Básicamente cada aspecto de nuestra vida se basa en la consecución de un propósito.  Llamase la vida misma, el matrimonio, el empleo, la salud y hasta el equipo de sonido que compramos. Al igual que cualquier cosa que emprendamos, todo requiere una mejor forma de hacerlo.  Es en la mala aplicación de nuestras esfuerzas, en donde esta el hecho que las cosas no salgan como queramos. Los siguientes son algunos de esos errores que parecen sin importancia; pero que están en la raíz misma del fracaso de nuestros proyectos.

1.  Empezar de afuera hacia adentro.

Esta frase se que suena a filosofía china; pero el hecho es que hay mucha verdad en ella.  La mayoría de nosotros nos la pasamos buscando el éxito para lograr tener la paz, la felicidad, y resulta que es al contrario.  No podemos obtener el éxito a partir de la infelicidad y la intranquilidad.  Una persona insegura, llena de miedos e intranquilidades difícilmente tiene la fortaleza que se necesita para ser exitoso en muchas cosas. Entendamos con el ejemplo más sencillo, si usted como persona insegura va a una entrevista de trabajo, y debido al nerviosismo dice lo que no debe decir, estará en clara desventaja con respecto a otra persona segura y llena de confianza en si mismo. Debemos lograr primeramente esa seguridad y esa paz en nosotros mismos, para después ir tras la consecución de nuestros propósitos. La mayoría de nuestros miedos son mentales, la seguridad es algo que se puede desarrollar.  Es por ello que  el trabajo sobre nuestra parte psíquica es fundamental.

2. No estar al nivel de las cosas.

Hay que estar claros en algo, nosotros somos potencialmente capaces de lograr cualquier cosa, solo que cada cosa requiere un tiempo, un esfuerzo y un nivel. No podemos pretender por ejemplo que con la preparación de un niño de escuela, nos den un cargo ejecutivo que requiere un postgrado.  Del mismo modo sucede con cada cosa en nuestra vida, todo exige cierto nivel.  Si alguien logro algo, nosotros también podemos, la diferencia esta en el nivel de preparación y de esfuerzo que tiene cada quien. Para disfrutar de las cosas buenas de este mundo hay que ser igualmente buenos.  Es decir que nuestros talentos estén al nivel de esfuerzo que se requiere. Si somos deportistas, y queremos estar en un equipo de liga, debemos estar al  nivel de preparación que se exige a cada uno de los miembros de dicho equipo.

Las buenas intensiones, todo lo que haya sufrido en la vida, el leer mucho y saber de muchas cosas, etc, no cuenta como talento a la hora de conseguir las cosas en esta vida. Talento es cualquier cosa que nos haga destacar, algo de calidad para ofrecer.  A nivel material podría contarse cosas como el cocinar estupendamente, el ser un buen bailarín, el tener una figura atlética, el posee ciertos bienes materiales, etc.  Pero más importantes que todo esto, son los valores internos, como la seguridad, la disciplina, la inteligencia, el saber trabajar en equipo, etc.  Que se gana uno compartir con alguien muy rico, pero amargado.  Aunque claro esta que las riquezas también son importantes.

3.  Todas las cosas a la vez es una carga muy pesada

Cada cosa en este mundo requiere esfuerzo y tiempo.  Un simple acto como el tener buen gusto para vestir es algo que para hacerse bien, requiere preparación. Nuestra mente esta repleta de deseos por satisfacer y nos metemos en deudas, en responsabilidades que muchas veces no tenemos la capacidad para responder. Muchos de nuestros problemas vienen de todas las cosas en las que estamos comprometidos, haciendo que la vida se vuelva demasiado pesada. Debemos aprender a escoger que cosas son realmente importantes para nuestra vida, y comprometernos con ellas, lo demás deberá esperar. Para colocar un ejemplo, en ciertos sectores muy populares, ciertas familias invierten su dinero en conseguir el último BlackBerry, el televisor de pantalla plana, el internet, y el hijo consigue la moto para salir con las amigas, luego fácilmente resulta un hijo por ahí.

Estos compromisos fácilmente generan preocupaciones, y se vuelven una carga en que la que se termina por perderle el gusto a la vida. Muy bueno todas las cosas que una quiera, pero hay que saber andar despacio, y cada cosa en su momento. Por otra parte la mayoría de nuestro tiempo y esfuerzo se pierde en golosinas, en entretenimiento y en trabajarle a otros, dándonos poco espacio a un trabajo sobre nuestra psiquis y al desarrollo de talentos. Cada cosa requiere un esfuerzo y debemos aprender a elegir entre la golosina o el ahorro para el viaje, entre una hora de hablar por teléfono o dedicarse a un curso de ingles. Todo es cuestión de decisiones.

4.  Empezar y continuar por donde no es

Imaginemos que estamos construyendo una casa. Lo primero que se hace es construir unos simientos muy fuertes y finalmente la decoración. Con unos simientos débiles, la casa se cae.  Habrán ocasiones en las que deberemos renunciar a decorar, con tal de tener una estructura solida donde resguardarnos. Lo mismo pasa con nuestra vida, hay cosas muy básicas que debemos desarrollar, y otras a las que quizás por falta de tiempo o de talento no deben ser hechas por un buen tiempo. Como veníamos diciendo en el primer punto, los simientos más importantes están en nuestro interior, primero ganar la salud y estabilidad mental y emocional, para luego ir por la consecución de metas, y finalmente disfrutar de toda clase de placeres. En el ejemplo anterior, veíamos que el esfuerzo se invertía primeramente en los placeres, para luego dedicarse a las preocupaciones.

Muchas veces todo nuestro esfuerzo se esta yendo en cosas que no valen la pena, hay cosas que nos hacen perder todo el tiempo de nuestra vida y que no nos lleva a ninguna parte.  Una persona puede gustarle tocar piano y dedica gran parte de su tiempo y esfuerzo en ello, pero abandona cosas como el gimnasio, que le es muy útil para sus problemas de peso.   Así pasa con muchas cosas de nuestra vida, estamos haciendo lo que no corresponde al momento. Respecto a nuestra personalidad, deberemos decidir que aspectos desarrollar. Por ejemplo; eficiencia laboral, habilidades de comunicación, sentido del humor, poder de convencimiento, influencia y respeto, etc, cada una de estas habilidades internas son muy importantes y cada una requiere su tiempo de desarrollo.  De como desarrollarlas es de lo que hablamos en el blog.

5.  Los simientos errados.

Todos nuestros actos son a partir de conductas aprendidas, es decir que la mayoría de nuestras decisiones nacen por la influencia del medio, y por las cosas que nos hayan acostumbrado a hacer desde niño. El hecho de que pensemos y actuemos de un modo, no quiere decir que este sea correcto, y es ahí donde debemos aprender a identificar patrones errados de conducta, que pueden estar perjudicándonos. El saber identificar el autoengaño, y las conductas que nos están perjudicando es de las cosas más difíciles.  Luego viene lo otro, que es el abandonar unas conductas y desarrollar otras. Esto requiere un profundo trabajo sobre nuestra psiquis, a la cual no le dedicamos el tiempo suficiente.

En tanto dichos patrones de conducta estén erradas, las cosas necesariamente tienden a hacerse mal. La razón de ello es muy sencilla. Siendo nosotros los responsables de nuestra vida, los que a través de los actos desarrollamos las cosas que queremos y no queremos. Si nuestros actos nacen a partir de creencias equivocas, entonces muchas de las situaciones que provoquemos pueden llegar a ser absurdas. El verdadero cimiento, la raíz de nuestras fortalezas y debilidades están en nuestra propia mente. Es en el conocimiento de las profundidades de nuestra mente donde puede llegar a estar nuestra verdadera fortaleza.