Todos hemos pasado por situaciones que creemos que no vamos a superar o en la que llevamos años y no encontramos una manera de solucionarlo. Vemos que hay cosas que se repiten, y a pesar de nuestros esfuerzos siempre hay algo que parece que está más allá de nuestras fuerzas.

El cerebro tiene unos mecanismos que impiden salir de ciertas situaciones, sobre cómo identificarlos y como superarlos, es de los que hablaremos hoy.

1. Siempre hay algo que se presenta, que te supera y te vence.

Entendamos que siempre habrá algo en la vida que estará por encima de nosotros, hay unos límites naturales que no vamos a ser capaces de superar, y mientras aceptemos eso, aprenderemos que hay cosas con las que no debemos de meternos. El asunto es que hay muchos que no aceptan que hay límites y se involucran en cosas por encima de sus fuerzas.

Otros límites son esas situaciones burbuja donde te quedas atrapado por años y no puedes salir de ellas. Entonces siempre está la relación tormentosa que no puedes dejar, siempre hay un dolor o una enfermedad que se presenta, siempre aparecen esos gastos que te hace gastar ese dinero que estabas ahorrando.

Sabes que la situación está ahí, te incomoda, luchas por superarlo, lo superas por un tiempo y luego vuelve y se presenta. Es decir que hay algo que te ata a la situación, hay algo en ti que la genera y la atrae. Solo que tú no sabes que es, y por tanto luchas contra las consecuencias; pero no tienes ni la menor idea de cuál es la causa.

2. La costumbre es más fuerte que el dolor.

Todos los días estamos enfrentando situaciones nuevas. De niños, no sabemos nada acerca de muchas cosas, y por lo tanto la mayoría de las cosas nos toma por sorpresa, no sabemos cómo reaccionar y tomamos malas decisiones, lo cual trae unas consecuencias que no seremos capaces de superar.

Esas consecuencias nos atrapan y no podremos superarlas por un tiempo. Muchas veces permanecemos atados a esa situación por años. Te resistes, pero con el tiempo ya lo aceptas, y te acostumbras a vivir con ello. Es como por ejemplo quien duerme en la calle, al principio hay muchos sentimientos como el orgullo, el frío; pero después de que lo acepta, entonces se acostumbra y lo ve normal.

En nuestra vida diaria hay cientos de situaciones que en algún momento no las aceptábamos, porque eran repugnantes, indignas, reprochables; pero después ya las hemos aceptado y no las vemos de la misma forma, pensamos incluso que es normal. El cerebro para poder superar esa sensación de incomodidad y rechazo, ha decidido aceptarlo.

3. La costumbre se convierte en necesidad y urgencia.

Hay un punto en el que nosotros buscamos ciertas situaciones, que nos agrada de manera inconsciente, pero que reprochamos de manera consciente. El fanático religioso busca de manera inconsciente la pobreza para sentirse espiritualmente superior, aunque conscientemente rechace lo precario de sus condiciones. Hay personas que les gusta el caos, porque les saca de la rutina, porque necesitan sentir emociones fuertes, y por eso se sienten inconscientemente atraídas por personas que les traen conflictos, buscan relaciones tormentosas; pero conscientemente reprochan esa difícil situación. Hay otros que se someten a situaciones duras porque no quien incomodar a otro. Hay unas razones por las que suceden las cosas y es que inconscientemente las buscamos.

En todas las cosas siempre hay un beneficio latente. Cierta persona puede ser lo más conflictiva y problemática de este mundo, pero sientes protección a su lado. Hay un gasto que te puede estar arruinando económicamente, pero que te permite recibir cierto aplauso de parte de los demás. Esa sensación de bienestar del momento, es mucho más grande que el dolor que a largo plazo nos está causando, y además nos estamos acostumbrando.

Con el tiempo tu forma de vida se ha adaptado a esas circunstancias tormentosas, y no conoces otra forma de vivir. Es por eso que le temes abandonar, ya dependes de ello y le necesitas. Es como por ejemplo cuando niño no te gustaba cepillarte y ahora el día que no te cepilles te sientes mal, es decir que tu organismo lo ha aceptado como una necesidad. Otro ejemplo es de los animales en cautiverio, no saben otra forma de vivir y por eso a pesar de la jaula abierta, vuelven a ella. Por eso, muchos a pesar de las oportunidades prefieren quedarse dentro de sus conflictos.

4. Los autosabotajes de la mente para regresar a la misma situación.

Te has acostumbrado a algo en tu vida, pero conscientemente sabes que eso te está perjudicando, entonces luchas para que no vuelva a suceder, pero por alguna extraña razón vuelve a suceder. Sucede que, si pagas tus deudas, entonces ocurre algo extra urgente que te obliga a gastar. Resulta que superaste el dolor de espalda, pero sucede algo que te hace lastimar y a volver a tener el dolor. Nunca te dura una relación, pero esta vez lo vuelves a intentar con las mejores intenciones, y vuelve y fracasa todo. Parece que nunca vas a poder superarlo.

La mente se ha acostumbrado a vivir esa misma situación y por tanto no puede permitir abandonar algo que ya forma parte de su forma de vida, y por eso recrea la misma situación. Entonces si es ese dolor de espalda, inconscientemente busca lastimarse para volver a sentirlo. Si es el gasto, inconscientemente busca algo que se hace creer que es urgente y gasta el dinero ahorrado. Si se trata de la relación entonces inconscientemente genera un conflicto que haga que todo se acabe. El 90% de las decisiones son inconscientes, y vivimos inconscientes en un 90% de las situaciones, por eso no es de extrañar que estas cosas sucedan.

Cuando la situación te ocurre, entonces te frustras, luchas contra ella, te esfuerzas, haces propósitos. Te sientes agotado, crees que no puedes hacer nada y finalmente lo aceptas.

5. Todo genera una dependencia y un vínculo que no queremos romper.

El organismo tiene una increíble capacidad de dependencia, si hay algo que nos pueda brindar algún tipo de beneficio, entonces generamos alguna dependencia frente a ello. Eso lo saben quién se acostumbran por ejemplo a tomar una pastilla para el dolor de cabeza, entonces siempre aparece el dolor de cabeza y necesita la pastilla. Cualquier cosa que te pueda facilitar las cosas, que te reemplace un esfuerzo, te genera una dependencia. Siempre vamos a tener necesidades, y siempre vamos a encontrar algo que las supla, y a veces no queremos hacer las cosas por nosotros mismos, preferimos depender a pesar de las consecuencias.

Cada cosa que aceptamos en nuestra vida crea un vínculo, y ese vínculo siempre será de dependencia. Dos personas que no necesitan nada el uno del otro, no podrían formar una relación. Cada cosa que involucras en tu vida te genera una dependencia. Antes de tener un celular podías vivir sin ello, y ahora sencillamente no lo puedes dejar, dependes de ello.

Tenemos una tendencia a acumular cosas, es muy difícil para nosotros desprendernos de algo. Nos duele incluso votar ese viejo televisor que ya no sirve y lo único que hace es estorbar, y por eso lo guardamos en algún lugar. Hay una realidad, y es que no somos capaces de desprendernos de las personas ni de las cosas. Siempre generamos un vínculo que no queremos romper. Muchos vínculos son dolorosos y desgastantes y que lo único que hay que hacer es soltar la cuerda y no lo hacemos. Entonces nos decimos: “Pero es que después de tantos años”, “Todo el esfuerzo que me ha tocado hacer”, “Tantas cosas vividas”, y con esas simples palabras nos amarramos con toda fuerza a lo que nos genera dolor.

5 Claves para superar limitaciones y círculos viciosos. 

1.  Aumentar nivel.

No puedes superar una situación con el mismo nivel que la generaste. Un boxeador no puede ir en igualdad de condiciones a una pelea que perdió anteriormente. Antes de enfrentar debe de entrenar más duro, y luego volver a intentarlo.

Sencillamente debes de ser más fuerte, más inteligente, más rápido, mas autosuficiente. Debes llegar ante las situaciones con una nueva consciencia, con un conocimiento más amplio, con unas fuerzas renovadas. Debes crecer en confianza en ti mismo, aprender a vencer, a convertirte en un ganador, a salirte con la tuya, a que las cosas se hagan a tu modo. Deberás dejar de lado los principales debilitadores de la voluntad, que son las excusas, el conformismo, la pereza.

Si estás acostumbrado a sufrir en las relaciones y te engañan. Entonces apártate, mejora tu figura, mejora tu confianza, sal con muchas personas sin el objetivo de tener una relación, conoce a las personas, y luego vuelve a intentarlo. Serás diferente. Si eres una persona tímida, con falta de confianza en ti mismo, que en tu oficina se burlan de ti; entonces estudia técnicas de conversación, involúcrate en proyectos individuales donde tengas que hablar con muchas personas, y luego vuelve ante esos presuntuosos, y trata de infundir tus ideas, de que se hagan a tu modo, y una vez lo logres dejarás de ser tímido.

2.  Encuentra la fórmula.

No hay cosa en este mundo que se conciba a sí misma como la perfecta perfección. No hay algo infinitamente fuerte, infinitamente invulnerable, y menos cuando ese algo de alguna manera depende de ti, se involucra contigo. Por tanto, de alguna manera estas en la capacidad de vencer y superar una situación, lo que pasa es que no estas claro de que es lo que debes enfrentar.

Debes entonces ser consciente de cuál es tu verdadero problema, identificar eso invisible que no has caído en cuenta y que te has acostumbrado. Si es el dolor de espalda, entonces identifica cual es la situación que lo está generando, si es la relación tormentosa, identifica el tipo de personas que estas atrayendo y lo genera. Una vez identificado, debes identificar la forma de solucionar, de vencer. Debes buscar toda la información posible, ya que siempre habrá alguien más que pudo haber vivido algo igual, y que pudo haberlo superado.

Una vez estas claro de lo que debes de hacer, entonces aplica la formula una y otra vez. Resiste a la necesidad que tienes de volverlo a hacer, aprende a hacerlo por ti mismo, mejora tu nivel, revélate, no aceptes que algo te supere y lucha con todas tus fuerzas.

3.  Libérate de tanto equipaje y enfócate. 

Igual que el boxeador de nuestro ejemplo se prepara fuertemente para el próximo combate, del mismo modo nosotros, y así como ese deportista hace unos sacrificios como el no beber, el no trasnochar, el resistir a ciertas comidas, entonces nosotros también. Tenemos que estar claros y motivados respecto a lo que queremos, tal y como el deportista desea la medalla de oro y se sacrifica. Debemos estar dispuestos a hacer lo que se tenga que hacer por lograr nuestro triunfo.

De entre esas cosas que tenemos que hacer es dejar de hacer muchas cosas que nos consume tiempo, que nos desgasta. Entre más libres y enfocados estemos, estaremos en mejores condiciones de lograr nuestro triunfo. Les había dicho en uno de los puntos anteriores de nuestra tendencia a acumular cosas y a no soltar, y es eso lo que debemos superar. Debemos aprender a sacrificar algunas cosas, dejar tantos asuntos pendientes, abandonar orgullos no resueltos, amistades que nos llevan por donde no queremos, hábitos que nos quitan tiempo. Y una vez libres, tendremos las fuerzas disponibles que se necesitan para vencer.

Las cosas te superan simplemente porque tus fuerzas están repartidas en tantas cosas en tu vida. Todo te quita tiempo y energía, los cuales deberían estar siendo usados en vencer tu dificultad. Estas enfocando mal tus fuerzas, no sabes cuál es tu verdadera necesidad. Tu verdadero reto lo tienes enfrente de ti, eso que te está incomodando, eso que no te deja dormir.

4. Enfócate al otro lado de la situación y se cómo un cohete.

Todas las situaciones desarrollan dentro de sí mismo un límite, un mundo, un centro hacia el cual todo gravita. El polluelo al principio se ve encerrado en ese pequeño mundo que es el huevo, y debe esforzarse por romper la cáscara, luego de logrado debe hacer esfuerzo por volar.  Él bebé tiene que hacer un esfuerzo por romper la placenta y salir del vientre de su madre, y luego cuando lo logra debe esforzaste por gatear, y luego cuando lo logra debe esforzarse por caminar. Después a lo largo de la vida, un ser humano se ve atrapado en situaciones que debe esforzarse mucho por superar. Nos hemos acostumbrado a superar hasta donde socialmente se dice que podemos, es decir, lograr terminar nuestros estudios, y eso que hay muchos que no lo logran. Luego simplemente aceptamos cualquier cosa que nos suceda.

El hecho es que a lo largo de nuestra vida siempre vamos a encontrar unos límites, unas barreras, unas situaciones que nos atrapa y de las que no podemos escapar. Todo tiene una atmósfera en la que nos movemos, y luego a través de un esfuerzo supremo lo abandonamos. Es como cuando el hombre trata de abandonar la tierra, solo lo logra a través de unos cohetes muy potentes. De manera similar uno hombre debe desarrollar una potencia que le facilite romper esos condicionamientos en los que está encerrado y atrapado. En un lado de la orilla estas tú, y quieres atravesar al otro lado donde todo es mejor, a través de ese rio caudaloso. Eso sucede, porque para abandonar una situación debes a travesar primero por algo todavía más fuerte.

Una clave es concéntrate en el otro lado. De tal manera que tus pensamientos son absorbidos por eso que está más allá, que en tu mente permaneces más tiempo del otro lado. Es como cuando amas alguien, tu pensamiento esta tan absorbido por esa persona, que no te importa nada, y superaras cualquier limite. Del mismo modo cuando tú tienes una meta, debes pensar todo el día en ello, debes imaginarte allí, debes hacer todo lo relacionado, imitar de alguna manera eso que quieres vivir, y llegará el momento en que serás atraído y tendrás la fuerza para saltar el límite.

5. Atreverse y lanzarse al otro lado donde quieres estar.

Todos tenemos un temor natural a abandonar algo a lo cual nos hemos acostumbrado por años. El joven siente temor de abandonar el hogar de sus padres e irse a vivir independientemente, el ave siente temor antes de alzarse en su primer vuelo. Sentimos temor de dejar esa relación tormentosa, sentimos temor antes de abandonar esa empresa y emprender nuestro propio proyecto. Hay un temor natural que hace aferrarnos al sitio donde estamos, a la situación dolorosa que estamos viviendo.

El ser humano tiene una capacidad de resistencia y superación ejemplar; pero muchas veces por esos temores, por ese facilismo, por esa dependencia, prefiere tolerar ciertas situaciones y se queda dónde está. Entonces se atrofian sus capacidades, es como esa ave que no quiere desplegar sus alas para volar, es como el torero que se niega a lanzarse al ruego y enfrentar esa bestia. Si no lo intenta no lo logra, por supuesto tiene que ir paulatinamente, prepararse tal y como hace el boxeador antes del encuentro. No lo creemos, pero estamos capacitados para enfrentar la mayoría de las situaciones, y si los demás lo han logrado, nosotros también podemos.

Así que, si usted está al lado de lo orilla, atrévase a nadar al otro lado. Rompa sus esquemas, rompa sus limitaciones, desarrolle mayor fuerza, una nueva forma de pensar, no pierda su norte, y atrévase. Es probable que al primer intento falle, entonces luego lo vuelve a intentar mejor preparado, y si falla, lo seguirá intentando hasta lograrlo, porque si no eres capaz de superar eso que tienes enfrente de ti, que te complica tu vida, entonces te acostumbrarás a bajar la cabeza y aceptar. No te puedes rendir ante el primer fracaso, inténtalo una y otra vez. Levanta la cabeza, mira en donde estas y en donde quieres estar, y atrévete. Si no te sientes con la capacidad, es porque estas agotado, mira que es lo que te esta quitando tantas fuerzas como lo hablamos en nuestra artículo: «Factores que te llevar a agotarte en tus esfuerzos».

Foto vía:  gagilas