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Vuelvo a tocar un tema ya tratado en muchos sitios, pero igual considero dar una revisión más profunda y un poco más práctica a este fenómeno que es la raíz de muchos desordenes de la personalidad. Como ya saben en este blog proponemos atacar el mundo de las causas y no de los efectos. La ansiedad es uno de los principales patrones de conducta detrás del estrés, y otros desórdenes mentales y emocionales.

Nuestra frágil personalidad por todo se siente sin darnos cuenta.

Imaginemos nuestra personalidad formada por frágiles cristales y que la base de toda esa estructura es algo llamado seguridad, la cual tambalea ante el menor movimiento de los cristales. Todos los cristales se refieren a las esperanzas, a los retos trazados, a las alegrías y cuanta emoción nos conforma como seres humanos. Cualquier tipo de ataque a esa estructura nos afecta demasiado, más de lo que imaginamos.

Cualquier desplante, cualquier cosa que no nos salió, cualquier dificultad, agrede nuestra estructura interna de seguridad, nos sentimos frágiles, y al no poder hacer nada para revertir esa situación, nos llenamos de ansiedad, esa ansiedad que nos ubica en un estado de incertidumbre en el que esperamos que suceda algo bueno, y como no sucede; entonces lo empezamos a buscar. Buscamos algo bueno que brinde un alivio, y lo mejor son esos hábitos que nos da dosis de placer inmediato, llámese cigarrillo, golosinas, etc, y cuando no lo encontramos o no es lo suficientemente sedante, entonces nos volvemos agresivos.

Hay cientos y miles de cosas que agrede nuestra estructura interna. Supongamos que haces un sandwich y los sirves a un amigo y no te dice nada, acabas de llegar tarde y tu jefe está entrando, dices un chiste y nadie se rio, vas para la oficina y hay un trancón, estas mirando a alguien que te gusta y mira para otro lado, subes una foto a Facebook y muy pocos le dan Like. Espero haberme hecho entender, todo nos afecta, todo.

El cerebro tiene un propósito detrás de cada una de nuestras acciones.

A través de millones de años, el cerebro ha aprendido a ser práctico, es decir que por naturaleza evitamos hacer cosas innecesarias que no nos traiga algún tipo de beneficio, al fin y al cabo el conseguir energía es muy difícil. Esa energía se llama autoestima y confianza a nivel emocional, y energía de los alimentos a nivel físico. Si para nosotros es muy difícil conseguir dinero, imagínese para el cerebro encontrar un alimento para nuestras emociones que suba nuestra autoestima.

El cerebro cada acción que hace es con el propósito de llenar alguna de nuestras emociones más básicas. Cada mínima acción tiene un veredicto, éxito o fracaso, el cerebro es muy práctico. Es un éxito cuando subes una foto al Facebook y reciben suficientes like, es un fracaso cuando vas a la tienda y no consigues lo que estás buscando, si entras a la cocina es un fracaso cuando algo te queda salado. Te frustras con cada cosa que te sale mal.

Ahora imagínese todo lo que sucede en el trabajo. El solo hecho de estar sentado y encerrado haciendo algo monótono y que no te gusta, es ya un fuerte golpe a nuestra estructura interna. El cerebro examina que está obteniendo de todo ese esfuerzo y mira que el pago se demora dos semanas más, que la compañera de trabajo que te gusta no te pone cuidado, y que el jefe no te alaba, entonces esto es demasiado peso que debe ser compensado cuando salgas de la oficina, generalmente algo divertido en la tele, en internet, ya que no tienes que gastar dinero extra para conseguirlo.

Después de la ansiedad viene la impulsividad, la impaciencia y el estrés. 

Por supuesto no todo el día es así. El cerebro se distrae de todas esas necesidades de bienestar cuando se concentra por completo en una actividad. Seguro has visto como pasa de rápido el día cuando estas concentrado. Pero es que hoy en día con esos niveles de interrupción y con tanta cosa para ver en internet, es difícil la concentración y por tanto es fácil caer presa del desocupamiento, y la mente queda en un estado de expectativa, de ansiedad, que le llevaba a buscar dosis de placer.

Con el tiempo esas cosas que nos distrae se vuelven repetitivas y tediosas, y como ya tu cuerpo está acostumbrado a recibir su medicina (de distracción y placer), pues entonces ha generado una dependencia de ello, y necesita buscar nuevas formas de placer. Esa búsqueda nos hace en extremo impacientes, necesitamos encontrar con urgencia algo que nos haga reír, tener algún tipo de éxito en una actividad, que alguien nos haga sentir importantes, conversar con alguien que nos diga algo interesante. Y cuando alguien viene a nosotros y no trae eso, pues tendemos a molestarnos porque nos está persona no trae lo que estamos buscando.

En un estado de ansiedad e impaciencia, no tenemos aliento para ponernos a hacer actividades con esfuerzo y dedicación, estamos desmotivados, estamos aburridos, y por eso se nos hace eterno cualquier cosa que hacemos, y por eso la hacemos a medias. Por supuesto estamos tan acostumbrados a ese estilo de vida, que ya no lo sentimos, ya no somos conscientes de todo ello, solo sabemos que por allá en el fondo hay un estado de insatisfacción muy leve. Tu solo haces una actividad mientras que en el fondo estás pensando en asuntos no resueltos o en posibles placeres, con un telón de insatisfacción de fondo.

5 claves para combatir la ansiedad y por ahí derecho la impaciencia y el estrés.

Entendiendo todo esto, ya ahora si podemos hablar de 5 claves para combatir la ansiedad y por ahí derecho nos vamos a encargar de superar aquello que nos vuelve impacientes y nos llena de estrés.

1. Acostúmbrese a concentrase en jornadas de trabajo y luego prémiese.

Se sabe que el cerebro no es capaz de concentrarse en una actividad más de dos horas, a no ser que esa actividad le lleve a alguna recompensa al terminar el día. Necesitamos algún tipo de alimento, ya sea emocional que nos suba la autoestima y confianza, un alimento mental que nos sorprenda, o algún alimento físico que sepa delicioso. Es decir que tu cuerpo mental, emocional y físico recibe un desgaste, y debe de alguna manera compensarlo, mínimamente cada dos horas.

El ritmo de vida actual tiene esos procesos muy desorganizados, del mismo modo que te comes algo a cualquier hora y no en un horario especifico te lleva a problemas de obesidad y gastritis, así mismo las interrupciones que haces para buscar algún entretenimiento es un desorden que produce más desordenes emocionales, es como una especie de obesidad emocional, en donde estas saturado de toda clase de emociones vacías.

Hay que ordenarnos. Esfuércese por trabajar duramente, evite las interrupciones, y luego a las dos horas dese algún alimento emocional, o alimento mental. Charle con los amigos, mire vídeos, fume, y en general cualquier cosa que le haga sentir satisfecho. Una vez satisfecho dejará de sentir tanta ansiedad.

  1. El viejo truco de la respiración para detener la ansiedad y la impaciencia.

Sé que lo recomiendo en mucho de mis artículos, pero es que realmente es muy efectiva. A la larga esos impulsos y formas de reaccionar, no son más que glándulas que se activan y llevan la sangre a ciertas áreas del cuerpo que nos obliga a hacer algo. Cuando tú respiras profundamente, el cerebro recibe oxigeno que calma todo ese cumulo de pensamientos. Al calmarte y volver la sangre a su estado más reposado, entonces se calma la ansiedad y la desesperación.

  1. Solucione sus pensamientos y emociones no resueltos.

Un día da para hacer y pensar muchas cosas. Generalmente ese vestido de cristal que llevamos puesto se rompe muchas veces al día y debemos del alguna manera repararlo. Es decir que debes de ser consciente de cada emoción que sientes y que no fue satisfecha. Por ejemplo subiste la foto al Facebook y no recibió suficientes likes, o tu jefe no te felicito por tu buen trabajo, entonces simplemente no lo puedes pasar por alto, debes generar algún pensamiento que trasforme esa emoción.

Transformar emociones no es fácil, ya que debes de tener un pensamiento muy maduro. Con la forma de pensar actual no se tiene los suficientes argumentos para resolver emociones con facilidad, ya que la manera de resolverlo es muy extrema y equivocada. Por ejemplo si tu jefe no te felicita por tu trabajo, empiezas a aburrirte y con el tiempo al no resolver esa emoción que mora en tu inconsciente, decidirás renunciar por que sientes que no te valoran. Lo cual es una decisión extrema e inmadura.

Hay que llenar la mente de nuevos conocimientos que den a la mente mejores argumentos para resolver esas emociones. Un pensamiento maduro diría que ese jefe tendrá sus propios problemas y que en cualquier sitio siempre vas a encontrar dificultades. El primer paso es identificar esas emociones no resueltas, y lo siguiente es llenar tu mente de mejores argumentos para transformarlas. Eso requiere vivir mucho y aprender mucho. Y como a todos nos falta tanto por aprender, entonces que este tema no te desespere.

  1. Busque un mecanismo de control superior.

La libertad no es para cualquiera, ya que nos garantiza cierto grado de protección que no podemos conseguir nosotros mismos. Me explico, supongamos que vas a trabajar a tu casa y no terminas haciendo nada, y es por eso que necesitas una oficina y un jefe que te vigile y te diga que hacer. Igual que el niño necesita de sus padres, necesitamos en todos los aspectos de nuestra vida algún mecanismo que nos presione, nos guíe y nos cohíba.

Somos demasiado inmaduros. Al igual que un niño, nos ofendemos por cualquier cosa, nos empeñamos en conseguir cosas que no valen la pena. Hay mucho que necesitan a sus padres para que les den unas buenas nalgadas y dejen el resabio y se pongan serios. Y en este punto quiero recordar mi artículo sobre: “porque no nos gusta que nos digan la verdad”, porque si quieres progresar en tu vida, debes a sincerarte contigo mismo, y aceptar tu realidad.

Esos mecanismos de control superior se llaman religión con una fuerte y estricta filosofía de vida, se llama jefe estricto y disciplinado, se llama pareja madura. Nos lastimamos con mucha facilidad por inmaduros. Mientras que muchos sufren cosas indecibles en este mundo, usted está sufriendo por que alguien no lo voltio a mirar. Y no basta con que usted se mienta a si mismo diciendo que eso no le afecta, es que usted interna e inconscientemente le afecta de sobremanera, y debe ser muy consciente y sincero para aceptarlo, al identificarlo le afectará menos.

  1. Enfóquese en los logros.

Llegar a un estado de satisfacción general es experimentar algo llamado felicidad. La felicidad es un estado de logro fruto de la madures y la capacidad. No somos felices por todas nuestras ideas erróneas, por el autoengaño, y por la capacidad de enredar nuestra propia vida. Y no es algo para sentirse mal, en eso estamos todos en términos generales.

Lo importante es que como lo dije en mi artículo anterior llamado: “la importancia de decir: “lo intente” para superar situaciones difíciles” que todas nuestras dificultades están dentro de nuestro rango de solución. Eso quiere decir que podemos llevar una vida en términos generales satisfecha, sin necesidad de ser lo más fuertes y sabios de este mundo.

Una forma de lograrlo es enfocarnos en un aspecto de la vida que sea nuestro punto de apoyo, que nos de satisfacciones. Ya sea criar a tu hijos, lograr éxito profesional, lograr una estabilidad emocional con tu pareja. Debe ser algo lo suficientemente bueno que te haga sentir satisfecho. En vez de estar pensando en tanta cosa y quejándose, dedíquese a solucionar esos aspectos de la vida que le pueden brindar felicidad. En este punto creo que ayudaría mucho leer el artículo: “la importancia de saber perder y convertirlo en poder personal”, y “tu problema es que no te gusta esforzarte”.

Foto vía: Pietro Bellini