Ya sé que hay mucho artículo en internet sobre la procrastinación, y pues también voy a dar mi versión, que es diferente a otras, porque mis lectores saben que me gusta ir a la raíz de las acciones, para combatir causas y no efectos, y porque definitivamente es uno de los grandes males de este siglo, que está detrás de la falta de disciplina, el no lograr tus metas y de tantos vicios.
5 razones por las que procrastinas.
Como he mencionado en mis artículos, el ser humano siente el impulso natural a buscar el placer, y huir del dolor y la insatisfacción. La insatisfacción de hacer algo mecánico, repetitivo y que no genera ningún placer, es por eso que la mente va generando cientos de pensamientos que se encargaran de evitar que lo hagamos. Las siguientes son las causas ocultas por las que procrastinas.
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Pasaste de jugar a esforzarte en un solo momento.
La vida de niño y de adolecente es muy buena, cero responsabilidades, todo es un juego, y el estudio pues se hace charlando entre amigos, y si no, para eso está copiar las respuestas del examen, incluso en la universidad se pasa hasta bueno. Pero llega un momento en que ese joven debe de enfrentar la vida solo, las responsabilidades, y sobre todo afrontar las largas jornadas laborales, ya no es un juego, es real.
Sucede que ese salto de vivir una vida de relajo, a pasar 8 horas de trabajo diaria, con presión, y haciendo algo que no te gusta, es un voltaje demasiado fuerte y la mente necesita descansar y por eso busca algo que le brinde satisfacción inmediata.
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Todo el mundo necesita un abrazo y una palmadita en la espalda, y no la hay.
Enfrentar los retos de la vida de un momento a otro, pone a prueba nuestra seguridad y confianza en sí mismos, en el fondo somos esos niños asustados, que necesitan seguridad y protección. Necesitamos esa frase de: “Buen trabajo muchacho”, para cuando aprendimos por sí mismo algo que no sabíamos, cuando teníamos miedo de que algo saliera mal, y entonces salió bien, y si salió mal que alguien nos dijera: “estoy contigo, todo va a salir bien”.
Pero nuestros padres no están al lado, lo que ocurre es que a todo momento estas dando oportunidad de mostrar tus fallos, de que alguien se burle de ti, y que te digan que no sirves, es decir, demasiada presión para nuestra frágil e insegura autoestima. Es por eso que buscamos algo que nos brinde placer, que nos ayude a escapar de ese mundo caótico.
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El placer de los sentidos.
Somos animales de costumbres y no podemos dejar de lado aquello con lo cual crecimos. El sentido del gusto es muy fuerte, de niños pasamos de chupar el seno de la madre, al tetero, al chupo, y luego todo se lleva a la boca, después, viene esa época en la que sueles masticar el lapicero, y después viene la época que necesitas tener un cigarrillo en la boca o masticar un alimento, de abrir el paquete de papitas. En el fondo no has podido abandonar el chupo.
Pero también están los placeres visuales, la mente es novedosa y necesita ver cosas nuevas que encuentras en las series de la tele, en los videojuegos, y en las imágenes que publican tus amigos en Facebook. Que decir de los placeres auditivos, necesitas escuchar música mientras trabajas y los audífonos puestos mientras vas al trabajo. ¿Qué tengo que hacer algo?, espera yo le subo el volumen a este tema que me encanta.
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Esas necesidades de comunicación.
Somos personas sociales, crecimos en un ambiente de grupo, con los compañeros de estudio, con la familia, con los amigos del barrio. Los amigos siempre tienen algo divertido que contar y olvidarte de los problemas, alguien para desahogarte, y además esta esa mujer (u hombre) que te encanta y que quieres hablar con ella (o él).
Hoy en día es demasiado fácil estar en contacto con alguien. Todo el mundo necesita internet para trabajar y a través del mismo internet podemos estar en contacto con esos amigos sin hacer tanta bulla que alarme al jefe.
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La cultura del relajo.
En Japón es muy conocida la frase que la voluntad supera la inteligencia. Ellos con voluntad en 40 años llegaron a construir una potencia mundial después de ser destruidos por dos bombas nucleares y el hecho de que Japón no es que tenga muchos recursos naturales. Son personas muy cumplidas, responsables, y se esfuerzan a largo plazo. Caso similar de Alemania, que se convirtió en potencia mundial después de haber quedado destruida en la segunda guerra mundial, y que fueron las mujeres que levantaron el país, porque los hombres y los niños que servían a Hitler, fueron asesinados.
Pero en países latinos como Colombia, a pesar de todos los recursos naturales, y no haber sufrido esas catástrofes, vivimos una cultura del relajo, del mamar gallo. “Ahora lo hago”, se dice con tanta facilidad como se incumple. Así crecimos, no tenemos ese código de honor, ese sentido de responsabilidad.
5 claves para superar la procrastinación y las distracciones.
Las anteriores razones son la causa por la que te refugias en cosas más interesantes que hacer, que esa tarea que tienes en frente. Pero eres consciente de que debes mejorar, ya que como hable en mi artículo las claves para tener éxito, hoy en día hay mucha competencia, la mano de obra está siendo reemplazada por la tecnología, y por tanto debes de mostrar que eres importante en una empresa y eso se logra siendo eficiente, para lo cual debes dejar de procrastinar.
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Debe abordar tareas por un periodo de tiempo fijo.
Ya les dije que ese salto de niños que juegan a hombres responsables es un salto muy grande. Y por eso el pretender esforzarnos por 8 horas seguidas o hacer tareas muy largas, es demasiado. Por eso debemos hacerlos en porciones que somos capaces. Haga esfuerzos por 20 minutos. Se debe decir, voy a ser capaz de dedicarme a esta tarea durante 20 minutos concentrado en ella y sin distracciones, empezando a las 8 horas. Si dijiste que a las 8, entonces a las 8, como lo hable en mi artículo: “la importancia de tener palabra”. Debes estar en un estado donde tú dominas la situación, y no eres el dominado, esto es vital.
Para ello les recomiendo la siguiente extensión de Google Chrome: 20 cubed, que muestra un mensaje cada 20 segundos de que debes descansar. Por otra parte, otro de los grandes males modernos es el agotamiento de la vista, que debe descansar cada 20 minutos. Ese descanso debería ser de 30 segundos o un minuto. Es como para tomar un respiro y sentir que lograste una meta, la de no distraerte por 20 minutos, y así estar descansado y motivado para volver a empezar.
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Cada hora debe darse un descanso de 10 – 15 minutos.
Se dice que la mente no es capaz de concentrarse en algo por más de 2 horas, porque se embota y por tanto necesita distraerse. Pero dos horas de esfuerzo es algo que para el cuerpo de un procrastinador no es fácil. Así que dejémoslo en una hora. Después de haber hecho esos 3 esfuerzos de 20 minutos, llega el momento de hacer lo que te gusta.
Escucha y disfruta unas buenas canciones, ve a la nevera por una deliciosa Coca-Cola, abre el Whatsapp y chatea con un amigo, fuma un cigarrillo, mira en Facebook las fotos en las que te etiquetaron. No es un mucho pedir para el disfrute, estamos hablando que esperas una hora.
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Planee y organice todo muy bien de tal manera que no se interrumpa.
Hacemos demasiadas cosas al mismo tiempo, y las cosas quedan a medias. No se preocupe por todo lo que tiene que hacer, al menos haga una de tantas cosas, y hágala bien, ojala la más urgente de ellas. Planee todo muy bien, de tal manera que no tenga que volver a hacer, ni se interrumpa. Organice el espacio de trabajo, las herramientas que necesita, de tal manera que usted se pueda concentrar.
Una vez usted empiece a hacer lo que se programa, ya no abra tiempo para replantear, ni volver a empezar. Acostúmbrese que cuando usted decidió hacer algo, no hay marcha atrás, sin importar las consecuencias. Es la única manera de asegurarse de que usted logra lo que se propone. Si falla, entonces corrija una vez haya terminado. No se permita interrumpir, y anota en un blog de notas, todo lo que se le vaya ocurriendo que crea que es importante. Puede usar Google Keep para tal labor. Una vez haya logrado la tarea, o finalizado el día, mire cómo puede hacer eso pendiente.
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Genere un mecanismo de presión.
No estamos preparados para hacer las cosas por nosotros mismos. Si eso fuera verdad, nadie tendría la necesidad de ir a una empresa, si no que todos harían lo que tienen que hacer desde sus propias casas. La razón porque no trabajamos en casa, es porque no haríamos nada, cederíamos a cualquier entretenimiento. Necesitamos un jefe encima que nos vigile, compañeros de trabajo que nos digan que están esperando un informe nuestro.
No cultivemos acciones que nos lleven al relajo, establezcamos mecanismos de presión. Ubique su computador con la pantalla a donde todo el mundo mira lo que usted hace. Aparte toda distracción. Deje el celular en el bolso, no lleve papitas al puesto de trabajo. Diga en términos muy claros a otros que es lo que va a hacer, y a qué horas lo va a entregar. Al quedar expuesto deberá cumplir.
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Genera una conexión emocional o de interés con lo que está haciendo.
La razón de tanto desgano por hacer las tareas, es que son repetitivas, monótonas, aburridas. Por eso debemos conectarnos a ellas a través de hacer que nos generen algún tipo de emoción. Puede convertir esa actividad en una competencia para ser mejor que sus compañeros. Es decir, el que termino la labor más rápido, el que la hizo mejor, el que menos errores cometió, al que le quedo más bonito.
Si no tiene compañeros, entonces el reto es con usted mismo. Mejores sus propias marcas, mida que tan rápido lo hizo ahora respecto a la vez anterior, mire hasta qué punto es capaz de hacer algo sin distraerse, piense en la forma de evitar acciones que le hacen perder tiempo.
5 Técnicas para hacer un trabajo más eficiente.
Vivimos en una sociedad consumista, donde trabajamos para un sistema económico, y el esfuerzo va a lucrar a los demás. Luchamos por alcanzar cosas que no necesitamos, porque es de moda, porque es la última versión, porque es de lujo. Esto hace que necesariamente necesitemos más dinero, y por tanto debamos invertir en más estudio y trabajar más duro. Al trabajar más duro, menos tiempo hay, se genera más estrés, y tendremos más necesidad de entretenimiento, de distraernos. Luego al finalizar la dura jornada laboral, para poder sentir una sensación de alivio, nos entregamos a gastar dinero en cosas que nos dan un placer efímero, para lucro de algún emprendedor que monto un negocio de comidas rápidas. Esto tiene algunas ventajas, te hace abandonar tu zona de confort y te obliga al esfuerzo que no eres capaz de hacer sin motivación.
Así funciona el mundo, y por tanto tienes dos opciones: Conformarte con lo que tienes, ser un tipo desapegado que nada lo inquieta, o lo otro es ser exitoso en tu campo. Los que no la tienen clara son los que tienen más problemas. Para los que eligen la opción B están las siguientes recomendaciones.
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Evite la profundidad y la reflexión, solo avance.
Deje de ponerle tantos adornos a lo que hace, no piense en como lo hace. Haga y haga, avance y avance, produzca y produzca. Usted tiene una tarea por hacer y solo hágalo. Esto evitará, divagaciones filosóficas, crisis existenciales, en momentos y lugares que no es para ello.
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Establezca un marco de tiempo y recursos apretado.
Según la ley de parkinson, mientras más tiempos nos den para hacer algo, más tiempo nos vamos a demorar haciéndolo, lo mismo pasa con el dinero. Si te dan 1 hora para hacer algo, eso te demoras, y también lo puedes hacer en 20 minutos. Por eso pon un tiempo fijo para hacer algo, y trata de terminarlo en ese tiempo, con las herramientas que tienes. Porque siempre vas a necesitar más tiempo, siempre habrá una herramienta que necesitas, siempre habrá un obstáculo. No dejes que esto se convierta en excusa y solo hazlo.
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Mejore, cree una versión 2.0 de usted mismo
No trabaje para los demás, trabaje para usted mismo, no lo haga porque alguien lo aplauda, sino porque para usted es importante progresar y hacer las cosas bien, y desde ese momento dejará de sentir tanto la presión y el estrés, ya que a quien rindes cuentas es a ti mismo. Haga las cosas bien, porque si las hace mal, el único perjudicado es usted mismo. Todo en la vida progresa, mientras usted duerme, hay otras 20 personas mejorándose a sí mismo, para quedarse con lo que usted tiene. Sé más rápido, más inteligente, más preparado, más fuerte.
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Enfado en la calidad.
Las cosas que haga, cada vez que las haga luche por mejorarlas. Mire que procesos están sobrando, como puede hallar un modo más rápido de llegar del punto A al punto B, que cosas se necesitan para hacerlo mejor. Es importante hacer esto, porque por cada cosa que tú haces, hay otros 20 productos innovadores y más económicos, o personas que lo hacen mejor que tú.
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Posición, alimentación y deporte.
No dejes que tanto trabajo te consuma, y no dejes que pase el tiempo hasta llegar el día que no puedas hacer nada. Tu problema es que todo el día estas una posición a la que no estás acostumbrado, consumes más alimento del que necesitas, y el cuerpo fue hecho para moverse, y no lo mueves, y eso lleva necesariamente a la enfermedad. Mejora tu posición al sentarte, haz pausas activas, come menos, y haz ejercicio, ahora que estas a tiempo. De este modo evitarás cultivar problemas futuros, que se traducen en estrés.
Foto vía: Vinoth Chandar