Cuanto hieren nuestra alma, es natural sentir enojo como un mecanismo de defensa. Hoy en día el perdón es un acto cultural, más que de consciencia, y por eso nadie perdona de verdad. El perdón es un acto de mutuo acuerdo y esfuerzo, y de cuando se debe perdonar y cuando no, según los procesos de la mente, es de lo que hablaremos hoy.

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El falso perdón y sus consecuencias emocionales.

Cuando por cultura se dice que hay que perdonar, y damos él abrazo, y visualizamos el perdón, sin que nuestra alma sane; entonces ese mecanismo de defensa del organismo es silenciado, y puede que seamos objetos de abusos en el futuro porque nos acostumbramos a no reaccionar.

El sentimiento de dolor no desaparece solo, si no que se esconde en niveles del subconsciente más profundos, reapareciendo en forma de aburrimiento, rabia y otras emociones. Por otra parte el subconsciente de alguna manera busca compensar ese dolor y busca agredir de manera imperceptible a esa persona o otros.

Las personas no aprenden si no son conscientes.

El acto de perdonar de manera cultural, hace que las personas no sean conscientes de sus actos. Básicamente piensan que pueden hacer lo que les dé la gana, y con tan solo pedir disculpas se soluciona todo. No hay responsabilidad de lo que hace.

Usted es valioso, pero cuando su amistad y su perdón lo regala, es como si su amistad no fuera algo valioso por lo cual luchar. Se debe de enviar el mensaje que su amistad hay que cuidarla bastante.

Construcción mutua para perdonar.

El perdón viene cuando la otra persona se esfuerza por compensar sus actos, cuando es consciente de lo que hizo.

Cuando la otra persona lucha por tu perdón, cuando compensa de alguna manera el daño hecho; entonces el perdón surge de manera natural. Sabes que te hicieron daño y también que luego te hicieron mucho bien, así debe de funcionar.

El perdón frente a la venganza.

Muchas veces de manera inconsciente, afectamos la vida de otros, y estos de manera natural se vengan y nos causan mucho dolor. Una persona inteligente y sana emocionalmente no le duele tanto y perdona con facilidad.

Las personas con profundas heridas emocionales no perdonan fácilmente, y se vengas. Si nosotros reaccionáramos ante toda venganza con más violencia, entonces todos seríamos destruidos, y consumidos por espirales interminables de odio y destrucción. Si ante la venganza del otro, tú te vengas, entonces ambos se destruyen, mientras que si ante dicha venganza tu detienes tu golpe, entonces el ciclo de destrucción termina ahí, y habrá un futuro para los dos.

Conclusión.

Se perdona si el otro se gana el perdón, no se reacciona ante la merecida venganza porque si no el ciclo de destrucción no termina.

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