Las malas acciones del presente son pensamientos errados nacidos de una mente inmadura en nuestros tempranos años de vida.  Esos pensamientos con el tiempo  forman la base de como vemos el mundo y como actuamos en él.  Es por eso que la base de nuestras decisiones puede ser una mala percepción y conclusión acerca de las cosas.

Como el pensamiento inmaduro formo nuestra personalidad.

Pensamientos de la infancia nos dominan.

Basamos todos nuestros actos a partir de las decisiones que tomamos desde una temprana edad, porque el pensamientos es jerárquico, es decir que unos pensamientos, tienen más poder que otros, y por lo regular son los conclusiones que sacamos en nuestra infancia, los más antiguos, los que guían los pensamientos  actuales.

Las conclusiones que asume la mente son inconscientes, y de manera inconsciente nos manejan. Cuando usted le molesta alguien, usted no llega a ese estado después de unos largos razonamientos, usted simplemente no lo quiere ver. Al usted sentir eso, todas sus demás actitudes son condicionadas a ese estado.  Nuestra personalidad fue formada de jovenes, y a partir de ahí solo reafirmamos nuestros condicionamientos.

El manejo de las relaciones en la mente inmadura.

Cuando éramos niños y entrabamos a la adolescencia, no teníamos la suficiente madures intelectual, ni los argumentos para tomar una buena decisión. El centro de nuestra vida deja ser el hogar y ahora lo son los compañeros y compañeras. Queremos ganar respeto, popularidad, y admiración del sexo opuesto.

Aprovecharse de los débiles, hacer cosas arriesgadas, colocarse cosas extravagantes, romper las leyes, consumir vicios, son algunas de las formas de lograr esa atención de manera rápida. La mente inmadura no tiene capacidad de medir consecuencias.

Como la mente inmadura asume las dificultades de la vida.

El niño que crece empieza a enfrentar ciertos retos de la vida, maneja cosas como las relaciones interpersonales, la necesidad de dinero, el conquistar sexo opuesto, y todo esto lo hace aprendiendo de los que son populares, de los medios de comunicación, y de prueba y error, ya que no hay manuales de cómo lograr esto.

El alma juvenil es frágil, su inexperta capacidad de solucionar problemas, empieza a vivir los primeros fracasos, a sentir las primeras necesidades. Debe de sacar conclusiones rápidas que le ayuden a solucionar sus problemas. Esas decisiones van formando su personalidad, con todos los vacíos, complejos y miedos que tiene ahora de adulto.

Como transformar en el  presente, preconceptos y errores del pasado.

1.  Identifique en las acciones presentes, los conceptos errados.

Las situaciones que nos suceden son la justa medida de las cosas. Si algo marcha mal, si algo nos incomoda, si algo no nos sale, es una clara muestra de que las decisiones con las que estamos operando son erradas.  Es lo mismo como cuando en el cuerpo aparece una enfermedad, si vamos y miramos porque tal parte está enferma, entonces podemos descubrir que fue lo que originó la afección. Por ejemplo, si tenemos gastritis, podremos descubrir que es por comer a deshoras.  Del mismo modo, un conflicto cualquiera en nuestra vida, debe tener una causa que debemos descubrir y solucionar.

Miremos un ejemplo muy sencillo.  Supongamos que nadie le respeta, lo más probable es porque usted nunca se enoja y siempre obedece a los demás, es decir que ante los abusos nadie encuentra en usted una resistencia.  Una vez descubierta esta falla de la personalidad, debe seguir ahondando y preguntarse porque. Puede que esa sumisión se deba a padres autoritarios.

Una vez detectada la falla, debe desarrollar la virtud en la vida diaria. Si es sumiso debe de hacer actos de resistencia ante los atropellos, elija cuando y como. Entrene esta nueva faceta de la personalidad gradualmente.

2. Alguien ya tiene la respuesta que buscas en alguna parte.

En miles de años de vida en el planeta, cientos de personas que han vivido, a las que le han ocurrido cientos de cosas, muchas de las cuales parecidas a las dificultades diarias, las han abordado y las han superado, y puede ser de maneras que no conocemos, y esa conocimiento muy seguramente lo dejaron plasmado en alguna parte y solo debemos de ir a buscarlo.

Hoy en día con este del internet es muy fácil encontrar lo que necesitamos.  El aprender más sobre lo que estamos viviendo y porque lo estamos viviendo, nos prepara para superarlo.

3.  Concentrémonos en nuestras fortalezas y en hacer acciones que nos den éxito.

Cuando nuestra Mente se enfoca en desarrollar un proyecto, generalmente olvida las tristezas y los conflictos.  El triunfar en algo que nos hayamos propuesto, nos llena de confianza, y de fuerza.  Al tener una fortaleza, tendremos la manera de corregir muchos aspectos que nos hacen sentir frágiles y que nos acomplejan.

Supongamos que usted ha salido de una relación que le dejo con una autoestima muy baja, entonces en vez de auto compadecerse, se concentra en su trabajo, en tener éxito.  Cuando lo logre,  esto le dará más confianza y puede tener la oportunidad de conocer personas todavía más maravillosas que le hagan olvidar esa amarga experiencia.

Así funcionan las cosas, todo lo bueno que seamos capaces de lograr, nos borrará las heridas y las malas decisiones del pasado. Todo éxito nos da fuerza, y a medida que tengamos fuerza, podremos acceder a mayores niveles de sabiduría y poder, que nos ayudan a sortear mejor la vida. Haga en lo posible cosas que le hagan sentir orgulloso, que le den prestigio, y estas serán las bases que le sostendrán en la vida, muy a pesar de los duros golpes de esta.

4.  Mantenga la confianza en sí mismo, no sea su propio obstáculo.

A veces los peores enemigos de nosotros, somos nosotros mismos, ya que nos presionamos mucho, nos autocastigamos, nos comparamos con los demás y no sentimos inferiores. Si nos ponemos a compararnos con otros, terminaremos muy mal, ya que los demás saben aparentar muy bien una falsa fortaleza. Nadie anda por la vida comentando acerca de lo frágil que es, y de lo difícil que la pasa. Quizás podemos tener muchos valores; pero por la falta de confianza no salen a relucir.

Solemos pensar en lo inferior que somos respecto a lo que otro tiene de más, y ese tipo de pensamiento nos quita mucha fuerza.  Debemos cambiar la polaridad en esto y pensar que aunque nos falten ciertas cosas que otros tienes, nosotros podemos tener otro tipo de talentos y ventajas. Una vez usted mismo, deja de ser su obstáculo, entonces podrá enfocarse en desarrollar actos exitosos. No hay mejor bálsamo para curar las heridas del fracaso y el dolor, que el éxito en sus retos personales.
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