book descubre subconsciente Seguramente usted quiere muchas cosas para su vida, y pasan años y es poco lo que ha logrado, y usted piensa que es falta de esfuerzo o de oportunidades. Hay muchos factores que impiden el éxito en los propósitos, y de los que normalmente no caemos en cuenta. El propósito de esta artículo es dar a conocer estos factores en los que nos solemos reflexionar.

Condicionadores internos de nuestra conducta, nuestra forma de ser, nuestro obstáculo.

Todos tenemos una forma de ser, y es quizás esta forma de ser lo que está impidiendo de raíz nuestros logros. Dado nuestra naturaleza y lo que somos capaces de hacer debido a nuestros instintos y fuerzas, estas son las características básicas de nuestra personalidad. No es muy probable que alguien tenga una característica exclusiva, y puede tener varias mezclas.

Las personas de carácter fuerte.

Son aquellos que imponen su voluntad e influencian el entorno, son personas generalmente egoístas porque su fuerza está enfocada en hacer sus propósitos y por tanto no puede ser desperdiciada en los propósitos de otros. Generalmente son tercos, ya que escuchar razones de otros le haría desviar de su propósito. Dichas personas suelen estar poseídos por una gran motivación (deseo, odio, orgullo), que les hace hacer algo en una dirección. Para lograr su propósito deben mover a los que están a su alrededor en su misma dirección, y por ello se convierten en lideres. El problema de este tipo de carácter es que a veces hacen sacrificios tan grandes que pueden terminar solos, melancólicos, y sin gusto por la vida. Aunque de todas las personalidades, este tipo de carácter puede ser más exitoso.

Las personas cómodas e influenciables.

Son aquellos que no les gusta el esfuerzo personal hacia algo, en eso estamos la gran mayoría, y por eso estamos a la espera a que alguien haga algo. Generalmente arrastrados por las circunstancias, este tipo de personalidad termina haciendo lo que otros le dicen. Generalmente son buenos en lo que hacen, ya que su energía no se gasta en la planeación y ejecución de proyectos personales y por tanto esa energía está disponible para hacer lo que le digan, además son buenos amigos porque evitan el desgaste que implica entrar en conflicto con otros, y prefieren ganar aliados. Esta personalidad como no invierte energía en reflexionar y cuestionar su entorno, puede acabar en cualquier situación.

Las personas manipuladoras y de poca acción.

No suelen tener un carácter fuerte, y por tanto no son capaces de emprender proyectos, ni de enfrentar enemigos, sin embargo, si tienen un deseo que les mueve, que quieren alcanzar. Por eso pasan gran parte del tiempo están pensando el modo que con un mínimo esfuerzo lograr un gran resultado. Son muy lectores, buscando alternativas que le hagan evitar el esfuerzo, suelen emprender proyectos que dejan a medio empezar, en parte por su falta de energía que la gastan en sus reflexiones, y en parte porque de tantas ideas a la final ni saben que es lo que quieren. En ocasiones pueden tener buenas ideas que son capaces de vender a los demás y hacerse ver como alguien capaz.

Las personas viciosas e impulsivas.

Son personas instintivas arrastradas por un deseo. Las especies animales son arrastradas por sus instintos básicos como el de la alimentación, el de protección, etc. Mientras que en el hombre la capacidad de experimentar otros placeres le hacen generar otro tipo de impulsos y adicciones. Puede ser la televisión, el internet, el chat, las drogas, el alcohol, el juego, la pornografía, la comida, etc. Son impulsivos, es decir que en la medida que su deseo mayor se despierta, en esa medida actúa. Son procrastinadores, es decir que aplazan cualquier esfuerzo. Debido a su falta de energía, ya que toda se la consume su vicio, entonces se resguardan bajo el amparo de una figura fuerte ya sea un líder, un grupo o una afición. En otros casos la roban de los demás, a través de la burla, la mentira, el chisme, la violencia.

Condicionadores externos de la conducta.

Aparte del carácter con que nacimos, debemos de enfrentarnos a un entorno que nos moldea. Dependiente de la personalidad reaccionará a ese entorno. Por ejemplo los de carácter fuerte moldea él entorno, los cómodos lo absorben, los manipuladores rebotan de un lado para otro y los viciosos lo destruyen. Al hablar de estos temas no quiero que se piense que es una invitación al aislamiento o la revolución, soy un respetuoso de la familia, un absorbido por el medio ambiente, y consumidor de medios de comunicación; pero eso no quiere decir que no entienda como afecta la mente. Debemos ser conscientes de lo que nos sucede sin volvernos paranoicos.

La familia que programa la mente del niño.

Un bebe en un inicio es solo instinto, con una gran capacidad de aprender. Básicamente lo que aprende de sus padres es la base de su conducta. Los padres suelen moldear las creencias, las acciones, la forma de vestir, lo que se dedicará a hacer, etc. Debido a la falta de análisis del niño, todo lo que le dice sus padres se convierte en su realidad. Por ejemplo un padre puede decir al niño que salir de noche es peligroso y se lo prohíbe, entonces cuando adulto no le gustará salir de noche, lo puede creer parte de su personalidad, porque no recuerda esa orden grabada en su subconsciente. De aquí nace gran parte de nuestras incapacidades y limitaciones, las cuales son invisibles al adulto que no sabe ni que creencias ni que hábitos le están haciendo fracasar, y aun cuando las descubrirá, esos pensamientos y hábitos alimentados por años son difíciles de cambiar.

El medio ambiente que alimenta nuestra forma de ser.

El medio ambiente es otro moldeador de nuestra conducta, igual que el pez ve normal respirar bajo el agua, del mismo modo una persona ve normal el ambiente en que nace, sus creencias, sus normas, su forma de vivir. No lo cuestiona, simplemente se adapta. Además el esfuerzo que implica ir en contra de la corriente, de la mayoría, es demasiado grande, así que no vale la pena el desgaste. No es lo mismo nacer en una cultura mística como el tibet, que en una cultura de pandillas, o en un campo, en una metrópolis, uno simplemente se adapta, y por tanto vive, piensa, se viste y come, como dicta dicho entorno, sin reflexionar en la naturaleza de dichos actos. Una cultura del fracaso, del desgaste, puede acabar con el mejor de los talentos humanos naturales.

Los medios de comunicación que moldean nuestra realidad.

Los medios de comunicación moldean la forma en que percibimos el mundo, los noticieros nos dicen a quien debemos odiar, la publicidad nos dice que debemos comprar, las telenovelas nos dicen como debe ser el estilo de vida. Si bien esto no es algo a propósito (los de las teorías de la conspiración podrían decir muchas cosas), el hecho es que todas esas impresiones que alimentan nuestros sentidos, y de los cuales no reflexionamos, moldean nuestras creencias y formas de actuar. Los medios de comunicación están basados en la cultura del entretenimiento porque deben atrapar la atención, y eso implica estimular los instintos y dejar de lado cosas que estimulen la voluntad.

Los paradigmas por miles de años en nuestro subconsciente.

Los paradigmas son fuerzas invisibles instaladas en el propio subconsciente, formas de ver e interpretar la realidad ya preestablecidas, y que nadie discute. Pueden pasar miles de años antes de cambiar un paradigma y dicho cambio puede implicar conflictos. Por ejemplo, yo creo en Jesús y creo en la sabiduría de algunas de sus enseñanzas como aquella de que el que esté libre de pecado tire la primera piedra; pero otros como aquellas de, ante el abuso poner la otra mejilla, ser mansos corderos, no codiciar ningún bien, me parece como lo dije en un anterior artículo pudo ser una estrategia que pudo haber empleado el imperio romano para dominar a los pueblos, empezando porque los evangelios se escribieron alrededor de 100 años después de Cristo, y la iglesia la construyo el mismo imperio romano. No solo a nivel religioso existen paradigmas si no a nivel de orden social. Las monarquías duraron cientos de años, el feudalismo también. Actualmente tenemos el socialismo y el capitalismo, y esto no quiere decir que sean los mejores modelos, quizás pueden ser destructivos y puede que alguien en un futuro se le pueda ocurrir alguna mejor idea para organizar la sociedad. Estos son algunas paradigmas que he podido detectar y muy probablemente existan muchos otros de los que nadie tenga la menor idea, tal vez en la ciencia y la tecnología, tal vez en la educación y el trabajo, sin embargo como lo he dicho, no hay que ser paranoico.

Factores condicionadores de la acción personal.

Aparte de los anteriores factores condicionadores, nuestra actividad y energías se pierden en una cantidad de rutinas, que deberemos aprender a liberarnos de ellas para poder tener energía suficiente de cambiar nuestra vida.

Apegos que impiden nuestra libertad acción.

Cualquier situación tiene un centro en el que nos sumergimos más y más, y esa es la razón, por la que a pesar de muchos odiar su trabajo y sus condiciones de vida, puede permanecer años en estos. Con el tiempo nos hemos acostumbrado al entorno o situación que vivimos, nos consume esfuerzos y perdemos habilidad para otras cosas. Si usted no se libera de todos sus compromisos le será difícil estar libre para hacer otras cosas. Por compromisos, me puedo referir a cosas tan sutiles como el hecho de permanecer en un lugar por tratar de demostrarle a algo alguien, y esto es algo tan sutil que ni podemos darnos de cuenta.

Desperdicios de nuestra capacidad de esfuerzo.

Energía son nuestras fuerzas para realizar algo, muchas de ellas son consumidas por el entorno en que vivimos. Sin energías usted no tendrá fuerzas para hacer algún acto. Debemos aprender conservar nuestra energía a través de dormir bien, hacer deporte, llenar la mente de cosas motivadoras. Son enemigas de la fuerza de voluntad el vicio, el trasnocho, el comer demasiado, el sedentarismo.

Entretenimiento, distracciones y aplazamientos.

Entretenimiento es toda actividad que se aparte de nuestro propósito. La fuerza de voluntad se asemeja al agua en una poceta que usted utiliza para apagar un fuego. Si usted en vez de dedicarla a apagar fuegos y con ella empieza a mojar otras partes, entonces se queda sin agua y el incendio continúa. Día a día aparecen cosas para hacer, pero solo una es importante y es su propósito. En tanto usted no aprenda a centrarse y dedicar todo su esfuerzo a su propósito, no terminará finalizando ningún proyecto por sentirse cansado antes de tiempo. Esa agua en esa poceta puede ser su tiempo, su esfuerzo y su dinero que va a cualquier parte menos a apagar el incendio en su vida.

Aprendizaje, metas y concentración como la base para vencer nuestras limitaciones.

Para cambiar nuestras circunstancias no se necesita grandes esfuerzos, solo saber enfocarse, y estas son algunas claves para lograrlo.

Aprender cada día para romper viejos paradigmas y mantener motivado.

Con tantas ideas erróneas, con una mente tan mal programada, lo mejor que podemos hacer es aprender cosas nuevas, para que nos ayude a mejorar el discernimiento. La lectura si bien no transforma de una, va cambiando gradualmente la forma de pensar y actuar. Uno de nuestros principales problemas como seres humanos es que todo lo olvidamos fácilmente mientras que con la lectura mantenemos frescas las ideas, y por tanto las ganas de hacer algo.

Una meta, unos límites, unos trayectos. Nunca andes sin rumbo.

Usted debe estar realmente claro acerca de donde es que realmente quiere estar, nunca debe de perder de vista esa meta. Y debe estar claro en lo que realmente no quiere para usted y que debe de abandonar. Usted debe de tener una visión clara del conjunto, en que partes va a dividir su trayecto y su esfuerzo. Luego deberá dedicarse a esas pequeñas metas, puede ser simplemente algo que se propuso para el día o la semana, pero nunca ande por la vida sin tener claro en que es lo que va a pensar, que va a decir y hacer.

La concentración, el enfoque de nuestra atención y acción.

La desconcentración es sinónimo de debilidad, usted nunca podrá terminar algo, ni lograr nada si no aprender a concentrarse, la concentración es un punto de inicio de cualquier acción. Debe empezar por en su mente tener una clara y nítida imagen de lo que quiere y no dejar que su mente sea invadida por algo diferente a esto, deberá hacerlo una y otra vez hasta que se haga realidad. No se trata de grandes obras, solo pedazos de esfuerzo que acumulados forman un todo. Como quien día a día pone el adobe de un edificio, con el tiempo habrá logrado al menos una habitación. Lo otro es que es preferible ser constante en lo poco, que ser esforzado en lo mucho. Preferible humildes metas para realizar, que grandes metas para no terminar, es decir que debe ser constante, no interrumpir porque eso implica empezar de nuevo.