Durante todas las épocas han sucedido muchos fenómenos extraños, sobrenaturales, mágicos, que dependiendo de la época y la cultura, se le asignan diferentes nombres. Los más creyentes siempre atribuyen dichos fenómenos a fuerzas invisibles o superiores, y los más escépticos dicen que son imaginaciones de la mente. ¿Quién tiene la razón?. Hasta qué punto la mente influye en estos fenómenos, como surgieron y como pueden ser aprovechados, es lo que veremos hoy.

Magia, espiritismo y mística en la antigüedad.

Durante todas las épocas y en todas partes siempre se ha utilizado la magia en sus diferentes formas. Miremos algunos ejemplos de las aplicaciones que se les daba.  La magia talismanica, es un tipo de magia que hace uso de símbolos que representan fuerzas de la naturaleza y también espirituales, se proposito era concentrar dentro de cierto tipo de objetos esas fuerzas espirituales, para luego emplearlas para protección, atraer riquezas y amor.  El mejor ejemplo actual de esto, es el crucifijo; pero en tiempos antiguos, este tipo de magia, era bastante elaborado. También está la magia natural, que hace el uso de la naturaleza y las propiedades naturales de ciertos elementos para el logro de ciertos propósitos curativos, de protección, alejar energías, etc.  Un ejemplo de este tipo de magia que aun se conserva mucho, son los saumerios, los baños, e incluso el prender un incienso. Otro tipo de magia, es la magia ritual, la cual hace uso del conjunto de hechizos, oraciones, y actos con el fin de atraer y proyectar ciertas fuerzas. Un ritual que muchos practican en la actualidad es la de rezar antes de acostarse, o darle la bendición a sus hijos. A parte de estas magias básicos, existen toda clase de practicas en las antiguas religiones, como el contacto con espíritus por invocación, prácticas de sanación por imposición, nigromancia, entre otras. Gradualmente las religiones monoteístas fueron diezmando las culturas paganas que eran las que tenían estas magias, y fueron asumiendo para sí, sus prácticas.

Quien haya inventado la religión católica y sus prácticas, sintetizo muy bien el conocimiento de los pueblos antiguos. Durante mucho tiempo, las prácticas por fuera del cristianismo fueron condenadas, y toda explicación sobre las cosas solo las daba la fe. En la propia mente de un cristiano, era ridículo las cosas como la magia talismanica, los dioses de las mitologías, etc, se burlaban el que alguien comentará eso, y luego dicha persona burlona, realizaba las mismas practicas sin darse de cuenta.  Por solo colocar algunos ejemplos: Al acostarse hace sus invocaciones a un Ángel (la misma practica que los antiguos hacia a sus dioses), también guardan una medalla o talismán bendecido por un sacerdote,  hacen conjuros en las oraciones que dicen, al invocar una fuerza de protección, y los fines de semanas asisten a la magia ritual o misa. Suele pasar mucho, alguien ríe de ciertas prácticas mientras ejecuta las mismas con un nombre diferente.

Luego vino la ciencia a tratar de explicar desde cero, el porqué de muchos fenómenos que ocurren, negando todo, y empezando a admitir en la medida que lo comprueba. Por eso la ciencia desde el inicio dice que absolutamente nada de los pueblos antiguos es cierto, ni dioses, ni espíritus, ni reencarnación, ni extraterrestres, ni magia, ni adivinación, ni sanación, ni otros planos, ni energías, ni cuerpos, ni mundos superiores, ni leyes que rijan un universo. Por supuesto la visión de los antiguos y los modernos es muy diferente. Un avión para alguien de hace cientos de años le parecería una magia muy poderosa; pero una magia muy poderosa de algún antiguo a un escéptico moderno le parece imaginaciones y cosas absurdas. Lo cierto es que tanto en la antigüedad como en la era moderna, el hombre ha demostrado gran capacidad para dominar la naturaleza. La ciencia cada día descubre y se acerca más a los misterios del cerebro, ya por lo menos admite cosas como la hipnosis, la PNL, y a regañadientes, la meditación.

El pensamiento sobre el cuerpo y sobre el entorno.

Hay un punto ciego en donde las prácticas antiguas de magia, y la ciencia no se han podido encontrar y es la explicación a todos los fenómenos por el poder de la mente. Ambos extremos se acercan y casi se tocan, sin encontrar un lenguaje común para hablar. La ciencia moderna admite que el cerebro controla todo el cuerpo a través de ondas eléctricas que se trasladan a través del sistema nervioso, también admite que a través de la meditación se pueden alcanzar estados de reposo en la mente, y que por la hipnosis se puede influenciar en la mente para que se actué de cierta manera. Hasta ahí vamos, en que el cerebro puede todo respecto al cuerpo. En cuanto a los antiguos, ellos utilizaban el poder de la mente no solo para con su cuerpo si no para con todo lo que les rodeaba, y las prácticas mágicas no eran más que un método para poder concentrar a la mente y conservar la energía de esta o de los alrededores.

Con la llegada de la física cuántica, parece que la ciencia nos puede llegar a explicar los fenómenos paranormales, y de cómo el pensamiento puede influir en el entorno. Quizás esto pueda explicar acontecimientos como que aparecen figuras religiosas en una piedra, fenómenos curativos de ciertas iglesias, el mal de ojo, y los famosos sortilegios o brujerías muy famosos en los pueblos de las culturas latinoamericanas. También esto puede explicar como muchos místicos entrenados pueden atravesar agujas en su cuerpo sin sentir dolor, y recibir golpes en cualquier parte del cuerpo sin sufrir daño alguno. De entre los grupos místicos antiguos se hablaba que el pensamiento grupal puede crear formas mentales los cuales pueden influenciar a personas y lugares afines.

De ahí, surgieron otras mitologías, como las de los íncubos y súcubos, que influencian ciertas conductas sexuales y se alimentan de las mismas. Incluso me atrevería a decir que fenómenos como la astrología responden al mismo patrón. Un conjuro de los textos de los ataúdes egipcios nos puede dar una idea: “He venido a tomar posesión de Mi Trono, a que se reconozca mi Dignidad, pues todo eso era Mío antes de que existierais vosotros los dioses; así pues bajad y pasad a ocupar los últimos puestos, porque Yo soy Un Mago”

Magia, ley de atracción y cuántica.

La cuántica nos habla de que la consciencia de quien observa, interfiere en el comportamiento de esas partículas subatómicas, que dichas partículas reaccionan a la intensión de la observación. Quizás por eso cuando un escéptico va a ver no encuentra nada aunque lo hubiera habido, y un creyente mira y ve donde no hay. Por eso la frase que dice: “No hay peor ciego que el que no quiere ver, y no hay peor ciego que el que quiere ver” ciertamente es muy acertada. Entonces decimos, que la materia es influenciada por nuestros pensamientos, claro está que estamos por el momento hablando de partículas elementales. Además de esto, se sabe también que las partículas elementales ignoran el tiempo y el espacio. La ciencia ya no anda detrás de dioses, si no de partículas elementales.

La magia de los antiguos consistía en un conjunto de prácticas cuyo propósito era concentrar la mente, atraer ciertas energías a través de la simpatía con ellas, como ropajes, objetos, etc y luego conservarlas a través de talismanes y prácticas, para posteriores usos, fuera en la salud, la riqueza y el amor. La magia admitía la existencia de otros seres, en otras formas de energía y en otros planos. Hoy en día se habla mucho de “el secreto” o la ley de atracción, la cual fue influenciada por las ideas del nuevo pensamiento el cual surgió en el siglo 19, y que tiene sus diferencias con el movimiento de la nueva era. El secreto ya no habla de magia si no propiamente del poder del pensamiento, el cual según su contenido atraer energías similares. Con el nuevo pensamiento no se habla de dioses, ni de partículas elementales si no de energías superiores, otros niveles de consciencia, la unidad del todo. Uniendo estas 3 vertientes del pensamiento; entonces podemos decir que si la materia responde al pensamiento, y que el pensamiento puede atraer ciertas energía, y que a través de objetos, formas, y palabras podemos concentrar dichas energías. Que podemos interactuar con otras formas de energía externas y que según nuestra naturaleza y afinidad eso atraeremos.

Tiempo, espacio y esfuerzo para la mente.

Listo, estamos de acuerdo que el poder del pensamiento atrae según pensamos y además influencia el entorno según el tipo de pensamiento. También estamos de acuerdo que dicha atracción e influencia se ejerce de partículas elementales en el pensamiento hacia partículas elementales en el entorno. Esto quiere decir que para que un pensamiento se manifieste en la forma debe de pasar mucho tiempo y mucho esfuerzo. En las filosofías antiguas se hablaba del mundo de las causas, que correspondía al mundo de las ideas, que para que algo se manifieste en el mundo físico debía durante mucho tiempo antes, haber ocurrido en el mundo de las causas.

Hablando en términos más psicológicos, sabemos que nuestras decisiones, han sido productos de procesos y acciones que el subconsciente ha tomado mucho antes de que seamos conscientes de esta. Si explicáramos esto a través de una analogía, sería como cuando se va a crear una nueva tecnología, una idea puede venir desde hace mucho tiempo, y luego el ponerla en marcha demora otro tanto y finalmente el aparato llega a nuestras manos mucho tiempo después.

A partir de aquí podemos estar de acuerdo con los antiguos respecto a que toda acción tomada, lleva mucho tiempo realizada en el mundo de las causas. La manifestación de algo demora su tiempo y todo es proporcional al esfuerzo, y es por eso que muchos se dedican a una vida de monjes, en monasterios, para poder dedicar tiempo a la interiorización y al dominio de la mente, de este modo se puede lograr ciertos logros mentales mucho menos tiempo. Los templos budistas se dedican al control del pensamiento, los templos religiosos, que practican el yoga devocional, tienen como propósito el dominio de las emociones. De este modo al aminorar la actividad de los sentidos y todas sus emociones, se puede liberar más el potencial interno. Los sacerdotes católicos, lo podrían aplicar en cosas como exorcismos, y los monjes budistas en cosas la meditación, y prácticas que no sienten dolor.

El uso del poder del pensamiento en la actualidad por parte del hombre común.

Cada gota de pensamiento ejerce una fuerza de atracción y de influencia, es decir que según el contenido de nuestros pensamiento serán las situaciones que nos sucedan, atraeremos ciertas circunstancias, y seremos los causantes de ciertas cosas que nos sucedan. Por supuesto cada palabra, cada objeto, sirve como elemento que atraer y concentrar ciertas fuerzas. Cada objeto también nos influencia, por lo menos sabemos a nivel psicológico que lo que nos rodea afecta nuestro estado de ánimo, y también nuestras decisiones. Un pensamiento por sí solo no hace nada, entonces ese es el inconveniente, todas nuestras buenas intenciones, prácticas de visualización y sugestiones que aparecen en tantos libros y que por su aplicación prometen volverse rico de la noche a la mañana, alcanzar el amor, y la salud; están muy lejos de volverse realidad, y hay varias razones: No sabemos lo que pensamos, ya que todo el mundo le da miedo observar sus pensamientos.

No hay tiempo para hacerlo, el ritmo de vida actual nos consume toda nuestra energía. No existen mecanismos de ayuda como se utilizaban en la magia (Talismanes, ropas, ritos, invocaciones), ya que ahora solo contamos con el poder del pensamiento en su más puro uso. Y finalmente no hay fe ciega, que esa era la ventaja de las antiguas civilizaciones, ellos no ponían en duda nada, mientras que ahora debido a tantos cuestionamientos, se duda de su efectividad. Es entonces esta la razón, por la cual cualquier entusiasta del tema, rápidamente se decepciona. Lo que nos queda entonces es a una persona necesitada que urge de una solución rápida en su vida en cualquiera de los aspectos de salud, dinero y amor. Luego dicha persona sabe de los libros que prometen el cambio en su vida, y todo lo que habla está bien argumentado, y suena verídico, luego dicha persona se entusiasma, le habla a todo el mundo sobre lo importante del pensamiento, se esfuerza por un tiempo, no consigue resultados, y finalmente sigue leyendo más libros con la esperanza de que el nuevo si le va a dar la solución a su vida. Este tipo de personas, por lo menos se esfuerzan, por que con sus propias fuerzas esperan salir adelante. Hay otros que se refugian en las religiones, y esperan que todas las soluciones vengan de manera divina sin esfuerzo, y hay otros que son completamente escépticos, que no creen ni en divinidades, ni en potencial humano, y que por tanto la única ayuda que esperan es la del gobierno.

Descubre subconsciente.

El poder del pensamiento es una realidad, y puede hacer mucho por nosotros; pero para personas normales como nosotros, que deben ganarse el pan de cada día, que se mueve dentro de un círculo social que exige ciertas responsabilidades, y que nos gusta todos los placeres de la vida, es difícil cultivar dicha disciplina mental. Empezando porque en el día nos pasamos en automático, actuando y reaccionando de una forma predeterminada. No pensamos; reaccionamos. La presión del trabajo, la presión del medio ambiente, y todas las fuerzas de las circunstancias, exigen que constantemente se esté pensando en hacer algo respecto a esas situaciones que constantemente nos enfrentamos, y como no hay mucho tiempo para reflexionar, entonces reaccionamos de la misma manera de siempre. Luego al llegar a los pequeños espacios de descanso, solo lo dedicamos a relajarnos con alguna actividad pasiva. Es por eso que nadie suele practicar nada de lo que los libros le comentan, si alguien se disciplinara en ello, entonces lo lograría.

Por otra parte la disciplina mental, es algo demasiado difícil, los pensamientos se mueven de un lado para otro, sin poder hacer nada al respecto, nuestras decisiones muchas veces surgen al azar, no tenemos dominio de la personalidad, ni los pensamientos. Lo que sucede es que alguien con el pensamiento centrado en tristezas, en preocupaciones, con faltas de confianza y autoestima inconscientes, si le dedica un espacio a la práctica de las facultades mentales, entonces todo avance que pueda lograr, es desboronado por esas inseguridades que en todo el día alimenta su mente. El pensamiento es difícil de controlar porque no nos conocemos a nosotros mismos, no sabemos las raíces de nuestros comportamientos, que pensamientos hay, y cuál es su naturaleza, y por eso es difícil ordenárnoslos.

En la medida que organicemos nuestros pensamientos en base a conocer nuestro subconsciente, entonces podremos hacer mejor uso de nuestro potencial mental. Con unos pensamientos ordenados, libres de caos; cada pensamiento podrá atraer e influenciar de manera positiva. De este modo, toda la corriente de los pensamientos que día a día tenemos, estarán a nuestro favor y no en contra. Y si se llegará a la práctica de alguna disciplina mental, así sea media hora, entonces esta sería mejor aprovechada. Es entonces el poder del pensamiento habitual el medio por el cual el hombre ordinario puede superar muchas de sus adversidades. Si además de ello logra cultivar alguna disciplina de la mente, entonces podrá encumbrarse sobre los demás.