracionales. Podemos creer que no debemos hacer algo racionalmente; pero finalmente cedemos ante el deseo de hacerlo. Usted puede creer que una pareja no le conviene, o que un vicio no le conviene, pero usted termina cediendo.
La base de todo ser humano para actuar es la confianza, imagine usted a un ser humano que ande por la vida lleno de remordimientos y culpabilidades; no sería capaz de tomar decisiones ni luchar por sus metas, así que el cerebro como un mecanismo para mantener las fuerzas, hace un buen esfuerzo para que no nos quedemos lamentando mucho tiempo determinadas acciones, y finalmente las olvidamos, luego cuando surge algún reproche, buscamos otros culpables. Nos decimos: “es que no me dieron oportunidades”, “es que el otro no me aviso”, “es que la situación”.
Por otra parte, cuando nosotros tenemos un deseo muy grande de hacer algo, este empieza a inundar nuestro pensamiento con toda clase de justificaciones, nos decimos a nosotros mismos mentiras, para así poder llevar a cabo una acción. Entonces si deseamos a alguien, decimos que llevamos mucho tiempo en una relación rutinaria, y que merece tener un momento de pasión, y si es un vicio decimos que al fin y al cabo no es tan dañino, y si es en el trabajo, decimos que no trabajamos bien porque no nos brindan todas las condiciones. Así con cada cosa en la vida, nos llenamos de mentiras para justificar nuestra falta de capacidad o de dominio.
Por qué es tan difícil detectar el autoengaño
El autoengaño surge en nuestra mente, por tanto, surge a partir de todos nuestros conocimientos, todas nuestra experiencias, tristezas y alegrías. Cuando nos empeñamos en hacer algo, para poder hacerlo necesitamos justificarnos a nosotros mismos para poder ejecutarlo. Es ahí, cuando nuestra mente busca en cada rincón de los recuerdos, cada argumento, cada experiencia que pueda usar para hacerlo.
Usted en un inicio puede no estar de acuerdo con hacer algo, o puede que reconozca una falla suya, pero luego estos sentimientos son ahogados en un sinfín de justificaciones donde usted termina creyendo que era la mejor decisión.
Por otra parte, su personalidad no es capaz de cargar mucho tiempo con sentimientos duros, ya que bajo ese estado, nadie es capaz de salir adelante, así que el cerebro busca manera de superarlo con el autoengaño. Por ejemplo, usted pierde todo su dinero en una jugada financiera, entonces es más fácil, echarle la culpa a otro, que usted hacerse responsable.
Tipos de autoengaño
- Echarle la culpa a los demás
Siempre ante cualquier situación, se ve fácilmente los errores de otros, y es difícil detectar nuestra culpabilidad. Siempre es culpa del gobierno, de la familia, de los dioses, de los vecinos, de la pareja.
- Aplazar los asuntos, evadir.
Una manera es evadir un asunto para no enfrentarlo, entonces usted debe de resolver algo con carácter urgente; entonces lo aplaza, siempre va a aparecer algo más urgente por solucionar, y así usted se dice que no tiene tiempo de revisarlo, que tan pronto tenga un espacio lo va a mirar, y resulta que no termina mirando nada.
- Convertirlo en una virtud
Esto sucede mucho, pensemos en alguien que tiene un vicio, entonces se dirá así mismo que ese vicio antes es bueno, porque lo hace más inteligente, o porque en el fondo trae unos beneficios para la salud, porque es una oportunidad para encontrar amigos. Si es respecto a actitudes de la personalidad, entonces, si la persona es iracunda, dirá que antes es mejor porque es la única manera que le respetan, si es desordenado, dice que es mejor porque es descomplicado.
Ejemplos de autoengaño en la vida diaria
Existen cientos de mentiras que nos decimos a diario, forma parte de nuestro diario vivir, pero entre las que más destacan tenemos.
1. Eso no me afecto, antes mejor.
Es muy normal en la vida encontrarnos en una situación donde nos sentimos ofendidos, degradados. Por ejemplo, cuando nos deja la pareja o nos engaña, cuando nos despiden de un trabajo, cuando se burlan de nosotros. En estos casos, la medida más fácil que tomamos es hacer de cuenta de que nada pasa, como si esto solucionara lo que sentimos. El problema está, en que esa sensación de impotencia se esconde gradualmente en nuestro subconsciente, y resurge en formas de falta de seguridad.
Esta usted destruido por saber que el amor de su vida se fue con otra, entonces usted se dice: “mejor que se fue”, mientras se desliza una lagrima en su mejilla. Usted debe de ser sincero con sus sentimientos, si le dolió, no debe de ocultárselo a usted mismo, porque solo reconociendo sus sentimientos sabrá que sucede en su vida, y le dará soluciones.
2. Todo esto que me dicen es por envidia.
En nuestras relaciones con los demás es muy frecuente los choques. Si bien es cierto que el más incompetente está observando los errores de los demás para sacar ventaja, también es cierto que no somos perfectos, y el cometer errores o estar equivocados, puede ser muy frecuente. Cuando nos señalan nuestros errores, en vez de reflexionar porque nos lo han dicho, tomamos una actitud defensiva y lo vemos como una agresión. Y para evitar la penosa aceptación y el esfuerzo que implica corregirse, optamos por decir que los demás están en nuestra contra, que nos tienen envidia. Así, lentamente nuestras fragilidades se nos van escondiendo, generándonos cada vez más problemas, y siendo más difícil de descubrir sus causas.
Esto es muy perjudicial, porque le impide mejorar como persona y como profesional. Es muy difícil ver las cosas desde adentro, y muchos ojos que nos ven a diario pueden tener una visión acertada de nosotros. Cuando le digan algo, usted debe de apuntar y mirar que puede estar ocasionando esa percepción.
3. No soy materialista, el dinero no se necesita.
Es cierto que lo material es pasajero, y es lo interno lo que realmente vale la pena cultivar. Pero también es cierto que la parte material en la que nos movemos es importante, de la misma manera que una tasa es tan importante como el liquido que conserva dentro, sin lo uno, no hay lo otro. Debemos aprender a ser equilibrados.
En esta búsqueda espiritual suele caerse en un desprecio por lo material, donde el dinero se ve como malo y el cuidado del cuerpo también. Esto es una manera de escapar muchas veces de la dura realidad, en la que nos sentimos impotentes, y encontramos en esa parte espiritual un refugio donde lo material no representa nada, y por tanto, no hay que enfrentarlo.
4. Soy muy positivo, todo está bien, ¡todo está bien!
Esa es una buena actitud, y en momentos de caos hay que mantener la confianza y la compostura. Nuestros pensamientos tienen una enorme influencia en lo que nos sucede, según pensemos eso atraemos.
El problema está en creer que todo se soluciona a punta de pensamiento positivo o de visualización. Poco puede hacer el poder de la mente ante sucesos que nacen de la falta de cuidado, de preparación y de esfuerzo. Si no descubrimos las causas de nuestros conflictos y no los enfrentamos, entonces estás se harán cada vez más invisibles, y surgirán en formas más sutiles, que debido a nuestra extremo positivismo no veremos las cosas como son. En este aspecto también debemos ser equilibrados.
Usted no se puede decir que después de que un negocio fracaso, entonces todo está bien. No está bien, usted está mal; lo que no puede hacer es derrumbarse. Más bien dígase que tiene la capacidad de cambiar la situación; pero no niegue lo que sus ojos, y su lógica le muestra.
5. No necesita a nadie.
Decimos esto cuando nos abandona un ser querido, cuando en quien confiábamos nos ha decepcionado, o cuando surgen problemas con los demás. Entonces tomamos una posición dura, nos aislamos, e intentamos hacerlo todo por nuestra cuenta.
Esa actitud si bien nos hace fuertes, también es una forma de evadir la realidad, de no hacer el esfuerzo de mirar si fui el del error, de no preocuparme por desarrollar habilidades para ganarme a los demás. Somos seres sociales, necesitamos a los demás tanto como ellos nos necesitan a nosotros. Es importante aprender a no depender de nadie, como también es importante aprender a tener buenas relaciones, y que a pesar de los conflictos seamos capaces de llegar a acuerdos.
No somos capaces de hacer todo por nosotros mismos, ni nuestra ropa, ni la casa donde vivimos, ni muchas cosas, no se engañe, usted no puede hacerlo todo. Aprenda a confiar en las personas, eso sí, no busque a cualquiera, sepa con quien andar; pero no se mienta de esa manera, porque la vida se le puede volver una carga muy pesada.
6. Esa persona no sirve para nada, no hizo nada.
Cuando las personas en un trabajo por alguna razón no resulto como esperábamos, cuando en una relación una persona nos lastimo o nos engaño, o cuando alguien nos lastimo con un comentario o rechazo; entonces atacamos a esa persona desvirtuándole todo lo que hace, como si esa persona no sirviera para nada. Eso no es cierto, la gente sirve para algo, por algo está vivo, y por algo usted confió en esa persona inicialmente.
El único perjudicado de que usted no vea a las personas como son, es usted, ya que no verá a las personas como son realmente, si no como usted se las imagina, y luego sufrirá un duro choque contra la realidad. Si alguien le rechazo, o le engaño, usted debe de ser capaz de decir que le dolió mucho su desprecio; pero que debe de reconocer que es una persona inteligente, y que se le puede aprender muchas cosas.
7. Yo soy una persona buena, y puedo lograr muchas cosas.
Está bien algo de autoestima, y pensar en grande, pero si su vida no es la más excelente y está llena de caos, usted deberá sincerarse a sí mismo y mirar en qué medida usted es tan bueno como cree.
Solemos sobreestimarnos, sobrevalorar nuestros esfuerzos, creemos que somos muy buenos, cuando en realidad somos unos flojos, mediocres, perezosos, irresponsables. Vemos los errores de los demás y no los nuestros. Apréndase a ver como es en verdad, no se diga mentiras de que es bueno cuando no lo es. Al fin y al cabo el único perjudicado si su vida sale mal, es usted. Para empezar a mejor, debe aprender a identificar que está mal.
Sobre como nos decimos mentiras respecto a lo bueno que somos, ya hable en mi artículo: «las cosas buenas le suceden a la gente buena y no al contrario»
8. Yo esto lo puedo cambiar cuando quiera, algún día lo voy a hacer.
Las personas no cambian fácilmente, porque el cambio requiere muchísimo esfuerzo, a no ser que se reciban grandes presiones, el cambio por propia voluntad no suele suceder. No se diga mentiras, usted no va a dejar de ser infiel, no va a dejar de ser irresponsable, si no se hace un compromiso sincero.
Mire desde hace cuanto tiempo viene tratando de lograr algo, haciéndolo a medias, empezándolo y dejándolo sin terminar, desperdiciando esfuerzo y dinero. Usted tiene que hacer una reflexión muy grande, luego tomar una decisión sincera que va a cambiar su vida, debe medir todo el esfuerzo que estará dispuesto a hacer para conseguirlo, y luego lo hará de una vez por todas. No se mientras diciendo que algún día, no pierda su dinero empezando una y otra vez, no debilite su voluntad diciendo que una última vez. Si tomo una decisión respétese a si mismo y cúmplala.
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