El autoengaño es uno de los mecanismos del cerebro que nos permite aislarnos de cosas que no podemos superar y de este modo evitar el dolor, sin embargo, esto también puede hacer que permanezcamos años atados a situaciones conflictivas sin tener la menor idea de nuestra responsabilidad, la cual generalmente es dirigida hacia otros.

La mente nos engaña acerca de nuestras responsabilidades.

De las cosas más difíciles de asumir es la responsabilidad de los acontecimientos que salieron mal.  Sencillamente además de vergonzoso, es doloroso, ya que la corrección de algo siempre va a requerir mucho esfuerzo.  Normalmente en nuestra vida solemos cometer errores, cosas que no podemos controlar ni medir el alcance de sus efectos, como una palabra mal dicha en el momento inadecuado, una decisión errada que perjudica a todos, una reacción inadecuada ante una suceso mal interpretado de parte de nosotros, un impulso que no fuimos capaces de controlar, el no haber logrado algo por falta de talento y disciplina, etc.  Cientos de sucesos suceden a diario, y las situaciones que vivimos son fruto en parte de la presión de las circunstancias, y también son fruto de cada una de las decisiones que tomamos.  Es muy duro asumir la carga de cada una de las cosas que salieron mal y por eso es que en nuestra mente surgen mecanismos para ocultarlo.

Para entender porque el cerebro en muchas situaciones decide ocultar nuestra responsabilidad, tomemos el caso de un accidente de tráfico, en donde por manejar ebrio usted atropella a una mujer embarazada.  Esto es una carga demasiada dura, que sencillamente puede acabar con su autoestima.  Ahora imagínese donde el cerebro pusiera alerta ante cada cosa mal hecha, entonces sencillamente no tendríamos paz alguna.  Asumir las responsabilidades para cosas como el fracaso amoroso, laboral, etc, es algo muy duro, y por ello la mente desvía la responsabilidad a otros factores como: El gobierno, la sociedad en que vivimos, Dios, los padres, etc. Desafortunadamente esta conducta del cerebro tiene sus ventajas y desventajas, por una parte evita impulsarnos a conductas autodestructivas debido al sentimiento de culpa; pero por otra parte no permite que enfrentemos y superemos la situación.

La mente nos engaña respecto a quienes nos enamoramos.

Ante la fragilidad que sentimos frente a las situaciones duras de la vida, entonces siempre buscamos refugio en un componente externo.  Ya sea una ideología, una persona, un vicio.  Si la persona no cree en nada ni en nadie, entonces será ese orgullo, ese sentimiento de superioridad (autoengaño); su refugio.

Normalmente somos un cumulo de vacíos, de inseguridad, de temores, de sueños, y cuando encontramos alguien que nos llene, que nos de seguridad, entonces nos aferramos a ello, como el niño chiquito se aferra a su madre. Entre más ese algo supla todas esas necesidades internas, entonces más admiración, más enamoramiento despertará en nosotros.  El enamoramiento no solo es hacia otra persona, sino también ante cualquier cosa que de cierta manera nos llene, ya sea un equipo de futbol, un vicio de cigarrillo, un culto en cualquiera de sus formas.  El cerebro nos hace creer que eso a lo que nos aferramos, es maravilloso, que solo trae cosas positivas para nuestra vida.

Enfrentando nuestra propia realidad: La mente puede mentir, pero la vida no.

Afortunadamente la realidad es clara, ella no engaña, aunque la mente si lo haga.  Usted puede estar convencido de algo; pero si los hechos no sustentan ese convencimiento, es porque usted se está engañando a sí mismo. Hay mucha gente que se creen más listos que todos, y más sin embargo su vida es un desastre, entonces quizás no es tan listo. Usted no se puede considerar tan especial, y más sin embargo lleva una vida digna de ser admirada, entonces tal vez usted tiene más capacidad de las que cree; pero ojo en este punto, que usted también puede creer que su vida es especial y más sin embargo este también puede ser un autoengaño.

La vida se anda sin trucos para con nosotros, y es en las vivencias en donde está la prueba de todo.  Por ejemplo usted se puede considerar la pareja perfecta, y más sin embargo todas sus relaciones son un fracaso, entonces la culpa no es de las demás personas que siempre le pagan mal, sino que es un asunto de cosas que usted está haciendo mal.  ¿Porque razón todas las personas malas habrían de buscarle a usted?, nadie es tan importante como para que desconocidos le estén buscando para hacerle daño. Esto mismo se puede aplicar a muchas circunstancias de la vida.

Una vez usted acepta que algo está haciendo mal, entonces en ese momento usted empieza a enfrentar la situación de tal modo que en algún momento pueda superarla. Aunque hay quienes nacen en situaciones muy adversas, esas situaciones de cierta manera pueden ser generadas o atraídas por la persona, ya que la naturaleza en ninguno de sus aspectos, suele actuar por asar.  No hay que pasar años de meditación para descubrir la verdad acerca de nosotros, mire su vida y sabrá donde está ubicado ahora.  Si identifica esto, entonces sabrá por dónde empezar para llegar a donde quiere estar. Para saber cómo está haciendo las cosas, entonces; así sea poco lo que tenga, pero es algo digno, entonces va por buen camino.

No siempre hay verdad en lo que nos dicen los demás.

A lo largo de nuestra vida encontramos personas, cultos, libros, etc, que nos ofrecen con absoluta certeza la verdad, la solución, y la felicidad. Más sin embargo, el hecho de que alguien proclame la verdad acerca de algo, no quiere decir que la tenga.  No les pidamos mangos al manzano.  ¿Si usted está en una situación difícil porque habría de buscar concejos en amigos quizás más equivocados que usted? Si quiere concejos sobre cocina vaya al mejor chef de la ciudad, si quiere concejos de dinero lea un libro de alguien que ha amasado fortunas, si no ha tenido suerte en el amor, acérquese a aquel que las conquista a todas.  Si quiere concejos sobre lo que nadie conoce, entonces deberá esperar y ocuparse de las cosas que tiene enfrente, y no apresurarse a conocer cosas para las que quizás no está preparado.

Los seres humanos no somos tan diferentes unos de otros, todos tenemos más o menos los mismos tipos de dificultades y limitaciones. Es por eso que de aquello que nos digan los demás pueden venir cosas ciertas como falsas. Esta es la razón por la que deberíamos ir abandonando la dependencia de factores externos para solucionar nuestra vida, y confiar en nuestro propio criterio.

Hay una distancia enorme entre los pensamientos y la realidad.  Quizás podemos leer cientos de libros acerca de cómo actuar en la vida, y de cómo es esto y lo otro; pero a la hora de las vivencias, puede ser algo muy distinto. Usted puede leer mucho acerca de cómo nadar, y en su mente imaginar cual es el mejor movimiento, pero si usted no la ha experimentado, entonces el día que caiga al mar, se ahogara.  La verdad que cada uno necesitamos, solo viene de las cosas vividas y superadas, pero esto es un proceso lento, y debemos ser pacientes.  Si se confunde; entonces no tome muchas cosas, aprenda a simplificar su vida, y todo será mucho más claro.