Estos 3 factores de manera inconsciente los buscamos desde que nacemos. Porque sentimos ese impulso, de qué manera lo buscamos y cuáles son los mecanismos en nuestra mente para lograrlos es lo que hablaremos.

La búsqueda de la Felicidad es dictada por nuestros instintos y entorno.

Los instintos son unos impulsos básicos que deben ser satisfechos para subsistir como especies: La seguridad, La procreación, la alimentación, resguardo, entre otros. Cualquier carencia en estos aspectos nos hace infeliz, y además pone en peligro nuestra vida. Lo siguiente es que la felicidad es algo que dicta el entorno. El no cumplir con ciertos parámetros culturales nos hace infeliz. Un ejemplo muy sencillo es que ciertas comunidades del Amazonas, pueden vivir tranquilamente sin muchas comodidades modernas, mientras que para una persona de ciudad debe tener celular, internet, carro, etc., para ser feliz. Aunque nos sintamos víctimas de la sociedad de consumo, todo esto forma parte de nuestro progreso, porque dichas tecnologías nos abren muchas posibilidades. Lo principal es no llegar a ser absorbidos completamente por dicho consumismo porque puede afectar nuestra vida negativamente. Finalmente la felicidad en un estado mental en la que usted es feliz mientras usted crea que ha logrado cosas que se ha propuesto, que cree que necesita, el no logro de estas es la infelicidad. Por ejemplo para unas personas les hace infeliz estar solos, y para otros estar solos es lo mejor. Todo depende de nuestras emociones y creencias respecto a la felicidad. A usted lo puede estar haciendo infeliz sus creencias hacerlo de lo que es ser feliz.

El logro de la felicidad es finalmente un estado de madures.

La felicidad es un estado de plenitud, mientras que un estado de carencias es la infelicidad. La falta de cosas que creemos que necesitamos nos hace infelices. Piense en todo lo que tiene, por ejemplo, la salud, un empleo, el amor de seres queridos. Son muchos los que no tienen nada de esto y aun así luchan, no se rinden ni tampoco se dejan abatir. Ahora mire todo lo que hace infeliz, lo que cree que le falta para sentirse pleno, ¿acaso es el hecho que donde vive hace mucho calor?, ¿el hecho de que le falta el último modelo del vehículo?, ¿el no haber ido de vacaciones?. Esto es normal, nuestra mente siempre está pensando en lo que cree que le falta más que en aquello que ha logrado o tiene, esta es una forma en que nuestra mente se asegura de siempre luchar, progresar y mejorar en todos los aspectos de la vida. Si bien es importante no ser conformistas, no debemos dejar que cosas que no son tan necesarias, puedan tener el poder de hacernos infeliz. Una persona que no reconoce lo que ha logrado, que no disfruta lo que tiene, que está llena de deseos por conseguir muchas cosas, y que cualquier cosa le afecta; es necesariamente infeliz. Por ejemplo una persona es infeliz porque no tiene trabajo, y no aprovecho ese tiempo para prepararse, si no que todo el tiempo se quejó, luego cuando consigue trabajo, en vez de aprovechar para aprender, para retarse como ser humano y ser el mejor, lo único que hace es quejarse de ciertas condiciones, entonces ambos estados le hacen infeliz, por tanto la infelicidad está en él.

Hay gente de una profunda sensibilidad, que son niños grandes, que aun necesitan protección, porque cualquier cosa les hace daño; como el clima, el murmullo de la gente, la falta de reconocimiento, el que no se cumpla sus caprichos, y que en general que su entorno no se ajuste a lo que él cree que debe de ser. Esta fragilidad es producto de un profundo miedo a que el entorno le haga sufrir y por tanto debe de controlarlo para que no le haga daño, y al no poderle controlar, entonces cada cosa le hace daño. Muchos son frágiles porque no están acostumbrados a enfrentar la vida, son como pequeños críos, que son lanzados de un momento a otros a una selva desconocida y por tanto hostil. Otros son frágiles porque han sufrido golpes de la vida, las heridas no han sanado porque no tiene la sabiduría para curar y transformar dichas heridas, y por tanto ante sus heridas abiertas, cualquier leve golpe de la vida es una herida mortal. Muchas veces una persona es infeliz porque esta lleno de cosas que le hacen infeliz, y cuyo remedio sería luchar por liberarse de ellas. La felicidad es un estado de madures espiritual, en el aprendemos a aceptar en donde estamos y lo que tenemos, en donde sabemos adaptarnos al lugar y condiciones en donde vivimos, sabemos sacarle el máximo provecho a lo que tenemos, lo disfrutamos y gozamos al máximo, y aun así sabemos conservar ciertas ambiciones y deseos, las vemos como un reto y esto garantiza nuestro continuo mejoramiento, en la medida que mejoramos estaremos más plenos. Esta madures nace de haber aprendido a enfrentar la vida, ya que la vida no la ve como un obstáculo, como una carga, si no como algo que merece ser vivido, y por tanto es capaz de disfrutarla.

El éxito una medida de nuestra capacidad.

Estamos llenos de deseos, de cosas por lograr, esto es una forma en que la evolución garantiza el mejoramiento de sí mismo. Lo que no mejora, empeora y desaparece. El mejoramiento es vida, porque las cosas muertas nunca van a mejorar, ni luchan por mejorar. La vida es una constante lucha por lograr ciertos estados. El nacer es un estado y es un triunfo. El aprender a montar bicicleta, el haber terminado el año escolar, el conseguir el primer trabajo. Cada estado en la vida, exige de nosotros unas capacidades para estar ahí. Si al vivir los procesos que exigen ciertos estados no lo logramos de la mejor manera, entonces habremos fracasado, de dichos fracasos debemos aprender para mejorar, y lograrlo la próxima vez. Por eso es que cada cual obtiene lo que se merece, porque es hasta donde su capacidad alcanza, si tuviera más capacidades obtuviera más cosas. Nadie se puede sostener en un estado mucho tiempo si no tiene la capacidad para estar ahí. Todo sube y cae por su propio peso, en esto la vida es muy justa. Cada triunfo es una herramienta, un arma, un tesoro, un talento, una oportunidad, que te ayuda para otros retos, otras luchas. Mire un simple acto como el saber hablar, que otros le entiendan con claridad, y que además sean persuadidos por sus ideas. Dicha persona es exitosa en ello, y con dicho talento podrá lograr muchas cosas.

Desafortunadamente estamos llenos de cosas a medias, porque cada cosa que hemos logrado en la vida no es fruto de un esfuerzo consciente, si no de la presión de las circunstancias. El hablar, el seducir, el trabajar, y cada actividad, son cosas que hacemos de manera mecánica, por imitación, por costumbre, y no el fruto de aplicar unas técnicas para hacerlo de la mejor forma. En muchos aspectos de la vida fracasamos porque no somos conscientes de cómo estamos haciendo las cosas. Usted no puede hacer algo bien si no sabe lo que está haciendo, ni como lo está haciendo. La inteligencia es darse cuenta de las cosas, y de cómo pueden ser hechas de la mejor manera. Cada fracaso, cada cosa que haga mal hecha se convierte en un obstáculo y por eso la mayor parte de nuestra vida, estamos luchando con el fruto de nuestros errores. Supongamos que usted fue a estudiar y no aprovecho ese estudio, entonces dicho tiempo fue desaprovechado, dichas energías fueron perdidas, y al momento de aplicar dicho conocimiento a algo, será un fracaso, y no solo será un problema en su vida, si no que producirá un problema en la vida de otros. Es por ello que en la medida de lo posible hagamos las cosas de la mejor manera posible, seamos conscientes de aquello que vamos a hacer, para luego no abandonarlo, para no hacerlo a medias. El éxito finalmente no es salir en televisión, ni viajar por el mundo, esto es una consecuencia no una causa, sino que es el acto y el fruto de cada cosa bien hecha en nuestra vida.

El liderazgo. ¿Por qué es tan fuerte el impulso por conseguir poder?

En este mundo existen dos fuerzas, una que presiona y otra que es presionada. La que hace las reglas, y la que sigue las reglas. La primera puede ser más feliz, y la otra más infeliz. La primera es más exitosa y la segunda no lo es tanto. Sabemos que el ser humano es un triunfo de la evolución, logro sobrevivir y triunfar entre tantas especies animales. Impuso sus leyes, y todas los demás animales debieron adaptarse, muchos de ellos se extinguieron. La vida tiene un curioso sentido de la competencia, en donde los mejores atletas, los mejores competidores se quedan con la medalla, con la corona de la vida, como lo dirían los antiguos filósofos. En este aspecto la vida parece que tiene preferencias, discrimina lo fuerte y lo débil, lo que es exitoso y lo que no lo es, siempre está en un proceso de selección, en donde las hojas más débiles del árbol de la vida son desprendidas y tiradas al suelo.

La vida es como el dueño de una empresa que contrata para si los mejores empleados, los que se adaptan a sus condiciones, los que hacen la labor más rápidos, los más resistentes a la jornada, los más simpáticos que se llevan mejor con todos, en definitiva los más exitosos. Suena un poco duro lo que digo; pero afortunadamente este no es un blog de motivación, si no de tomar consciencia. Existe un impulso natural a tener poder y ser mejor que otros. Esto viene desde los animales, miremos por ejemplo en los leones, en los lobos, y en muchas especies, en las que luchan por llegar a ser machos alfas. El macho alfa por lo regular se queda con lo mejor de todo. Este impulso sigue latente en el ser humano de una manera más sutil. De manera inconsciente buscamos el alago de otros, halamos de las cosas en las que lo hicimos bien, y ocultamos detalles en que fracasamos, porque buscamos destacar, mostrarnos fuertes.

Es entonces natural el impulso por tener más poder. Poder es sinónimo de libertad. Si tienes poder eres libre de hacer lo que quieras, porque los puedes hacer. Si no tienes el poder entonces debes adaptarte a lo que dicen los que tienen el poder, y eso de cierta manera nos cohíbe la libertad, porque debes hacer algo aunque no quieras. Es entonces esta la principal fuerza natural que impulsa a un ser humano a tener el poder, el hecho de querer ser libre, de en algún momento hacer lo quiera, cuando y como quiera. Toda forma de opresión, de presión, de cohibición, también nos hace infelices. Finalmente el poder, no está en llegar a gobernar una nación, en tener miles de seguidores, porque esta no es causa si no una consecuencia. Poder es la capacidad de manejar nuestra vida, pese a las circunstancias, es decir que aun cuando tengamos que cumplir las normas de otros, somos capaces de sacarle el mejor provecho a la situación, de tal manera que pueda aportar cosas valiosas a nuestros propósitos. El verdadero poder está en dominar nuestras debilidades, en manejar nuestra vida personal, si una persona es capaz de hacer eso, necesariamente ese talento, lo llevará al triunfo en cualquier aspecto de la vida.