Todos hemos escuchado acerca de las consecuencias de los actos, todo lo que haces genera unas consecuencias a largo plazo que no puedes remediar. De jóvenes no conocemos el mundo y muchas veces nuestros padres están más perdidos que nosotros, así que es inevitable cometer ciertos errores, y de cuales son y que podemos hacer cuando ya es muy tarde, es de lo que hablaremos hoy.
1. Fantasías e ilusiones en mente inmadura
Es inevitable cuando joven ser muy fantasioso, sobre todo si la mente ha sido sometida a grandes dosis de televisión y videojuegos, lo cual no es malo en tanto se tenga una vida social normal, novia, responsabilidades, hacer deportes, amigos. Pero la mayoría de los niños crecen al lado de una pantalla.
Sabemos que el mundo de la televisión y el internet esta hecho de cosas cuyo único objetivo es llamar la atención, y para lograrlo deben distorsionar la realidad. La realidad es aburrida, y por eso las noticias deben ser exageradas, los partidos políticos deben pintar situación social dura para ellos mostrarse como solución, las religiones propagan el miedo y un mundo más allá donde podemos huir del mundo caótico guiados por ellos, las películas muestran gente con superpoderes, mafiosos. Los libros muestran cosas que se requieren años para aprender. Todo eso forma parte de la realidad, pero los medios lo distorsionan para hacerlo más interesante.
La tierna mente del niño se encuentra con un mundo en la pantalla más interesante que la aburrida realidad y en su mente empieza a armar planes en base a esas fantasías. Entonces quizás durante muchos años pase buscando su alma gemela, aprendiéndose todos los poderes de los personajes de los vídeo juegos, crear una espíritu competitivo donde es mejor que otros. De esta manera viven una realidad alterna donde se dedica a luchar por sus fantasías, mientras que el mundo real, su vida personal, su superación, esta descuidada y para cuando se da de cuenta, es muy tarde.
2. Tener la boca muy grande y desafiar a todo el mundo
Ahh… esta es mi favorita y se comete con tanta frecuencia, y los efectos son tan devastadores. De niños, necesitamos reafirmar nuestra confianza y definirnos como personas importantes en este mundo. Generalmente los niños de una generación suelen ser mejores que las generaciones anteriores, es decir que nacen más inteligentes que sus padres… Bendita ley de la evolución. El joven empieza a descubrir cosas que sus padres no saben y empieza a sentirse más listo, luego se compara con su entorno, y como nadie anda divulgando lo que piensa o lo que hace, entonces en su mente cree haber descubierto algo que nadie ha hecho, y entonces se llena de confianza personal. Esto unido a que la mayoría de los seres humanos sufrimos de falta de amor, entonces genera una necesidad de sentirse importantes.
Una persona inmadura con confianza desmesurada y una necesidad de sentirse importantes, no sabe manejar pequeñas dosis de poder, cosas que en su mente cree que son importantes. Entonces, si sus padres eran profundamente apegados a una religión, entonces al descubrir que hay más religiones, despreciará las creencias de sus padres. Si tiene algún tipo de habilidad física entonces se sentirá un macho de pelea. Si lee un libro que habla de los errores de las personas, entonces empezará a ver errores en otros y les dirá cosas. Muchos se pueden sentir ofendidos, y nunca se sabe a quién se está desafiando. Si esas personas tienen sangren se defenderán, y si son inteligentes, lo harán sin que te des de cuenta.
El problema con el mundo y la vida es que es muy grande e incomprensible. Han trascurrido millones de años de vida en el infinito espacio donde pueden haber ocurrido millones de cosas desconocidas, que en nuestra corta vida ni alcanzamos a imaginar. Pero un niño no lo sabe, cree que por haber leído un tonto libro, quizás creado por ciertas personas con intereses personales, entonces ya cree conocerlo todo. Ese incauto joven, empieza desafiar a vivos y muertos, a humanos y dioses por igual. Entonces estaba en un bar, se sitio guapo, desafió a un hombre, y ese hombre era el jefe de un cartel, el cual saca su arma. Entonces leyó un libro de escepticismo respecto a fantasmas, y empieza a desafiar y a burlarse de fantasmas, y oh sorpresa, resulta que si existían. Es por eso que uno siempre debe respetar las creencias de otros, aunque no creamos en ellas.
3. Involucrarse en ciertas responsabilidades y vivencias sin darse cuenta
Hoy en día los niños entran en contacto con cosas que su mente no está lo suficientemente madura para manejarlo, y terminan involucrados en cosas que son más fuertes que ellos. De jóvenes nos sentimos guapos, creemos que nada puede con nosotros, que la salud no se va acabar. El incauto niño no es capaz de ver peligros más allá de su corta experiencia. Cómo podría saber que hay cosas que no es capaz de manejar y que le puede superar con creces, hay cosas de las que debe alejarse. Esto no quiere decir que haya que sobreprotegerlos, sino saberlos ubicar en entornos más apropiados. Es como una planta, es diferente la que crece en medio de tóxicos a la que crece en un jardín. Un buen padre lejos de cohibir y prohibir, lo que hace es ubicarlo en entornos seguros.
Me hace acordar de una señora que huyo de un barrio violento y se fue a un barrio seguro y también más costoso, entonces su hijo le reclamaba que tenía poca ropa y que su camisa de salir tenía un agujero. Aquella mujer le decía que era preferible ponerse la misma camisa con un agujero a tener que crecer en un ambiente de bandidos. Esta mujer sabía que el ambiente pesa mucho y quería evitar años de desgaste prohibiéndole amigos, así que simplemente lo llevo a un lugar donde creciera en mejores condiciones. Un joven inmaduro siempre se pone de lado del entorno, ya que en esas edades necesita ser reconocido y respetado por alguien fuera de su familia, y para hacerlo piensa que debe complacer a ese entorno. Por otra parte, no se trata de prohibir video juegos o televisión, si no el darle la oportunidad de hacer otras actividades, como el deporte y la música que lo conecten más con una realidad fuera de las pantallas.
El hecho es que, dependiendo del entorno, empieza a conocer cosas, y se empieza a involucrar con esas cosas. Entonces el amigo le dice es que conoce a un amigo que hace esto, y empieza a hacer cosas que no sabe en que se mete. Si descubre un libro en internet sobre nuevas ideas políticas, puede terminar tomando un arma y participar en un atentado. Muchas veces termina involucrados en terribles sectas. Pueden terminar abandonando la universidad y el trabajo para dedicarse a cosas extrañas que nadie le dijo que hiciera. El joven no alcanza a dimensionar los niveles de consecuencias de involucrase con ciertas cosas, y termina olvidándose de su vida personal. Es por eso que hay desde niños hay que involucrarnos en responsabilidades que los ayuden a progresar en la vida.
4. No pensar en la vejes, en la salud, en la soledad
Existe un problema en el ser humano, creemos que las cosas duran para siempre. Mientras tenemos la salud, pensamos que esta no se va acabar, mientras que tenemos dinero, pensamos que este no se va acabar, mientras que tenemos amigos y familiares, pensamos que siempre vamos a contar con ellos. Pero las cosas se acaban, y todo eso puede desaparecer en un segundo. Si bien cuando jóvenes podemos recuperar lo que sea, porque somos fuertes y tenemos alientos, no sucede lo mismo cuando llegas a la vejes, las fuerzas son menos, las cosas no se recuperan con facilidad.
Es increíble, muchos mendigos que se ven en la calle son ancianos. Al menos el joven mendigo tiene fuerzas para cazar, para defenderse, para correr hacia lugares más seguros; pero el anciano no. No solo eso, hay muchas cosas que se agravan en la vejes. Entonces de joven creyó divertido un concurso de motos, y luego una cascara en la pista que no había visto, y se resbala y se daña un pie, el cual no cuida para seguir saliendo, pero ya en la vejes no le deja caminar. Además, comer a deshoras, no dormir; todo eso se paga en la vejes.
Una persona de joven, se dedica a complacer a los amigos, gasta su dinero en amigos, o incluso en un hijo. Se dedica a cuidar a su hijo, le entrega todo, descuida su relación, su salud, invierte todo su dinero, hasta que ya crece y se vale por sí mismo, luego este hijo cae en las drogas, en una pandilla, leyó un tonto libro que le habla de que cada cual debe de labrar su vida sin pensar en otros, o simplemente es un malagradecido y se fue, ya que suele suceder que a las personas que se les da todo y no lucharon por algo, no suelen valorar los esfuerzos de otros. Luego esa persona que se esforzó tanto se quedó sola, y ya con los años está muy cansada para luchar por sus sueños o encontrar a alguien.
No hay que entregar toda la vida por alguien, ni tampoco esperar algo de alguien, a nuestros seres queridos debemos darle lo mejor, pero siempre cuidar de nosotros, a la larga en algún momento puede suceder que solo contemos con lo que hicimos y dejamos de reserva cuando éramos jóvenes. La vejes es para recoger el fruto del duro de trabajos de años, hay de aquellos que se acercan a ese árbol y las hojas están secas.
5. Involucrarse en sectas, libros y otras cosas raras
Todos en algún momento debemos establecer algún tipo de relación con lo que nos rodea, todos necesitamos encontrar algún tipo de definición respecto a eso que escapa a nuestro entendimiento. Muerte, fuerzas superiores, propósito en la vida, como superar el dolor, como ganar dinero. Ese conocimiento se hace mucho más necesario cuando se atraviesan difíciles situaciones, se necesita encontrar algo. Esas cosas no las enseñan en las escuelas, en las escuelas te enseñan a ser una máquina, esa máquina que luego irá a una empresa a hacer lo que le digan; pero que poco les enseñan a los jóvenes a sobrevivir, a ser creativos, a relacionarse.
Como las escuelas no son templos de sabiduría y no hay esas respuestas que el ser humano necesita en momentos de necesidad, entonces se buscan esas respuestas en libros, en grupos políticos, religiosos. Empecemos por decir que en este mundo hay de todo, unos que son equivocados sinceros, otros que tienen intereses personales, otros con conocimientos muy antiguos y ocultos que no se han adaptado a los lenguajes modernos y hay otros que simplemente están locos y perdieron el sentido de la realidad. ¿Cuál es cuál?, eso un joven no lo sabe, y por tanto termina tendiendo acceso a una serie de filosofías extrañas que le puede arruinar por el resto de la vida.
Hay que tener en cuenta que muchas de esas personas que hablan en nombre de la verdad son seres humanos, con las mismas debilidades de carácter y problemas de interpretación que puede tener cualquier persona, y a no ser que hayan llegado a otras escalas de la evolución, sus interpretaciones del más allá y del sentido de la vida, pueden sonar bien, pero pueden ser erróneas. Incluso todo lo que dicen puede ser verdad, pero una sola de sus teorías es errada y esa sola teoría resulta que puede arruinar tu vida. Muchas de esas filosofías dicen que el dinero no es importante, entonces abandonan todo y luego llegan a un punto donde no tienen para pagar medicinas o el arriendo, luego dicen que es una prueba y así pasan los años. Pero eso no solo pasa con sectas, también pasa con solo leer un libro, y las personas deberían tener cuidado con los conocimientos que nutren su mente.
La verdad es una estructura reflejada en muchas partes, una viene de la inteligencia colectiva, y por tanto el saber popular tiene muchas verdades, pero esas verdades pueden ser manipuladas por ciertos sectores con intereses personales, y por tanto hay que vivir y experimentar, pero nuestras experiencias suelen encerrarnos en prejuicios de los que no somos conscientes, entonces también habría que aprender de libros y verdades que no son comunes, pero que habría que tener cuidado por no saber en qué nos metemos. Así que, a la larga, más que buscar la verdad, es aprender a vivir, y aprender a vivir empieza con saber solucionar nuestras necesidades básicas, aprender a entrar en armonía con el entorno, y con esas bases, luego seguir creciendo como ser humano.
6. Sobre los vicios, el amor y el sexo
La Juventus es impulsiva, en ansiosa, es apasionada, es maravillosa. No hay nada como vivir algo con intensa pasión, sentir que amas a alguien y te dejas ir. Es como cuando comes un delicioso plantillo por primera vez, quieres devorar cada cosa una y otra vez sin límites. Ese platillo delicioso es la vida, cuando se es joven y se empieza a ser individual, se empiezan a conocer todo tipo de cosas buenas, de fiesta, de sexo, de drogas, de cosas prohibidas, que solo querríamos vivir en eso. La vida y los placeres son unos amantes muy costosos y muy crueles, ya que para disfrutar todos esos placeres te pide demasiado y una vez te dejas absorber por ellos, no puedes escapar.
Lo que sucede es que el cuerpo siempre anda en una búsqueda del placer y cuando lo encuentra no sabe detenerse. Entonces el niño encuentra un vídeo juego, se siente también, que solo quiere vivir jugando, luego en el colegio un amigo le enseña las drogas, ese primer soplido genera que viaje, le ayuda a escapar de sus problemas que quiere drogarse una y otra vez. Luego por fin encuentra el amor de su vida se siente feliz, lo da todo por esa persona, pero esa persona encuentra otro y le abandona, se siente deprimido se va una fiesta, toma bastante para olvidar, en medio de los tragos no le importa con quien se acuesta, solo quiere divertirse, conoce a alguien, tienen sexo, no hay condón, no importa, no pasará nada, luego 9 meses después un niño y no tienes dinero para sostenerle.
¿Son acaso los vídeo juegos, el amor y el sexo malos?, no tienen nada de malo, lo malo son los excesos y abusos, el no saberte detener cuando te debes detener, el no aguantarte cuando es el momento, el hacerlo una y otra vez hasta que consume todo tu tiempo, energía y dinero. No falta el que dice que son malos y desprecian estas cosas. Por otra parte, hay cosas que si son dañinas, y no deberían probarse bajo ninguna circunstancia. Debemos aprender a controlar esos impulsos, pensar antes de actuar, dominar nuestros instintos. Afortunadamente vivimos en una sociedad con un sistema que nos aprisiona y nos obliga a vivir de una forma. De no ser así, imaginen un joven, con mucho dinero, tiempo libre e impulsividad. Mientras que una persona que vive todo el día en el trabajo, luego llega cansado a su casa solo quiere ver televisión y luego a dormir, a esa persona no le da tiempo de satisfacer todas las ocurrencias de la mente. Imagínense una vida para vivir sin ningún tipo de control, comer sin control, jugar sin control, drogarse sin control, amar sin control, sexo sin control, sería tan maravilloso, sin embargo, la vida no funciona así, y las cosas sin control traen unas consecuencias.
De jóvenes somos impulsivos y nos dejamos llevar por esa impulsividad, con la cual podemos perder todo en un momento, o terminar involucrados en cosas que no somos capaces de manejar. Es importante que los padres enseñen a sus hijos a controlarse, saber guiar en ese proceso de exploración del mundo, de disfrutar sus placeres, pero sin ser esclavizados por ellos, y si no tiene esos padres, entonces deberá aprender a decir por sí mismo, ya basta.
7. Complacer a los demás o no complacerlos
Las relaciones con los demás es muy importante. No hay nadie que puede vivir aislado sin necesitar nada de nadie, ya que nosotros por sí mismo no somos capaces de aprender todos los saberes humanos y enfrentar todas las situaciones que se presenten, en algún momento alguien sabe algo que no sabemos y necesitamos su ayuda. Esto un joven no lo sabe, cree que hay personas que sirven y hay personas que no sirven, y no sabe que muchas veces la ayuda viene de donde menos se espera, y si es el vagabundo de la esquina, si en algún momento vas de noche, entonces ese vagabundo con el que fuiste amable te puede salvar de unos criminales que andan en la zona, uno nunca sabe.
Hay personas que no les importa los demás, ni el qué dirán. Grabe error, ya que nadie es lo suficientemente sabio para observarse desde afuera y mirar que está mal, la inteligencia colectiva de las personas que nos rodean, puede hacernos ver cosas que no podemos por nosotros mismos, a veces una apreciación sobre nuestro modo de vestir puede ser de mucha ayuda. Muchas veces el joven por querer afirmar su personalidad, para querer alimentar un falso sentido de valía, de autosuficiencia, de individualidad, se aísla y no acepta comentarios de nadie, perjudicándose a sí mismo. De esta manera se forma un bicho raro que no entiende ni dios, viendo de las maneras más extrañas posibles. Luego ese joven se dedica a vivir ese mundo extraño y empieza a despertar cuando ya las responsabilidades se lo han consumido y no puede hacer nada.
Por otra parte, tenemos a los que les importa demasiado el que dirán, y dedican su vida a complacer a otros. Complacen a los amigos, complacen a los padres, complacen a sus jefes, y así gradualmente van perdiendo individualidad, termina involucrados en cosas que no querían. Entonces el joven por complacer a los papas termina estudiando algo para lo que no tienen talento, por complacer a los amigos termina haciendo cosas dañinas para él, no se pone la minifalda, porque la vecina soltera no le parece, no dice lo que piensa porque teme perder la buena opinión que tienen de él. El estar demasiado pendiente del que dirán hace perder la propia individualidad. Esto es más común de lo que parece, entonces vamos por la calle y vemos a unos jóvenes que todos se visten exactamente igual, el mismo peinado, parecen almas grupo, ya que nadie piensa por sí mismo, todos piensan igual. Luego cuando deben enfrentar la vida, carecen de iniciativa y fuerza para solucionar asuntos.
Entonces los más radicales preguntarán, ¿Cómo es el asunto hay que complacen o no complacer a otros?, como siempre la respuesta está en el equilibrio, en el momento y el lugar. Es que es tan obvio, por ejemplo, es como decir la verdad, yo no le diría una fuerte verdad a alguien que sufre del corazón. Hay momentos y lugares para hacer las cosas, y respecto a complacer a otros, hay momentos para escuchar y dejarse llevar, y hay momentos para ser tercos.