Hemos venido hablando sobre la responsabilidad que tenemos acerca de las cosas que nos suceden, más sin embargo esto a veces es un peso muy grande, es decir, no es fácil pasar de echarle la culpa a los demás a convertirnos en responsables de nuestros propios actos.  Esa frustración y esa ira ya no la podemos descargar en contra de alguien, todo eso queda en nuestro interior haciéndonos daño.

La culpa cumple una función de alerta sobre algo que sentimos que no está bien en nuestra vida, y de ahí no debe pasar, no debe convertirse en un verdugo, ya que puede arruinar varios aspectos de nuestra vida, como lo veremos en este artículo.

Como se forma la culpa

La culpa no es más que un sentimiento alimentado por nuestros preconceptos.  Nadie puede sentir culpa acerca de algo que no se le inculcó que era malo. Es quizás por eso que vemos gente cínica que destruye a los demás sin ningún reparo, ya que quizás no son conscientes de sus actos y sus consecuencias. No es la culpa la que nos debe guiar, sino la conciencia.

El problema con la culpa, es que es una conducta acompañada de un sentimiento de recriminación, la cual fue aprendida cuando nos castigaban por algo mal hecho. Para ilustrar esto coloquemos un ejemplo; supongamos que cuando joven usted jugaba futbol y rompió la ventana del vecino, de seguro el castigo no se hizo esperar.  Ahora cuando nosotros hacemos algo que sabemos que está mal, entonces a causa de no poseer alguien que nos señale, que nos castigue, entonces nosotros mismos nos autocastigamos.

Como la culpa puede estancar nuestra vida.

Cuando hicimos algo malo y sabemos que somos los responsables, esa frustración no nos deja libre, entonces subconscientemente creemos que si nos castigamos todo se va a solucionar.  Esto se debe a que cuando pequeños, con el castigo quedaba todo aparentemente solucionado. Ese castigo se manifiesta en forma de echarse la culpa, de decirse que no sirve para nada, de que siempre hace las cosas mal, de prohibirse satisfacer ciertos deseos, de encerrarse, del desaseo, y de someterse a situaciones difíciles y de humillación, etc. Por supuesto de manera subconsciente.

Toda eso nos va auto programando, y va haciendo que perdamos la autoestima y la confianza en sí mismo.  De este modo, la próxima vez que vayamos a hacer algo, subconscientemente creeremos que no seremos capaces, ese sentimiento hará que disminuya nuestros reflejos y nuestra concentración, por lo que seguramente las cosas no nos quedaran bien hechas, y de este modo se confirma lo que pensamos acerca de que no servimos para nada.

5 claves para superar un sentimiento de culpa y de vergüenza agudos.

1.  Enfóquese en la solución.

En situaciones difíciles, debemos de luchar por no perder la compostura, por no perder fuerzas, debemos al máximo conservar la serenidad, y todo pensamiento deberá ser dirigido hacia la solución del problema.  Un hombre sereno y enfocado se parece a un arco templado que dirige la flecha hacia su destino. Debemos acostumbrar nuestro pensamiento a que se enfoque en soluciones, y a evitar toda clase de conducta que nos haga perder las fuerzas que tanto necesitamos para enfrentar la vida.

2. Perdónese sus errores, transforme su percepción de ellos.

Para perdonarse lo que hizo, debe de transformar su percepción de los errores.  Debe aceptar que cometer errores es parte de la vida, usted no es un sabio, es alguien que cada día aprende. No siempre va a tener todas las capacidades para hacer siempre todas las cosas bien, entonces será normal que algún momento falle.  El error no es fallar, el error es no continuar ni superarse.  ¿Se imagina a usted un pintor que está aprendiendo y al menor fallo abandona la profesión?

3. Aproveche el ying y el yang de las cosas.

Dice la sabiduría oriental, especialmente la que tiene que ver con el tao, de que hay tanto bien en el mal, como mal en el bien.  Es decir que usted puede encontrar algún beneficio a cada situación por más desfavorable que la vea.   Descubra de qué forma puede aprovechar la nueva situación. Si usted se acostumbra a ver el lado malo de cada cosa, entonces no dará ni un paso delante de la vida.  Una piedra puede ser usada para lastimarse a sí mismo, o para construir un cimiento, deje de convertir cada cosa en la vida en algo que le lastima y conviértala en una oportunidad.

4.  Supere el sentimiento de vergüenza frente a los demás.

Algo muy difícil de superar es saber que otros están viendo que cometimos un error, y también el tener que soportar las recriminaciones de otros. Bueno, lo primero que debe de enfocar en su mente es ofrecer una solución en la medida del daño dejado, de su mejor esfuerzo, y quedará en paz consigo mismo.

Si para el otro no es suficiente y no le perdona, no se deje agobiar, en la vida todos sufrimos duros golpes, y todos tenemos que superarlo, y si no es por sus manos, ese golpe puede venir de otra parte, ya que muchas veces atraemos las dificultades. Diste lo mejor de ti para solucionar el daño, ahora estas en paz contigo, sigue tu vida, y deja que el otro supere a su modo su sufrimiento, sino lo logro, entonces será su problema.

5.  Producimos problemas que somos capaces de solucionar.

Nosotros no somos capaces de producir problemas grandes si no tenemos la fuerzas con que generarlos.  Para entender esto, miremos el caso de un niño, los problemas que él puede generar están es su rango de solución, es decir, una pelea con un compañerito, una ventana rota, una tarea que no entiende.  Pero este niño es difícil que genere problemas con la justicia, o que tenga que encargarse de alguna responsabilidad. A esto me refiero al decir que los problemas que generemos están en nuestro rango de solución.  La mayoría de problemas que generas en tu vida estas en la capacidad de solucionarlo, inténtenlo.

Si te gusto la lectura, entonces disfruta de lo nuevos, suscríbete a la lista de correo del panel derecho, y descubre un artículo nuevo cada semana.

Foto vía: Pensamiento consciente.