Los patrones de conducta lo podemos asociar a una serie de ideas, creencias, o puntos de vista, que se encuentran en nuestro subconsciente, y que son la base sobre la cual tomamos todas nuestras decisiones, las cuales finalmente son los que nos mueven en un sentido u otro.  Siendo nuestra vida el resultado de nuestros actos, son entonces nuestros actos el resultado de nuestros patrones de conducta.

Cómo un patrón de conducta puede afectar nuestra vida.

Debemos estar claros que son nuestros actos los responsables de la mayoría de las cosas que nos suceden para bien o para mal.  Por ejemplo, si somos personas que nos gusta hacer charlas fuertes a otros, o somos muy frenteros para decir las cosas, es obvio que esto en algún momento esto puede afectar la autoestima de otros, y no faltará el que lo tome mal, y se convierta en alguien que nos genera conflicto. Si nosotros en una empresa, nos encontramos altamente preparados, nos supimos ganar la confianza de los superiores, somos eficiente en las labores, tenemos excelentes relaciones interpersonales, entonces, es muy probable que seamos éxitos en esa labor y nos abra las puertas a nuevas oportunidades.  Miremos que todo esto sucedió a través de algo que hicimos y que la mayoría de las veces no somos conscientes de ello.

Para que usted haya hecho un acto, primero debió de haberlo pensado, así sea inconscientemente, porque nadie hace algo si primero no ha tomado la decisión en su mente. Cada acto que hacemos corresponde a un pensamiento.  Si usted se ríe, es porque algo en su mente le ha parecido gracioso, si usted le tiene rabia a alguien y lo ataca, es porque algo le molesta de esa persona, si usted tartamudea al hablar en público, es porque algo le produce temor frente a los demás.  Esos temores, esas rabias y cada decisión que tomamos, es a partir de unas conclusiones que tenemos en nuestra mente.

Lo invito a completar este artículo con la lectura  de uno de los artículos más populares de este blog: Formas de pensar inconscientes que nos atan a los conflictos.

Como sacamos conclusiones a partir de nuestras vivencias.

Todos los seres vivos buscamos básicamente lo mismo; la felicidad.  La felicidad sólo viene de cosas que nos producen bienestar, placer, alegría, etc.  Obviamente para que sea completa, debe estar ausente, de dolor, de tristeza, de sufrimiento.  Esto es común a todos los seres vivos, hasta la rata más inmunda buscará el delicioso pedazo de queso, el agujero más cómodo para descansar, y huirá del hombre que busca matarla.

A medida que vivimos diferentes experiencias en esta vida, nosotros vamos sacando conclusiones, que nos permitan huir de la amarga situación y que nos acerque a cosas que nos den bienestar y alegría. Son muchas las emociones que nos hacen reaccionar de una manera u otra. Está el miedo, la esperanza, el amor y todas las que forman parte del ser humano. Por ejemplo cuando algo nos es incómodo, nos produce dolor (salvo los masoquistas), la manera de reaccionar puede ser la de alejarnos, la de tratar de solucionarlo, y otro tipo de decisiones, que luego son traducidos en acciones, que cambiarán nuestra situación.

Como una idea cualquiera se convierte en un patrón de conducta.

De todas las vivencias que hemos tenido, de todas las emociones que se nos despiertas, y de todas las decisiones que tuvimos que tomar, algunas dejaron más huellas que otras. Es a partir de esa vivencia que dichas pensamientos en base a los que tomamos una decisión importante sé convierten en la base de muchas otras decisiones y por tanto son un patrón de nuestra conducta.

Por ejemplo, si usted creció en un ambiente de violencia y falto de motivación, usted pudo haber concluido que para no seguir viviendo eso, lo mejor era volverse una persona más violenta para no ser víctima de abusos, o por el contrario pudo haber concluido que era mejor leer libros de superación, que le indicarán como salir de esa situación. De aquí en adelante esta conclusión es la que regirá muchos de sus actos.

Para completar este punto, recomiendo leer mi artículo: 5 Mecanismos del cerebro que impiden abandonar ciertas situaciones.

CÓMO IDENTIFICAR PATRONES DE CONDUCTA DESTRUCTIVOS

Todos tenemos cientos de ideas y formas de pensar que forman parte de nuestra complicada estructura psicológica.  De todas esas ideas son muy pocas de las que somos conscientes, la mayoría de ellas actúan a nivel subconsciente, de tal modo, que no somos conscientes de porqué somos como somos y de cómo nuestros actos afectan nuestra vida. Por eso es que debemos identificar cuáles de esas ideas y patrones de conducta nos están generando un conflicto.

1. Las cosas que se están repitiendo.

Esta es la mejor medida para darnos cuenta de que algo estamos haciendo mal.  Si a pesar de vivir diferentes situaciones, siempre nos sucede las mismas cosas, entonces somos nosotros las que las estamos produciendo.  Si por ejemplo a usted siempre lo engañan, si siempre se aprovechan de usted, si a donde va siempre le tienen envidia, o siempre lo atacan, entonces el del problema es usted.  Porque no tiene lógica que en diferentes partes se hayan puesto de acuerdo para incomodar. Las cosas que se repiten tienen su origen en la decisión a partir de un patrón de conducta que lo hace de actuar de cierta manera que le produce esos inconvenientes.

El conflicto es una llamado de atención a que en algo estamos fallando.  Lo que nos sucede está relacionado con una conducta nuestra.  Si por ejemplo donde estamos siempre hay discusiones, entonces debemos descubrir si hay un factor en nosotros, que genera discusión, ya sea porque somos muy frenteros, debido a que pensamos que debemos ser duros con los demás para que así no nos hagan daño, etc. Si nos engañan, entonces hay un factor que hace que nos engañen, como por ejemplo el hecho de que ya no somos capaces de producir pasión en la pareja, tal vez porque pasamos demasiado tiempo discutiendo o en el trabajo, etc.  Si siempre se aprovechan de nosotros, es porque tal vez nos dejamos, porque nos da miedo enfrentarnos a los demás, porque buscamos su aprobación, porque en el fondo tenemos falta de confianza en sí mismo, etc.  Es entonces ir ahondando en nuestras razones para actuar de un modo u otro.

Una vez usted descubre lo que hace que las cosas se le repitan una y otra vez, debe de cambiar de actitud, y para ello debe de cambiar de patrones de conducta. Ya hemos hablado en otro artículo, de cómo elevar un pensamiento al nivel de un patrón de conducta.

2. Causa y efecto.

Si algo sucede, algo lo produce.  Debe haber una causa por la que cada cosa sucede. Si alguien está molesto con nosotros es por algo, si el dinero no nos rinde es por algo, si no termino lo que estoy estudiando es por algo.  Es entonces identificar que actos de los que estamos haciendo, nos está dando esos resultados.

Por ejemplo, si no hemos conseguido trabajo y otros si, tal vez sea porque no nos hemos hecho conocer, porque no hemos conseguido suficientes amistades y contactos que nos muestra determinadas oportunidades, o también porque nos falta preparación. Hay un algo, y eso es lo que debemos averiguar.

Si cambia su forma de pensar cambiará su forma de vivir. Mire que es lo que quiere vivir y observe las personas que viven en ese mundo y su forma de pensar, entonces aprenda a pensar de la forma en que quiere vivir.

3. Siempre estamos atados de alguna manera a los que nos sucede

Sencillamente, cuando algo no nos sale bien, cuando estamos en medio de un conflicto, entonces hay algo que lo está generando.  Puede suceder que sea alguien más que lo está generando, porque su propia naturaleza es conflictiva, o porque somos personas contrarias que se hacen daño mutuamente, o porque hay un tercero que inocentemente nos perjudica o nos quiere hacer daño. Otra razón es que el lugar en el que estamos es nocivo.

A pesar de ser otra persona la que genera el conflicto, debemos identificar porque seguimos con esa persona, tal vez es pesar, o el tratar de defender una causa, o el rencor que le tenemos y lo queremos ver sufrir. Un problema lo puede producir un tercero, tal vez de manera inocente, o simplemente nos quiere ver sufrir, tal vez nos odian por algo que ni sabemos. Lo que nos ata a lugares nocivos puede ser que nos gusta alguien y esperamos que a futuro suceda algo, o queremos ver sufrir a alguien, o no queremos abandonar la zona de confort.

Una vez usted ha descartado que no es usted quien produce el conflicto, entonces descubra si es alguien más, y luego mire que es lo que lo ata. Tan pronto descubre cuáles son esas sutiles fibras que le atan, entonces desátelas desde el propio pensamiento, revise su manera de pensar respecto a ello. Porque si no, se generarán los mismos conflictos en otras partes.

Para completar la lectura de este punto recomiendo leer: Cómo la ansiedad es la raíz de aburrimiento, impaciencia y estrés. 5 claves para combatirla.

4.  Ordenar las ideas.

Debemos empezar a reflexionar, no es ni siquiera necesario anotarlo, basta con que se recueste un rato a pensar porque están sucediendo determinado conflicto.  Tampoco es necesario que se ponga a solucionar toda su vida en una sentada, con que tan solo reflexione acerca de lo que le está pasando, y siga los anteriores pasos, entonces tendrá una lluvia de ideas que lo acercaran a la razón del conflicto.  Las preguntas son: ¿Porque se está repitiendo esto en mi vida?, ¿Qué hice yo para que esto sucediera? ¿Qué me ata a esta situación que estoy viviendo?

Cada día se conocerá más y cada día se acercará más a la raíz de determinados comportamientos. Con el tiempo usted será más consciente de sus actos, y sabrá con exactitud a partir del conocimiento de sí mismo, que puede estarle provocando los conflictos.

Para completar la lectura les invito a ver el vídeo que hice al respecto.

CONCLUSIÓN

El mensaje es claro, somos en gran parte los responsables de lo que nos sucede, y la mejor manera de saber porque, es preguntarnos que hizo generarlo, y porque estamos atados a ello. Reflexionar acerca de la naturaleza de nuestros actos, es el mejor bien que nos podemos hacer, porque solo mejorando nuestras actitudes, mejorará nuestra vida.

Para  completar este artículo te invito a leer:

5 razones por las que las personas nunca cambian.
Filosofías del autoengaño. El uso del conocimiento para decirnos mentiras.
El cerebro no busca la verdad sino sobrevivir, y deberíamos hacer lo mismo.

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