Una de las cosas que pueden llegar a generar mayor desgaste en nuestra vida, son las relaciones que llevamos con nuestros compañeros de trabajo. Dado que un espacio tan pequeño debemos convivir la mayor parte de nuestro tiempo con personas de todo tipo de carácter, niveles de consciencia, traumas. Esto hace que puedan surgir todo tipo de conflictos, el inconveniente es que en una empresa todo se llega a saber, pero de manera distorsionada.

De La siguiente lista; puede haber alguien con algunas características o varias, e incluso nosotros mismos podemos estar actuando así sin que nos demos cuenta. Antes de empezar a hacer la clasificación, espero que no encasillen a las personas, debido a que cada ser humano es tan diferente, y las circunstancias que llevan a una cosa son muy variadas, ninguno es un cumulo de maldades ni tampoco de virtudes, y a la largo todos podemos tener muchas cosas buenas y malas. 

1. Alguien acostumbrado a hablar de los demás, también hablara de ti.

Los seres humanos no solemos ser muy conscientes de cada una de las cosas que hacemos, simplemente actuamos conforme estamos acostumbrados a actuar. Así que esperar que alguien acostumbrado a atacar a los demás no lo haga con uno; es muy difícil. De entre las personas más peligrosas que hay, es el que se comporta bien con todos, pero que habla mal de todo el mundo. Aparentemente son buenas personas, porque a uno lo tratan bien, y hace caer en cuenta de los defectos y faltas de todos los demás, pero tan pronto volteemos la cabeza, seremos sometidos a sus burlas, a sus comentarios.

Son indetectables, porque este sujeto suele ser amigable, y en son de amigo te puede comentar las faltas de otros y todas las cosas que hicieron mal, incluso puede parecernos entretenido y esclarecedor todo lo que nos dicen. Ellos cuidan muy bien su imagen, no suelen enfrentar a nadie, todo lo hacen por detrás. Lo curioso es que todo y todos le parecen mal, menos ellos mismos, y son capaces de hacérnoslo creer.

Ellos tienen un gran problema de autoestima, y por ello tratan de aminorar la fuerza de los demás y aumentar la suya propia; pero dado que no tienen la suficiente personalidad para enfrentar a nadie, entonces siempre cuida muy bien de llevarse bien con todos.

Una vez detectado quien es, hay que estar pendientes de con quienes hablan, y rápida y disimuladamente ir aclarando todo lo que vaya dejando en el camino.

2. Las personas que son muy sensibles y que tienen una profunda agresividad.

No hay combinación más peligrosa que la de una persona sensible y a la vez agresiva. Este tipo de personas que todo les duele en el alma, son personas que no olvidan fácilmente, que por todo se sienten. No suelen considerar los sentimientos de los demás, debido a que solo están concentrados en sí mismos. Así que si les llegas a ofender, a hacer quedar mal, deberás estar preparado para una oleada de ataques programados y fuertes que vendrán de todos lados. Estas personas sencillamente no perdonan y dedicaran gran parte de su tiempo, a planear como hacerte verdadero daño en todas sus formas, quieren verte sufrir, y tomarán todo el tiempo que sea necesario para verte en el suelo.

Ellos son personas con profundos resentimientos, con un pasado lleno de abusos, así que solo buscan asegurarse de que nadie les lastime. Son profundamente inseguros ya que temen a que las cosas les salgan mal y por eso son tan prevenidos.

Debido a que cualquier cosa les ofende, hay que estar pendientes de su cambio de actitud, y apresurarse a aclarar las cosas, a hacer las paces. Lo importante para ellos es sentirse queridos, asegurarse que nadie les va a hacer daño.

3. El mal cuenta cuentos, como los malos comentarios dañan un ambiente laboral.

Todos sabemos que la mayor parte de los problemas son de comunicación. Nuestra mente tiene muy poca capacidad para interpretar toda la cantidad de información que nos llega de afuera, así que a veces entendemos a medias. Por otra parte al expresar algo lo solemos hacer condicionado por nuestros preconceptos. Así que esperar a que todo lo que nos digan sean cien por ciento fiable es muy difícil. Sin embargo, hay personas que interpretan más mal que otros y comunican más mal que otros.

Son indetectables debido a que son muy simpáticos, ya que, ¿a quién no le encantan las historias?, y ellos son muy buenos y se ganan el aprecio por ello. El problema es que la mayoría de las cosas que dicen son mentiras. Los podemos distinguir porque a la hora de ellos contar algo en lo que también nosotros hayamos estado presentes, difiere enormemente de lo que verdaderamente sucedió. Son muy buenos para aumentar, disminuir, agregar o cortar cosas de una narración, dejando un concepto completamente equivocado del asunto. ¿Se imaginan a esta persona hablando de nosotros?

Estas personas les gustan llamar la atención, ser apreciadas. Para ello se ganan el afecto contando historias que gusten a los demás. Pero el mundo real es poco interesante, no suele suceder nada más allá de lo normal, así que para entretener al público, debe hacer una buena edición, colocándole villanos, héroes (por supuesto el mismo), dramas, etc.

Ellos no son mala gente, pero su mala interpretación de las cosas, y su edición de los hechos, hace que sin nadie darse cuenta, puedan surgir problemas en base a un cumulo de mala información rondando por todos lados.

La mejor manera de tratar con ellos, es haciéndolos hablar bastante, ya que les encanta ser escuchados, y de este modo evitaremos que nos pregunten cosas que después transmitirán de manera errada. Por supuesto no todos distorsionan lo que dicen, sino que son gente muy amena para contar cosas verdaderas. Eso a larga también depende del nivel de consciencia.

4. El que ama el poder y reconocimiento sobre los demás.

No hay nada peor que un necio con poder, ya que es como un niño con un arma, no lo sabe usar y además cree que es divertido destruir a alguien.

Se sabe que son obsesivos con el poder, cuando ensalzan sus propias obras, las magnifican y dan muy poco crédito a los demás. Entonces al aparecer alguien con más talento, es inevitable que se sientan celosos, y a falta del talento, entonces aminoran lo que otros hacen y hacer caer en cuenta de errores de los demás.

Ante este tipo de personas hay que mantener un perfil bajo, ya que toda muestra de talento lo puede tomar como una agresión. En tanto no lo sobrepases, no tendrás problemas con esta persona.

5. Tal y como un niño, ellos solo quieren divertirse.

No hay nada de malo en un poco de humor, pero cuando una persona recurre a las charlas pesadas para divertirse, entonces es peligroso. Este tipo de personas por lo regular no tienen educación, o no tienen ningún tipo de consciencia respecto a cómo se sienten los demás. El solo busca divertirse, no es cruel ni malo, solo que no entiende que es lo que hace, solo le parece divertido. El no entiende que el otro se siente mal, antes le parece divertido que el otro se ofenda, tal y como lo haría un niño. Son personas que pasan tiempo observando a los demás, analizando cuál es ese defecto y como lo usara para hacer reír. Curiosamente siempre tienen una respuesta para todo, y si alguien le reclama algo, siempre dirá que es charlado. Son peligrosos, porque al estar destacando los defectos y errores de los demás, entonces le genera un profundo sentimiento de inseguridad que se ve reflejado en el trabajo y calidad de vida. Son indetectables, porque se ve como normal lo que hacen.

Lo mejor que se puede hacer es divertirlos, ya sea con humor, con historias, etc. Eso buscan y eso hay que darles. Si no contamos con este tipo de personalidad, entonces hay que ponerle un semblante completamente serio, para que no se tome confianzas que no debe tomarse.

La mejor defensa no es el ataque. 

En todos los aspectos de la vida, se aplica el arte de la guerra. En nuestra vida diaria, no tenemos mucho tiempo para ponernos a pensar en estos temas, ni mucho menos a aplicarlos. El ponernos a ensayar trucos para hacer daños a los demás, para defendernos, hace cometer errores, y aparta nuestro pensamiento de lo que verdaderamente debemos hacer. El tener la mente concentrado en esto, hace que nuestro pensamiento se llene de sentimiento de persecución, de venganza. Total que a la larga se sale cometiendo errores.

Es por ello que mis recomendaciones no van encaminadas a usar artimañas en contra de los demás, ni hacerles ataques, sino más bien, en una serie de pautas, para tener relaciones afables y saber prevenir futuros imprevistos. Y la mejor de todas esas pautas es concentrarnos en hacer unas pocas cosas bien. En medida de unos logros, obtendremos confianza y poder, lo cual irradia una atmósfera de respecto.