Cualquier cosa que creamos que nos sucede, o que pensemos que algo es de cierto modo, esto a la final son solo pensamientos, los cuales pueden estar equivocados o no. Es increíble la facilidad con la que nos complicamos con cosas que solo están en nuestra mente. Miremos como funciona esto.

1. Mente que divaga, mente estratega, y mente enfocada.

La mente suele siempre ahorrar procesos mentales, y por eso siempre concluye las cosas más obvias y también la más extremas, con el fin de estar preparada para defenderse en el peor de los casos. De las cosas que suceden alrededor, muchas de las conclusiones e historias que nos imaginamos no tienen nada que ver con la realidad. Por ejemplo, si usted se encontró con alguien en la calle y este no lo saludo; entonces usted puede pensar que dicha persona tiene algo contra usted, cuando en realidad es que el otro iba distraído, o no le gusta saludar o no le distinguió, etc. Este tipo de conclusiones erradas suelen generar conflictos.

El mundo de las suposiciones está muy bien cuando usted necesita ser un verdadero estratega, como un líder político, un general, un marketing profesional, el cual debe de analizar todas las posibles opciones respecto a un suceso que le interese y luego reaccionar de la mejor manera ante cada uno de ellos; pero si usted lleva una vida normal y rutinaria, entonces el mundo de las suposiciones se le convierte en una verdadera carga. Ante cada cosa que sucede no debe dejar que su imaginación vuele en medio de cientos de suposiciones, base su criterio solo en los hechos sólidos e irrefutables, no en él “es que me quiso decir”, ni en “es que lo que debió de haber hecho es”. Su mente puede divagar imaginando que su pareja le es infiel, o que hay una conspiración política y en general en todo tipo de suposiciones, que hacen que su potencial mental sea desaprovechado respecto a cosas más importantes que debes solucionar en tu vida personal. Haga el esfuerzo, por ajustarse a lo que ve, a lo que dijo la propia persona, a los documentos que demuestran algo, y verá como su mente deja de complicarse tanto.

2. Porque nuestra mente suele dramatizar las situaciones.

Tenemos una tendencia a sentirnos desprotegidos porque creemos que tenemos problemas grandes y alguien debería venir a ayudarnos. La realidad es que no hay tantos problemas, si no que nuestra mente es inconforme, porque en todos los aspectos de la vida queremos estar plenos, y dado que no siempre llegamos a ese estado, entonces ese sentimiento de inconformidad se vuelve un problema. Luego viene el asunto de darle vuelta una y otra vez, a lo que le incomoda; con el tiempo esto se vuelve una carga de pensamientos que nos aplastan por su peso.

Somos inconformes por naturaleza, queremos llegar a mejores estados de bienestar; pero no suele haber una situación de plenitud total. Siempre habrá una situación en la que no nos entendemos con los demás, siempre nos hará falta algo, ya que todo siempre podrá ser mejor y siempre se podrá tener más, siempre puede haber algo que no se logre a tiempo, etc. Son cosas que le suceden a todo el mundo, que forma parte de la vida, son cosas con las que debemos lidiar, como la costumbre de comer e ir al baño, de dormir, de caminar, eso es la vida. Si una cosa es inevitable acéptela en su vida y no piensa en ello, si una cosa le esta destruyendo, entonces póngalo en una lista de cosas que debe buscarle solución y soluciónelo, y si algo es temporal, entonces su mente no debe desgastarse en ello. Tome esto como forma de pensar y no será víctima del stress ni la depresión.

3. La actitud mental frente a las cosas.

Las cosas son difíciles, incomodas, penosas, según el concepto que usted tenga de ellas. Algo es difícil si usted piensa que es difícil, y eso mismo puede convertirse en un reto, en algo divertido, si usted piensa que lo es. Por ejemplo hay personas que piensan que es divertido dormir en el suelo, como los que salen a acampar. ¿Su trabajo es una pesada carga, o es un reto para aprender y desarrollar nuevas habilidades?, ¿a usted le falta algo, o sencillamente es más libre por no tenerlo? Otra cosa es lo fácil que se nos olvida lo bien que estamos, ya que podemos tener salud, trabajo, y la compañía de nuestros seres queridos, y aun así nos quejamos de la vida.

No hay un estado de plenitud donde todo sea perfecto, y hay cosas que se pueden considerar como tener problemas y vivir mal; pero mientras tengamos lo básico, se puede decir que vive digno, y que a partir de ahí todo son oportunidades de mejorar. Deje de tomar las cosas por el lado complicado, siempre haga el esfuerzo por sacarle provecho a lo bueno que tienen. Cuando pensamientos de tristeza surjan entonces debe traer al recuerdo las cosas buenas que tiene, y todo lo que ha logrado, y como aprovecharlo. Si es capaz de hacerlo, logrará cierto grado de paz.

4. Compromisos y niveles de responsabilidad.

Nuestra vida es complicada porque estamos llenos de una cantidad de oficios, que nos desgastan, aminoran nuestras fuerzas, y nos hace sentir ahogados, sin energía. Existen niveles de compromiso, el primero es con nuestro cuerpo el cual debemos dar alimento sueño y deporte suficiente, ya que de no hacerlo, nos enfermamos. Después viene la responsabilidad laboral, la cual a veces se complica, por no saber decir que no. Y del resto cualquier otro tipo de responsabilidad (salvo tener un hijo) es negociable, es prescindible, y en cualquier momento lo puede abandonar. Muchas veces nos desgastamos en compromisos que no son necesarios. Usted no tiene que comprarse el mejor celular, usted no tiene que visitar a sus amigos todos los días, usted no tiene que comprar la última moda, usted lo único que tiene es que morirse, porque usted con ninguna otra cosa tiene responsabilidad. Es importante que revise en su vida cuáles son esos compromisos innecesarios que usted ha asumido y que le desgastan, luego libérese.

5. El sentido del amor propio.

Necesitamos que nos reconozcan, que nos digan que somos importantes, que alguien sepa que existimos, de que somos buenos para algo. Muchos tienen atrofiado este sentido y se llama falta de dignidad, y otros lo tiene desarrollado en extremo, y se llama llamar la atención. Cuando no nos importa nada el reconocimiento, es que hemos perdido toda falta de amor propio, simplemente nos consideramos poca cosa, y cuando buscamos todo el reconocimiento se llama falta de confianza en sí mismo, porque no se quiere, porque no cree que tenga nada importante, porque se siente inferior a otros. Entonces su mente divagará en el resentimiento hacia los demás, o el propio atropello de su persona. Se dirá que no es capaz, que siempre fracasa, que su vida es triste, que no ha logrado nada, y este tipo de dialogo negativo finalmente le destruye.

La mejor manera de mantener este sentido sano, en proporciones saludables, es el triunfo sobre nuestros propios retos, y luego la capacidad de ir logrando las cosas que queremos. Existe una inconformidad natural en el ser humano, y esto es lo que nos lleva a ser mejor, cuando nos superamos, cuando nos vemos a nosotros mismos como valiosos, recibimos como recompensa el amor propio. Una persona con amor propio tiene un orgullo en justa medida, y no necesita tanto de los demás porque sabe que los otros son los que quizás necesiten de él, sin embargo tiene tal equilibrio que reconoce que de los demás puede recibir cosas valiosas, y por ello vive en armonía con quien le rodea. 

Foto vía: Gamma Man