De los sentimientos más fuertes en el ser humano, son sus creencias, estas sean cual sean, son capaces de llevar a un hombre a matar o morir (terroristas suicidas) sin ningún remordimiento, lleva la resistencia del cuerpo a límites insospechado como lo hiciera Gandhi. Sobre como nuestra mente asume estas creencias y porque, es lo que hablaremos hoy. El siguiente análisis no es desde el punto de vista escéptico, ni creyente, solo muestra la naturaleza de las creencias.

El sentido de desprotección y la necesidad de sentirse seguros.

Cualquier persona que haya experimentado una sensación de auténtico pánico, me refiero a un secuestro, el estar a punto de morir, el primer sentimiento que surge en la mayoría de las ocasiones es el de las creencias. Un hombre no muy creyente puede alzar sus oraciones al cielo para que le ayude en ese momento de aflicción. Igual que un niño que llama a su madre, un hombre cuando sabe que no puede contar con sus fuerzas, siempre por instinto invoca a unas fuerzas superiores. Los animales no hacen esto, o por lo menos no que sepamos, ya que ellos carecen de ciertas características evolutivas, como son el sentido del humor, la responsabilidad social y ambiental, y también las creencias. Quizás es esa misma necesidad del hombre de encontrar un origen y un porque a las cosas, que hicieron surgir dichas creencias. Además por instinto el hombre siempre tiene necesidad de buscarle un orden a las cosas, siempre busca una fuerza superior en cada circunstancia. En el hogar es el padre, en la nación es el rey, y en el universo entonces sería un dios.

En culturas antiguas, ante la inminente muerte y los fenómenos de la naturaleza, el hombre por instinto, invocaba estas fuerzas. Empezaron alabando aquello que consideraban superior a ellos, como son la naturaleza, las estrellas, los animales, y luego con el tiempo le dieron formas e historias humanas. Después aparecieron los rituales, en las que se reunían objetos que daban la sensación de interactuar con dichas fuerzas. Finalmente mucho más avanzado en el tiempo, se pasaría de adorar arquetipos, a adorar directamente a humanos superiores. En nuestra propia naturaleza esta sumirnos ante lo que consideramos superior, ante lo que admiramos. Miremos como alguien hoy en día puede temblar en presencia de su actriz, cantante, o deportista favorito, y pagar millones por un objeto de dicho artista.

El uso del miedo y la esperanza a través de los tiempos.

En todos los niveles de la sociedad siempre hay intereses ocultos. Si hoy en día en medio de los derechos humanos, la igual del hombre y la mujer, nuestras escuelas, y aun tenemos tantos fallos como seres humanos y sociedad, entonces que diremos de aquellas épocas donde la esclavitud era algo normal y la gente era ignorante y no sabía leer. Del mismo modo que vemos robos en las empresas, mentiras que una empresa le dicen a los clientes, empleados que no les importa dejar un trabajo a medio empezar, etc. Del mismo lo había en los antiguos tiempos habían profundos errores y manejo de intereses, y mucho más en instituciones con tanto poder como las que manejaban la fe. Hay algo a lo que siempre el ser humano es débil, son sus temores y deseos.

El hombre siempre buscará la felicidad y le huira al dolor. Por eso es que las religiones siempre ofrecieron la verdadera felicidad, y el no cumplir sus leyes le llevaría a un dolor eterno. Esto es algo que no somos capaces de manejar. Si por ejemplo alguien le llamará a su casa, y le dijera que si sale de noche le va a matar, a usted naturalmente no sería capaz de salir de noche a un sin tener constancia de la naturaleza de las amenazas. Hoy en día vemos como muchas personas son engañadas con promesas de que van a ganar mucho dinero, si hacen una pequeña inversión. Son entonces estos sentimientos con los que por mucho tiempo se dominaban a las multitudes. No tengo quejas respecto a ello, ya que en las antiguas sociedades, en donde la gente era bastante primitiva, salvaje, ignorantes, entonces como haría usted para dominarlos a todos, si no a través del miedo. La principal preocupación de los gobernantes a través de los tiempos ha sido la masa enfurecida. Basta el rumor del alguien inconforme para que todo el mundo enloquezca. La religión siempre fue un buen bozal.

Sobre los que cuentan la historia.

Ahora bien, miremos el caso de que una religión depende de la transmisión oral como lo era la cábala, o el caso de la traducción de textos antiguos como el cristianismo, entonces es muy normal que con el tiempo el significado sea diferente. Hay quienes dicen que la religión católica está fundada en una mala traducción, ya que el texto original se refería a mujer joven, y no a una mujer virgen. Otros asumen como literal simbolismos antiguos. Por ejemplo las historias del génesis, eran copias de tablillas encontradas en la antigua civilización sumeria, la cual era pagana. Toda doctrina estará condicionada a la interpretación de los demás. Cada cual interpreta las cosas a su modo, dependiendo de su nivel cultural, de su educación y de su estabilidad psicológica.

Dice la historia, que Napoleón era de los que le gustaba manipular la información con miras al pueblo, para ganarse su admiración y respeto. Por ejemplo hacía que quienes difundían las noticias dijeran que su ejército gano por mayoría, sabiendo que la realidad era que la victoria fue apretada. Ahora imaginemos que usted es dueño de un imperio, la gente se le está saliendo de las manos, y ante lo único que responden es ante la fe, usted seguramente con el fin de mantener la estabilidad interviene en los asuntos de la fe. Eso seguramente paso con el imperio romano, que ante esa nueva religión llamada Cristianismo, en la cual la gente no le importaba morir por su fe, se estaba volviendo incontrolable. Entonces qué mejor que asumirla dentro del mismo imperio romano, solo que con algunas modificaciones en los textos que leería el pueblo. Cosas como renunciar a las riquezas, poned la otra mejilla, si alguien se lleva tu camisa, dale también tu capa, etc, despojan a cualquiera de cualquier resistencia y ambición, y por tanto son más manipulables.

El orgullo espiritual.

Hay algo que es prácticamente imposible de manejar, y es el orgullo espiritual. Si el orgullo que nace de comprarse un celular nuevo, un carro nuevo, un vestido nuevo es fuerte, entonces lo es mucho más aquel que nace de la espiritualidad. La razón por las que el sentimiento dentro de una religión es fuerte, es por el orgullo de creerse superior a otros. Eso de que usted está más avanzado espiritualmente que otros, de que usted es un elegido de la divinidad, y de que usted es poseedor de la verdad, es algo que no se maneja con facilidad. Incluso algunos escépticos manejan un orgullo por considerarse más listos, se dicen a sí mismos, de cómo puede haber gente tan estúpida de creer en semejantes tonterías.

Dentro de ciertas creencias ofrecen a sus participantes, el contacto con ciertos ángeles, el desarrollo de facultades, además reciben capas, que le distinguen su grado de avance espiritual. De este modo es mucho más difícil de manejar el orgullo. Lo peor del orgullo espiritual, es que dicho participante sabe que es orgullo es mal sano, y por ello lo trata de negar, y es así que dicho orgullo se esconde volviéndose ante la propia consciencia en algo imperceptible. Muchas veces en dichos grupos se exigen una cantidad de sacrificios que las personas asumen con todo gusto, porque piensa que eso le dará mucho más poder y es por eso que se sumerge más y más en dichas prácticas.

Las necesidades espirituales y su búsqueda.

Tal vez por nuestra propia naturaleza de encontrarle explicación a las cosas, es que asumimos que algo inexplicable gobierna lo que está fuera de nuestra compresión, como lo es la muerte y el universo. También por nuestra necesidad de sentirnos protegidos. El hecho es que muchos ante sus dificultades buscan sus respuestas en lo desconocido. Muchas personas con problemas ingresan a muchos grupos con la esperanza de encontrar solución a sus dificultades. La persona en dichos grupos encuentra esperanza, y gradualmente son atrapados. Porque si algo difícil de manejar es la esperanza.

Otros completamente decepcionados de la fe, de dios, se van al lado contrario. El satanismo es algo muy común, incluso su doctrina se practica por quienes ni saben de qué va. Hay satánicos que ven en el diablo una figura de rebeldía y una forma de liberarse de la opresión de las diferentes creencias. También están los Luciferinos que ven a Lucifer como el portador de la luz.  Están los setianos seguidores del antiguo dios egipcio set. Por increíble que parezca estas doctrinas, se manejan muy comúnmente a nivel popular. Se predica cosas como el triunfo personal, el desarrollo de la autodisciplina, y no poner la otra mejilla, en lo cual la compasión no es un sentimiento muy valorado. Por supuesto que hay satánicos que no creen en la disciplina ya que ellos dicen que Satán les proveerá. Finalmente están los que no creen en nada, algunos ante una profunda decepción respecto a dios, quien no les ayudo en un momento difícil, entonces deciden darles la espalda a los antiguos dioses, y adorar una nueva deidad llamada ciencia. Todo es válido en tanto la ciencia, lo acepte.

La naturaleza de la verdad y las creencias.

Sabemos entonces que las creencias son una enorme fuerza dentro del ser humano, capaz de hacerle hacer cosas increíbles, y que en momentos de plena fragilidad, por instinto el ser humano hace uso de estas creencias. Tal vez esa búsqueda tenga que ver con nuestra propia naturaleza, tal vez haya una inteligencia que sustente el universo, que gradualmente se encargue de darle un orden a este universo, y tal vez haya otras líneas de evolución diferentes a las humanas, y tal vez haya seres de otros planetas. Eso es algo que nadie puede decir con certeza si es cierto o no, porque siempre estará condicionado a sus preconceptos. En tanto alguien tenga el mismo nivel de interpretar las cosas como lo hace cualquier otro, entonces cualquier cosa no pasará de ser solo teorías de su mente, la cual es tan respetable como la de cualquier otro.

En este blog hemos hablado sobre el origen de las creencias en las culturas antiguas, y sobre el ocultismo, por si alguien quiere leer más. A la larga, pese a las propias creencias, el ser humano siempre ha tenido la responsabilidad de encargarse de su propia vida y de solucionarla de la mejor forma posible. Lo debe de hacer con sus fuerzas, con su inteligencia, desarrollando nuevos talentos. Día a día en todos los ángulos del saber humano aprendemos nuevas cosas que nos hace más conscientes, aunque también de manera natural haya mucha manipulación de la información. Si existe un bien superior, sería la de hacer las cosas bien. ¿Qué es el bien?, el bien es todo lo bueno, como lo es la alegría, la salud, el entendimiento. Eso es algo que todos buscamos y debemos desarrollar día a día sin importar las creencias. Si existiera una espiritualidad, sería la desarrollar valores superiores en la personalidad, como lo es la disciplina, la constancia, la responsabilidad, los cuales nos ayudan como individuo si no a nivel social. Esto sin importar como se encuentre la sociedad, ya que si alguien no es capaz de hacer el cambio, nosotros deberíamos ser los lideres que con nuestras fuerzas pudieran aportar algo positivo a nuestro entorno, no solo ideas, si no talento, productos y servicios que faciliten la vida.

Foto vía Éole