Pensamiento activo se diferencia del pensamiento pasivo en cuanto a que nosotros somos conscientes de lo que pensamos y sostenemos dichos pensamientos en nuestra mente hasta el desarrollo de una conducta o el logro de una acción. El pensamiento pasivo surge de recibir constantemente estímulos e impresiones ý por tanto no somos dueños de lo que pensamos, y tampoco lo controlamos. Nuestras conductas, nuestras decisiones y acciones, son el resultado de nuestros pensamientos. Las circunstancias que vivimos están atadas a cada una de nuestras acciones, el cambio en cualquier aspecto siempre es difícil, y para eso la mejor forma de lograr algo, es utilizar el pensamiento activo.
Tres factores por los que nuestras circunstancias no cambian.
1. La dificultad de tomar decisiones.
Las circunstancias en las que nos encontramos están atadas a nuestras decisiones, ya que elegimos como actuar respecto a ellas, y en cualquier momento podemos cambiar el curso de los acontecimientos con tan solo una decisión. Tomar decisiones es difícil porque implica abandonar una posición a la que estamos acostumbrados, y luego enfrentar una nueva circunstancia de la que no sabemos si nos va a salir bien. Tener una actitud para cambiar las situaciones en las que vivimos o enfrentar unas nuevas, requiere fuerza de voluntad y talento, del cual muchas veces carecemos.
2. El talento que nos falta para el logro.
Básicamente podemos hacer cualquier cosa, si un hombre (o mujer) en el mundo ha hecho algo, nosotros también; porque también somos hombres (o mujeres). Pensamos que el éxito de alguien está atado a su buena fortuna, lo cual no es del todo cierto, porque la buena fortuna en manos de un tonto es desaprovechada y termina por perderla, mientras que alguien talentoso puede cultivar más. La clave está entonces en el talento. Lo que nos diferencia unos a otros es el talento, y determinas situaciones requieren ciertos talentos. Lograr un proyecto requiere el talento de la disciplina, lograr conquistar a quien le gusta requiere otros talentos, lograr ser un empleado requiere un talento adecuado a la labor.
3. Las costumbres acumuladas por años nos deterioran.
Llevamos cultivando una forma de ser y actuar por años, y la probabilidad de cambio es más bien escaza, porque dicho cambio requiere años de esfuerzo consciente en un mismo sentido, lo cual es difícil en parte al ritmo de vida, y también porque requiere esfuerzo. La vida es cambio, y con el tiempo nos vamos deteriorando, deteniendo y finalmente muriendo. Queremos muchas cosas y luego con el tiempo terminamos sobreviviendo según las circunstancias que nos tocó.
4. El facilismo y el entretenimiento.
Muchas veces nuestra vida es tenue, puede suceder por un trabajo que no nos gusta, hacer lo mismo a diario, o por desear tantas cosas buenas que no tenemos. Entonces buscamos la salida en el entretenimiento, y las máquinas de sueños fáciles. Todo nuestro tiempo libre nos dedicamos al entretenimiento, mientras que por otra parte nos podemos dedicar a algo que consideramos que cambiara nuestra vida. Muchos arrojan sus esperanzas a su fe, aquellas fuerzas invisibles que le salvarán por un poco de dedicación (que conste que no soy ateo), otros a las causas políticas en las que ciertos líderes en esta ocasión si cambiaran el mundo, y finalmente los que por otra parte nos sumimos en libros mágicos que nos darán la solución fácil a toda nuestra vida.
El único camino es la acción.
No nos auto-engañemos la única forma de cambiar algo es la acción clara y decidida sobre cada una de las circunstancias de nuestra vida. Las buenas ideas solo sirven a través de la acción, e incluso si alguien tuviese el poder de salvarle, usted debe dedicarle de manera disciplinada algo de su tiempo. Si la solución viene a través de la fe, usted debe dedicar un tiempo a ciertos rituales que le solucionarán la vida, los cuales a decir verdad son muy efectivos en tanto se hagan bien. Por otra parte si la solución viene de un líder social, usted debe dedicar su fuerza a apoyarlo, a seguir sus normas, y finalmente esperar que sus decisiones, cambien tu vida. Finalmente los que buscan la solución en los libros, devoran ideas que para su aplicación requiere años. A la final, sea cual sea el medio, todo se reduce a la acción, todo depende de una decisión y de algo que usted debe de hacer por algún tiempo. Una sola buena idea llevada a la práctica puede hacer la diferencia, y es ahí donde está la dificultad.
Las dificultades en el pensamiento para ejercer la acción.
1. El pensamiento sostenido y concentrado.
Esta es en parte la gran dificultad, porque se nos olvida hacer las cosas. Hoy podemos tener una idea, y mañana tenemos otra o simplemente nos olvidamos de lo que nos habíamos propuesto. Si usted quiere hacer algo, debe tener una idea fija en la mente de tal modo que puede hacerla a diario. La mayoría de nosotros hacemos algo y pensamos en otra cosa. En el trabajo usted piensa en los problemas de su hogar, y en su hogar piensa en los problemas del trabajo. Su pensamiento no está presente en lo que hace, si no que se mueve de un lado a otro.
2. El pensamiento libre y la digestión de las impresiones.
Para usted tener todo su potencial mental disponible para la acción este debe de estar libre. Nuestro pensamiento vive ocupado todo el tiempo, pensando en una cosa y otra, debido a que cada momento lo vivimos ocupando en acciones pasivas. Cuando no estamos trabajando, estamos viendo televisión, conversando, leyendo un libro, etc. Su pensamiento debe dedicar esfuerzo a estas actividades, y finalmente todo propósito se pierde en ese cumulo de ideas. Uno puede dedicar su tiempo a la lectura; pero esas buenas ideas empiezan a divagar en la mente, sin finalmente poderlas aplicar. Por otra parte antes de empezar el trabajo, podemos llegar con una buena actitud, y luego en medio de las labores la mente divaga, y pierde toda buena intensión. Así mismo con cada acción que haga, la cual atrapa la atención, dejando divagar a la mente entre una idea y otra.
3. La costumbre de los pensamientos.
Todo lo que pensamos es la forma habitual de nuestro pensamiento cultivado por años, muchos de ellos equivocados. Es muy difícil que de un momento a otro estos pensamientos sean abandonados, y luego se siembren ciertos pensamientos. Entre más tiempo dedique usted a algo, más se arraiga en la conducta y el subconsciente. Es decir que por mucho que usted quiera dejar de hacer algo, no podrá, porque la mente buscará de algún modo realizarlo.
4. El estilo de vida.
La forma en que vivimos no está hecha para generar nuevas conductas. La forma habitual de vida está condicionada a lo que puedas hacer en el trabajo, y luego algo de distracción y descanso. El cambio requiere abandonar ciertas actividades para dedicarlas a otras. La idea no es abandonar todas las actividades que hacemos, ya que nos convertiría en unos desadaptados, con inclusos más problemas que antes. El éxito en la vida siempre parte en la capacidad de adaptación al entorno y sus actividades. La clave es hacer lo mismo de siempre, y aun así separar un espacio para cultivar una costumbre nueva.
El pensamiento activo como solución.
Estamos claros que la aplicación de algunas de nuestras ideas logrará un cambio significativo en nuestra vida. Sabemos que la acción solo surge a partir del pensamiento. Es entonces donde debemos optar por forzar nuestro pensamiento para que haga una determinada acción. Con pensamiento activo me refiero a que usted en medio de una actividad, no va simplemente a dejarse llevar por la forma habitual en que usted reacciona. Si no que debe de tener una idea predeterminada, una estrategia, una mejor solución atada a un propósito superior, en el que debe de aplicar para ser exitoso en ello. Entonces dicha idea debe de gobernar la actividad.
Pasos para el pensamiento activo.
1. Definición y proyección del pensamiento.
Usted debe de estar claro que es lo quiere de la vida, y como debe proceder. Debe saber que puede hacer y que no puede, cuando y como. Una vez hecho esto debe procurar que lo que vive se adapte a estas ideas. Si usted no lo tiene claro, entonces las ideas divagantes gobernarán su acción.
2. Pensamiento atado a la acción presente.
Si por ejemplo debe de hacer una actividad en su trabajo, por ejemplo hacer algo rápido, entonces debe decirse: “lo voy a hacer rápido, voy a encontrar una manera de reducir tiempo y esfuerzo”. Esto es mucho mejor que dejar que su mente divague en cosas que muchas veces no tiene que ver con lo que está haciendo. Por este medio usted será más consciente de lo que hace, tendrá más concentración.
3. La Motivación como norte.
Usted debe a cada momento recordar que es lo que va obtener con el esfuerzo que está haciendo, de esta manera siempre tendrá alientos para hacerlo. Por ejemplo: “No voy a dejar que esto me consuma, mi propósito es el siguiente, y lo voy a conseguir lo más pronto posible”.
4. Pensamientos estratégicos.
No consiste en repetirse ciertos pensamientos positivos, porque finalmente usted de tanto repetir empezara a divagar. Debe de ser pensamientos conscientes e inteligentes, orientados a evitar que surjan en usted las debilidades, y favorezca el desarrollo de talentos. Es como un concejero sabio que le dice la mejor forma de actuar en cada situación. Solo que es usted mismo programando su mente para hacer una actividad de la mejor forma.
5. Rescate buenas ideas tanto de los demás como de los libros.
No puede programar su mente a partir de sus preconceptos equivocados. Si quieres desarrollar un talento, debes primero aprender de aquellos que lo hacen de la mejor forma. Si eres tímido y requieres de seguridad, aprende sobre cómo ser seguro, y luego repite esas ideas en tu mente a lo largo de las actividades en las que eres tímido.
6. Conserve energía.
Duerma bien, coma lo suficiente, diviértase en medidas proporcionadas. Mantenga un buen estado de ánimo, mantenga con alientos. De este modo tendrá energías para mantener esta nueva forma de vida.
6. Empiece ahora.
No puede dejar aplazar las cosas buenas para una mejor ocasión, la mejor acción siempre es ahora, y entre más pronto mejor. Por supuesto no debe de empezar con toda, si no gradualmente. Defina qué aspecto de su vida requiere un cambio, y en qué momento puede aplicar el pensamiento activo. Luego debe definir qué tipo de pensamientos poderosos se va a decir. Por este medio, usted logrará un cambio significativo en su vida.
Los 3 tipos de acciones básicas para programar.
Son cientos de cosas que uno puede hacer, pero las hay que son más fundamentales que otras, y es en ellas que debemos programar nuestra mente a través del pensamiento activo.
1. El pensamiento activo para el empleo.
Para sobre vivir en este mundo y ser una persona exitosa y ganar bien, usted debe de tener un empleo, y mucho mejor si en este es exitoso. Entonces el primer grupo de pensamientos activos deben estar dirigidos a programar su mente para hacer su trabajo de la mejor forma. Usted mientras trabaja piensa en la forma que hacen las cosas los demás, en los problemas de su casa, en las injusticias de su puesto, etc. Su mente divaga en todo esto. Mejor es entonces separar espacios para cultivar el pensamientos activo y programar el desarrollo de nuevos talentos en su actividad. Piense en cómo ser más productivo, más exacto. Si todo el día va a estar haciendo algo, mejor aprovecharlo a su favor desarrollando talentos, y no dejar que le desgaste su vida.
2. El pensamiento activo para la comunicación.
Necesitamos de los demás para sobrevivir, nuestra mayor parte de la vida nos mantenemos relacionándonos con los demás. A veces el éxito en la vida consiste en saber aprovechar nuestras relaciones, y para ello debemos aprender a comunicarnos y a ganarnos a los demás. Si usted tiene habilidades de comunicación, sabrá seducir, sabrá persuadir para que las cosas se hagan a su modo, sabrá ser simpático y empático.
3. El pensamiento activo para nuestra personalidad.
Nuestra forma de pensar y actuar, moldea día a día nuestra vida. De ahí lo importante en reorganizar nuestra forma de pensar, y de actuar. Es básico para nuestra vida aprender a estar atento, aprender a ser disciplinado, a prender a organizar nuestros proyectos. Por eso debemos en ciertos momentos repetirnos pensamientos de disciplina, con el fin de programar nuestra mente para generar la costumbre de la disciplina, el orden y otras series de características que mejorar nuestra personalidad.
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