1. La mente en estado emocional no toma buenas decisiones.
No hay nada peor que actuar bajo la sombra de una emoción, ya sea de tristeza, alegría, rabia, nada bueno sale de ahí. Para tomar decisiones usted debe tener su mente en un estado de reposo, aquel que usted tiene cuando se levanta en la mañana, su mente está clara y tranquila.
Todo sería mejor si cuando sintiéramos impulsos, fuéramos capaces de tranquilizar la mente y luego tomar decisiones. Las decisiones por impulsos llevan al otro día a pensar; porque me gaste ese dinero, porque dije eso, que ridículo hice, no debí haberme comido eso. Usted antes de hacer algo debe de hacer un esfuerzo por tranquilizar su mente, llevándola a estado imparcial. ¿Como hacerlo?, pues haga alguna actividad que absorba su atención, películas, juegos, amigos, etc.
2. La mente no es prevenida, en el fondo cree que todo va a salir bien.
La mente tiene la propiedad de qué cree a favor. Por ejemplo usted no piensa que donde vive en algún momento puede temblar y destruir su casa, lo más común es que piensa que nunca va a temblar. Si usted compra algo en internet, usted no lee la letra pequeña, si a usted le cuentan una noticia, usted no lo corrobora, usted suele creer que es cierto.
Eso es positivo, ya que evita la paranoia, y negativo en el sentido de que siempre confía y no se previene cuando debe hacerlo. Por eso es importante que para las decisiones más importantes, usted se tome su tiempo para pensar en las cosas que pueden salir mal, y siempre tener una alternativa. Si hiciera eso, entonces cosas como perder el trabajo, no lo cogería por sorpresa, y estaría preparado.
3. La mente prefiere dulces mentiras a agrias verdades.
La gente suele quejarse de los vendedores, y es que si hubiera un vendedor que fuera sincero 100%, entonces la gente dejaría de comprarle para ir a aquel que le diga mentiras, aunque advertido estuviera de la fama de mentiroso de dicho vendedor, la realidad es así de sencilla. Y si no que lo digan los que participan en pirámides, los que ingresar a concursos que saben que están arreglados, lo que compran siempre la lotería. Preferimos nadar en la ilusión. Preferimos libros que llenen nuestra mente de esperanza y motivación a algo realista. Prefiere algo económico y que dure poco, a algo más costoso y que dure mucho, preferimos algo delicioso y dañino a algo no tan delicioso y beneficioso.
La mente funciona así porque tiene esperanza, y la esperanza es lo último que se pierde. La mente entra en un dilema en que sabe que es mentira, pero que piensa y que tal que fuera verdad, que sabe que es dañino pero vale la pena disfrutar. Eso no es tan malo, el asunto es que así nos la pasamos toda la vida sin percatarnos, y toda nuestra vida hemos vivido una ilusión, huyendo a las duras realidades, esquivando lo que implique esfuerzo, y que sea beneficioso.
4. La mente basa su decisión en las decisiones de conjunto.
Cuidamos mucho nuestra aprobación de parte del entorno, usted toma su decisión si otros están de acuerdo. El hecho de enfrentar el disgusto, la burla, y los agravios por parte de otros, o que le tilden de raro, de tonto, etc. Todo esto es algo que no se está dispuesto a afrontar, así que preferimos sacrificar cosas de nuestra vida, con tal de no tener a la gente en contra. Sabemos que las decisiones que predominan en un grupo se basan en las preferencias de alguien de carácter fuerte, decidido o abusador. El asunto es que nos hemos acostumbrado toda la vida a tomar decisiones que no incomoden a otros.
Si bien respetar y cuidar la reputación delante de un grupo es importante, usted debe ser inteligente, y tener un espacio en su vida para hacer las cosas que usted quiere, y en la medida que usted sea exitoso en ella, influenciará a otros. Quienes son absorbidos completamente por las actividades sociales, no le da espacio para libre desarrollo de su individualidad.
5. La base de la decisión de la mente: disfrutar y evitar perdida de energía.
La mente tiene una jerarquía de decisiones, lo primero es buscar el placer, y en segundo lugar no perder energía. Problema es cuando una actividad implica pasarla incomodo y además hacer un esfuerzo que implica un desgaste, entonces nuestra voluntad se pierde.
La incomodidad es algo que evitamos por todos los medios, nos negamos aceptar lo que implique esfuerzo, hacemos todo lo posible por aplazarlo, así sepamos que más adelante la carga será más pesada. Luego más adelante la vida nos da sorpresa con cargas que superan nuestra fuerza, y es ahí, cuando vienen los momentos difíciles. Por ejemplo si usted no tiene empleo prefiere dormir un poco más, que prepararse por su cuenta un poco más, prefiere comer un poco más, que hacer ejercicio un poco más. Y así nos hemos acostumbrado a vivir nuestra vida.
Es importante entonces que tome la decisión de tomar una disciplina, algo que implique un esfuerzo individual, aparte de las presiones que recibe de su empleo y la vida misma. Elija estudiar algo, practicar un arte marcial, o algo que implique que usted va a abandonar su zona de confort para hacer algo que requiere esfuerzo. No aplace las cosas que requieren su resolución. Es importante que todo lo organice dentro de un tiempo específico, para que esto facilite el desarrollo del hábito. Siempre tenga a mano una lista de cosas que debe hacer y oblíguese a sí mismo a hacerlas.
Foto vía: Shimal Ahmed (Fulhi)
Feliz Año Nuevo
Manuel Daniel Ramirez
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