Nuestra personalidad es un conjunto de respuestas subconscientes ante el medio que nos rodea para adaptarnos de la mejor forma y satisfacer nuestras necesidades básicas. Esas respuestas subconscientes se convirtieron en patrones de conducta que son las actitudes en que basamos nuestras decisiones. Esas actitudes pueden afectar de manera negativa nuestra vida y por eso es importante identificarlas.

Patrones de conducta que forman nuestra personalidad.

1. Todo lo que hacemos para evitar que nos lastimen.

El dolor e incluso cualquier conflicto es una señal de alerta que nos indica que algo anda mal. De manera natural los seres humanos evitamos el dolor y por eso surge en nosotros rasgos de la personalidad que nos protegen y evitan que una situación nos cause daño.

– La falsa fortaleza para no sentirnos débiles.

Creemos que si somos fuertes entonces nada podrá hacernos daño, desafortunadamente la fortaleza no es algo que se forma con solo pensarlo. Pueden pasar años antes de que esta actitud forme parte de nuestra personalidad. Es por eso que creamos una falsa fortaleza o actitudes que nos hace sentir fuertes, por ejemplo: Agresividad en el trato de tal manera que otros se dobleguen ante nuestras actitudes, no reconocer nunca que fallamos porque sería aceptar que somos débiles, imponer nuestros puntos de vista ante los demás, no pedir ayuda. En ocasiones esta se convierte en burla respecto a las debilidades de otras con el fin de mostrarnos fuertes.

– Perfeccionismo y control de tal manera que nada salga mal.

Tratamos de controlarlo todo de tal manera que nada salga mal, y por tanto no pueda haber algo que nos cause daño. Para que todo salga bien, hay que saberlo todo y por eso nos inmiscuimos en asuntos y vigilamos a otros sin su permiso. Por lo regular se termina siendo manipulador.

– Aislamiento para no estar expuestos a situaciones de posible dolor.

En situaciones de más fragilidad en donde el mundo es percibido como algo muy hostil; entonces la mejor solución es alejarse. Si nos alejamos de las personas y de participar en actividades evitaremos situaciones incomodas que nos puedan causar dolor. Pensamos que las demás puede hacer algo que nos haga sentir mal como los chismes, las burlas. Si participamos en distintas actividades podemos correr el riesgo fracasar y por eso es mejor no participar.

– Ganar el aprecio y afecto a cualquier costo.

Si las primeras eran unas actitudes de lucha, estas dos últimas son actitudes de indefensión, ya que si nos adaptamos lo suficiente, si nos moldeamos exactamente a lo que los demás quieren, si no les enfrentamos; entonces los demás no nos lastimarán. Por otra parte la adulación es una forma de garantizar ese aprecio. Asentir a lo que los demás digan, acercarse e imitar a personas de carácter, es una forma de asegurarse que no nos van a lastimar.

2. El reconocimiento y la aprobación de quienes nos rodea.

Para nosotros es demasiado importante ser reconocido por los demás, sobre todo en momentos de inseguridad acerca de nosotros mismos. Muchas de nuestras acciones están encaminadas a lograr ese reconocimiento. Es por ello que la motivación es una de las fuerzas más importantes. El que alguien nos diga que somos valiosos, es bastante apreciado. Reconocimiento implica ser valioso y además ser fuerte. El reconocimiento nos acerca a grandes beneficios, ya que una persona reconocida es catalogada como líder, como exitoso. Creamos rasgos de personalidad con el fin de lograr este reconocimiento.

– El alabarse a sí mismo como el fin de escuchar algo de lo que no estamos seguros.

Queremos que los demás sepan que somos valiosos, y por eso, cuanta cosa buena nos pase y hayan situaciones en las que salimos triunfantes, las comentamos. Si alguien del sexo opuesto nos mira entonces lo hacemos saber a todos, si un trabajo nos quedó bien hecho, lo hacemos saber. Queremos escuchar de los demás palabras como: “Vaya, tu sí que eres alguien valioso y fuerte”, ya que nosotros mismos no estamos seguros de ello.

– El culto a las apariencias para no ser cuestionados.

Hay ocasiones en las que se crea una personalidad que coincida con los parámetros y gustos del momento. Si los patrones de convivencia del momento son el de tener un celular y vestir ropa apretada, entonces eso debe ser hecho, si todos los del entorno tienen carro, entonces también se debe de tener. Es entonces importante crear una personalidad que no sea cuestionada por nadie. Nos da tanto miedo que descubran que somos frágiles, defectuosos, con problemas, que forzamos una imagen exterior de que toda esta bien.

– Rebeldía, liderazgo y humor como métodos de atrapar la atención.

A veces nos esforzamos demasiado en conseguir la aprobación de los demás. A veces solemos encaminar nuestros actos para ser el centro de atención. El liderazgo a veces nace de este sentimiento ya que no surge por un propósito de realizar algo sino con el fin de llamar la atención para recibir reconocimiento. Otros actos como el ser el divertido del grupo es una forma forzada de llamar la atención y por ahí derecho recibir afecto. Los actos de rebeldía en la que no se luchan por ideal, ni tampoco se proponen soluciones, sino que simplemente es llevar la contraria, criticar y ser inconforme es una forma de llamar la atención.

3. La búsqueda de figuras de protección.

Todos buscamos en todo momento una figura de protección, ya que el sentimiento de fragilidad es algo muy presente a lo largo de nuestra vida. Nos sentimos frágiles porque hemos sufrido, porque no hemos logrado lo que queremos, porque estamos haciendo lo que no queremos, y es por eso que esperamos que una figura fuerte nos salve. Cuando niños son nuestros padres los que nos protegen y cuando adultos lo podemos buscar en figuras políticas, religiosas, tribus sociales, o en los compañeros sentimentales.

– La búsqueda de símbolos de fortaleza para sentirnos seguros.

Un símbolo de fortaleza es cualquier cosa que muestre seguridad, es algo a lo que nos podemos acercar y sentirnos seguros. Al acercarnos a estos símbolos estaremos libres de temor. Algunos se refugian en la música como los metaleros como símbolo de rebeldía, otros en organizaciones de caridad que le hagan sentir de que es útil y que está haciendo algo bueno, otro en grupos políticos que prometen un futuro mejor, otros en grupos religiosos que prometen la salvación eterna.

– La compañía sentimental que nos da la felicidad.

Otra manera de buscar estos símbolos de protección son las compañías sentimentales, ya que si por nosotros mismos no somos felices, entonces los demás nos pueden dar esa felicidad. Los rasgos que nos atraen de los demás son precisamente aquellos que encajan o complementan nuestra personalidad. Si nuestra vida ha carecido de emoción entonces buscamos personalidades irreverentes. Si hemos creado personalidades de falsa fortaleza y hemos sufrido mucho golpe del mundo exterior, entonces buscamos como pareja personalidades pasivas y nobles. Si sentimos que la vida es dura, buscamos personas que muestren fortaleza, líderes y valientes que consiguen lo que quieren.

– Autocompasión, ternura y lastima con el fin de atraer protección.

El producir lastima, el mostramos frágiles, el ser víctimas, el quejarnos, el negativismo, es una forma de atraer ese consuelo que necesitamos. Si todo está mal, entonces de alguna forma alguien vendrá a solucionarlo. Hay personas que se muestran como incapaces, con el único fin de que alguien más haga sus cosas

4. La búsqueda del placer y del bienestar.

En cada momento de nuestra vida estamos buscando el placer, algo que nos haga sentir bien, pasarla bueno, entretenernos. A veces la vida la sentimos como una carga agobiante, como que no tiene nada de interesante, que es el placer lo que verdaderamente nos hace sentir vivos.

– Vicios, drogas y otras formas de adicción que dan la sensación de bienestar.

Un vicio no necesariamente es el reconocido juego o el alcohol, un vicio es cualquier hábito sobre el que no tenemos control, debido a que nos brinda grandes dosis de placer. Podemos decir que un vicio es el del internet donde encontramos una cantidad de sensaciones. Otro vicio son los celulares y el chat en donde siempre nos sentimos acompañados. La televisión y los videojuegos es una forma de entretenimiento muy adictiva.

– El escapar de la cruda realidad y refugiarnos en lo ideal.

No vivimos el momento, siempre queremos vivir otro momento, ese otro momento pensamos que va a ser mejor, nada de lo que tenemos nos conforma ya que siempre percibimos de que alguien está mejor, y que si obtenemos una cantidad de cosas, si llegamos a cierto lugar entonces seremos felices. Este es un estado de constante expectación, porque nunca llega la situación perfecta. No podemos aceptar que las cosas son como son, que hay dolor, que se necesita esfuerzo, que hay que enfrentar las situaciones. Nos quejamos de las condiciones actuales, no aceptamos responsabilidades y nos refugiamos en los vicios que nos brindan placer.

– La búsqueda de lo fácil, rápido y sin esfuerzo.

Es norma en nuestra conducta buscar estos 3 factores. Las cosas complicadas, que se demoran mucho tiempo y que requieren esfuerzo es algo a lo que no estamos dispuestos a asumir. Es por ello que somos presas de promesas, buscamos salidas fáciles, evitamos el esfuerzo. Buscamos libros que nos den la solución para hacer las cosas sin esfuerzo, buscamos líderes que nos digan que ellos se van a encargar de todo y que nosotros no tenemos que hacer nada. Esto gradualmente está generando personalidades flojas, perezosas, que gusta de hacer nada. Y también es esta la razón que el mundo moderno está enfocado en el placer y el entretenimiento.

Mecanismos de protección de la personalidad.

Hasta el momento hemos visto unos rasgos fundamentales que forman nuestra personalidad. Rasgos con los que enfrentamos el mundo y nos adaptamos a él. A parte de esto existen mecanismos por los que la personalidad y todas estas clases de actitudes se protegen a sí mismas para no perecer. Como por ejemplo la ira y la agresividad ante cosas que nos hacen sentir frágiles o que de cierta manera afecta nuestro mundo, el miedo y la adaptación como un mecanismo para evitar el caos y el cambio, el autoengaño y la ilusión como una forma de escapar de la realidad, etc, y otros mecanismos sobre los que no nos vamos a extender para no hacer el artículo largo.

Como cambiar las características de nuestra personalidad.

Todos estas características que forman nuestra personalidad y los mecanismo que se encargan de mantenerla firma son las que impiden cambiar y formar nuevos hábitos. El enfoque de estas características de la personalidad son las que forman nuestro mundo y pueden estarlo perjudicando dado que no somos conscientes de sus efectos en nuestra vida.

1. Las ventajas de la Autoconsciencia.

Si alguien se pregunta para qué sirve el autoconocimiento, entonces la autoconsciencia sería la respuesta. El ser usted consciente de lo que hace y porque lo hace es importante para cambiar su vida.

– Identificar actitudes inconscientes.

Supongamos que usted está en medio de una discusión con alguien y en medio de la conversación usted es consciente de lo que hace, se puede decir a sí mismo: “Vaya me estoy mostrando muy complaciente, estoy aprobando sus conductas porque tengo miedo a enfrentármele y que me haga algún daño… tengo que evitar eso, ya que de continuar así me perderá el respeto… lo que debo de hacer es hacer valer mi posición y voy a hacerlo con mejores argumentos”. Esto es autoconsciencia.

– Identificar inmediatamente las consecuencias de nuestros actos.

Es a través de la autoconsciencia que me doy de cuenta que actitudes surgen en algún momento, que consecuencias me pueden traer y como debo de proceder según los propósitos que tengo para mi vida. Una persona sin conocimiento de sí mismo, no tiene forma de saber cuáles son las actitudes de su personalidad que le están afectando, ni mucho menos preceder. Si no cambia, entonces sus circunstancias tampoco cambiaran.

– Identificar porque tenemos cierta actitud y transfórmala.

A veces nos sentimos estresados, malgeniados y no sabemos porque. La autoconciencia nos permite descubrir la causa de ello. Si en algún momento estamos malgeniados entonces diremos: “¿Porque estoy de malgenio?, seguro debe ser esta situación en la que he sentido que no tengo el control, de seguro me molesto que las cosas no salgan como lo tenía planeado, pero no me puedo quedar así, más bien haré otra cosa”. Al usted identificar porque está molesto, entonces puede transformar esa actitud. Muchos están de mal genio y ni saben que están así, ni saben porque. Muchos pueden llevar tiempo con una mala actitud y no darse de cuenta de ello. Los amargados son una muestra de ello, también los que viven llamando la atención.

2. El poder del hacer.

La forma de cambiar nuestro mundo es a través de los actos, ojala hubiera otro modo; pero en el mundo real solo los hechos son la realidad. Tenemos tendencia a vivir en un mundo de imaginación, donde juzgamos todo lo que nos rodea en base a las cosas que creemos. Siempre estamos imaginando, viviendo en una situación ideal donde somos los mejores y nadie nos hace daño. Siempre imaginamos que las cosas serían mejor si estuvieran de cierta forma. Nuestra imaginación es rica y nuestros actos son pobres.

– La formación de nuevos potenciales.

El valor de una persona es medida en base a su riqueza, esa riqueza puede ser material, física, pero la más importante es la riqueza de potenciales, de valores, de talentos. Si todos los días nos esforzáramos por formar un nuevo talento entonces con el tiempo seríamos ricos. Decirnos: “En esta época voy a concentrarme en formar la constancia a través de iniciar este proyecto y no abandonarlo en los próximos 3 meses”, “voy a aprender un nuevo idioma”, etc. Una persona llena de talentos no es frágil ante la vida, y todos quieren estar cerca. En la medida que se forman nuevos hábitos, estos irán desplazando a los viejos.

– Canalizar nuestros esfuerzo en lo que realmente es importante.

No debemos de apagar nuestras conductas instintivas, por algo forma parte de nuestra naturaleza. Hacer las cosas mejor para disfrutar de los placeres de la vida y evitar el sufrimiento es el impulso natural de todo ser vivo, el cual debe ser aprovechado conscientemente. Mejor que invertir nuestro esfuerzo en buscar protección, mejor que estar huyendo de las situaciones, mejor que la búsqueda de aprobación, es invertir nuestro esfuerzo en construir cosas valiosas para nuestra vida. Si no perdemos nuestras fuerzas en tantas cosas, entonces tendremos de sobra para construir lo que queremos vivir.  Nuestra pregunta principal sería ¿Hacia que estoy dirigiendo las mayoría de mis esfuerzos y realmente me beneficia?