Una visión equivocada de la vida lleva a unas malas decisiones y por tanto de ahí para adelante todo estará mal. Casi nadie es capaz de calificarse a sí mismo de manera certera, porque la mente con la que se revisa, utiliza sus propios argumentos equivocados para hacerlo. El tener una visión equivocada de la vida, al final solo afecta a la propia persona, y debería ponerse el suficiente cuidado.
Sobre cuáles son esos aspectos de la mente que te impiden ver lo que realmente sucede en tu vida y lo que está pasando en la realidad, es de lo que hablaremos hoy.
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La emoción dicta la realidad, no la mente
Todos saben que el instinto es mucho más fuerte que la razón. Obedecemos a impulsos biológicos de procreación, a instintos de protección, de supervivencia. En medio del instinto y la razón está la emoción, que viene a ser ese tenue deseo que nos termina por convencer de actuar de un modo. Siendo la razón la de más reciente desarrollo, entonces no tiene suficiente poder sobre nuestra personalidad. De este modo, el novio quiere ser fiel a la novia, pero ante un fuerte deseo y emoción que le produzca otra persona, su mente se llenará de argumentos para poder justificar la infidelidad y terminará haciéndolo.
Bueno, ese es solo un ejemplo cuando se siente el deseo por otra persona. Ahora imaginémonos todas las emociones que se mueven en nuestra vida diaria. Miedo a perder el empleo, ganas de sobresalir y sentirnos importantes en nuestro entorno, deseo de comprar algo nuevo, rabia por el mal manejo de una situación, inconformismo con lo que gana, incertidumbre respecto a algo que le dijeron, desconfianza en los líderes del país, inseguridad en su hogar debido a unos recientes robos en la cuadra, etc. Con todas esas emociones convivimos cada día, las cuales nos dicta como debemos comportarnos.
Cuando usted empieza a ser gobernado por una emoción, usted empieza a actuar sin darse cuenta. Supongamos que usted escucha en las noticias, que alguien dijo que Estados Unidos está sufriendo grandes problemas por la invasión de tanto latino, entonces debido a nuestro orgullo nacionalista nos sentimos ofendidos. Ha habido casos de repudio público por los comentarios racistas de Mel Gibson, el reconoció que eso había arruinado su carrera. O cuando entrevistaron al cantante Tiziano ferro y que dijo que le gustaban las mujeres mexicanas, algo que termino por condenar su carrera. Está claro que muy pocos se atreverían a montar un club de fans, mostrando lo logros de estos personajes, al contrario, miles de personas suelen publicar noticias mostrando siempre lo peor de la persona, lo cual puede terminar afectando una visión de real de las cosas. Así como con este ejemplo, sucede con ese mar de emociones en el que nos movemos a diario.
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Unir puntos equivocados y excluir los otros ángulos
A partir de la emoción generada se crea un patrón de conducta que guía de ahí en adelante la percepción, que tendrá por propósito reafirmar esa percepción. Es como por ejemplo alguien que es comunista, o es ateo, o es fanático religioso musulmán, cualquiera que sea su ideología, esta enfocará su atención en aprender conceptos que reafirman esas concepciones.
La explicación para actuar de esa manera en sencilla, solo nos esforzamos por aquello que nos gusta. De entre todas las cosas que hacemos en el día y de las cosas que nos pueden entretener, de las menos divertidas es ahondar en la realidad de las cosas que escuchamos a diario, no nos daría tiempo, sin embargo, cuando una filosofía nos llama la atención, entonces podremos dedicar un poco más de tiempo a investigar. Por ejemplo, alguien que sea un satánico, se sentirá motivado a leer la biblia satánica de Anton Lavey, y leerá la biblia cristiana no con el propósito de encontrar mensajes bonitos para aprender, sino que la leerá con el propósito de encontrarle errores. Lo mismo sucede con nuestra opinión de las personas, si alguien te cae mal, no te acercarás a él con el fin de mirar que cosas importantes le puede aprender, sino que te acercarás con el fin de encontrarle cosas malas.
Así con cada cosa, usted dedicará más tiempo a aprender sobre cosas en las que cree, y tratará de no perder tiempo investigando cosas que no le agradan, y si lo hace, lo hará para ver cosas malas. Por ejemplo, que usted sea una persona que odia al presidente de la nación, entonces cuando vea una noticia positiva de la persona, pensará que es mentira; pero si ve algo que hable mal de esa persona, entonces leerá la noticia, la compartirá, hará un comentario negativo y puede tender a exagerar y a tergiversar lo que lea. Así funciona con todas las emociones que nos produce cada cosa en la vida diaria. De esta manera usted irá armando su propia realidad equivocada de la vida.
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Una mentira repetida varias veces se vuelve verdad, algo incómodo al repetirse se vuelve normal
Todos sabemos que las cosas que el mentiroso termina creyéndose sus propias mentiras, del mismo modo la personas que se acostumbra a la visión equivocada de la vida, termina completamente convencido de esa realidad, y haciéndole imposible ver las cosas de otra manera, le parecerá imposible que las cosas no sean como él dice.
Todos sentimos algún tipo de repudio, resistencia hacia algo, pero una vez hecho, se verá normal, y se justificará. Por ejemplo, una persona puede ser un pacifista que se dedica a salvar a los perros de la calle, pero debido a un fuerte suceso, se siente inconforme con la clase política de su país, luego puede leer discursos que indican que la forma de derrotar a esa clase política es tomar las armas. En un principio puede sentir repudio por quitarle la vida a otra persona de esa clase política, pero luego de involucrarse con otras personas que piensan igual, hace su primer asesinato, quizás esa noche sienta algo de culpa, pero luego lo verá de lo más normal, llegando a asesinar a cualquier persona, incluso a ser capaz de torturar.
Así con este ejemplo extremo, sucede de forma más sutil en nuestra vida diaria. Cuando usted acepta algo, usted vivirá en medio de las consecuencias de sus actos, en medio de sus propias creencias, y le parecerá que todo está bien.
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Lo que todo el mundo dice y da por defecto
Solo podemos hacernos una concepción del mundo en que vivimos a partir de lo que vemos y oímos, la mayoría de esas cosas que vemos y oímos, es porque otros han decidido que estén ahí, y también han decidido de qué forma deben aparecer y que mensaje deben de dar. La mayoría de las cosas que nos muestra el mundo es mentiras. Es sino mirar un perfil de Facebook, muchas veces es solo una imagen edulcorada de la vida de una persona, que no muestra lo que realmente le sucede, sino lo que el otro quiere que veamos, incluso hay quienes se hacen pasar por otra persona. Si es así con un simple perfil de Facebook, entonces que diremos con tantas cosas donde se maneja dinero e influencia. Por otra parte, la realidad suele ser aburrida, nadie cuenta a otros una historia normal, solo se cuenta cosas extraordinarias, y se exagera un poquito.
A diario nos llega mucha información de la cual no tenemos tiempo de verificar todo lo que escuchamos, así que debemos asumir que es verdad. Nadie podría sobrevivir sino confiara en nada de lo que le dicen, no podría ni siquiera ir al doctor. Muchas de las cosas sobre las que tenemos opinión, no es más que cosas que escuchamos; pero no hemos verificado que es así. Todas las culturas son diferentes, no es lo mismo la cultura árabe a la japonesa o a la latina. Del mismo modo que la cultura árabe tiene fuertes paradigmas asociados a la religión musulmana, en nosotros los latinos puede haber paradigmas que mantienen atado a alguien a la pobreza y a muchos temas conflictivos en la vida diaria.
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La mente sólo puede concebir la realidad a partir de lo conoce
Igual que un niño no puede imaginar lo que se verá en la universidad, así mismo una persona falta de diversas experiencias, no podrá concebir cosas más allá de lo vivido. El mundo, el universo, la vida, es una cosa demasiado inmensa como para alcanzar a concebir toda su dimensión. Muchos se quedan con lo que le enseñaron, y con el estilo de vida de siempre. Nadie puede salir de situaciones, si no la enfoca con un conocimiento diferente, y una forma de actuar diferente. Si piensa y actúa de la misma manera entonces vivirá siempre con los mismos problemas. Cambiar de situaciones, implica cambiar de paradigmas y para ello debe aprender y vivir cosas nuevas. Lo que sucede con algunos es que aprende algunas cosas, y ya creen haberlo aprendido todo.
Muchos andan con una mentalidad de niños, en una piel de adulto, creen saber de las cosas porque desde su lógica las ve así.
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La mente crea una versión amable e irreal de la vida, y una versión en la que no le toque esforzarse
A nadie le gusta sentirse mal y vivir mal, pero cuando esto es irremediable y para no quebrar nuestro espíritu, entonces nuestra mente crea una versión edulcorada de la propia vida. Es por eso que nos duele tanto que nos digan la verdad, que nos hagan sentir inferiores, entonces alguien nos puede decir algo con mucho sentido, que nos lastima, pero es real, entonces la mente lo asume como agresión, y es ahí donde surge sentimientos de desprecio ante quien nos lo dice.
No solo sucede con nuestra personalidad, sino con nuestro estilo de vida, en donde justificamos nuestra carencia y nos hacemos creer que es algo positivo. Alguien puede pasar una situación difícil, entonces piensa que es una prueba de dios, que le está probando su fe. Todo siempre lo acomodamos para no aceptar la realidad de lo que vivimos. Porque sucede otra cosa, no nos gusta esforzarnos.
Nos gusta las filosofías facilistas, en donde no hay que hacer nada, en donde la culpa es de los demás, de este modo, evitamos hacer un esfuerzo que implica el cambiar. Entonces empieza a echar la culpa de sus problemas a todo, si es ateo, entonces responsabiliza de sus problemas al gobierno, si es religioso, entonces sus problemas son pruebas de dios, y en muchos casos, se puede culpar a otro país.
El perjuicio que implica no ver la realidad como es
De este tema de la percepción equivocada de la realidad hablo mucho en el blog, de hecho lo toque en mi último artículo en el que hable sobre nuestra tendencia a aferrarnos a ciertas filosofías para escapar de la realidad. Es un tema que a bien pocos le interesa, pero que nadie alcanza a imaginar de qué forma afecta cada aspecto de su vida. Por supuesto es más cómodo ponerse a leer otra cosa, seguir confiando en lo que otros dicen, culpar a otros. Pero a la larga el único perjudicado es uno mismo. Deberíamos hacer un esfuerzo por ver las cosas como son, aceptar las cosas como son, porque solo a partir de ahí viene el cambio.