Existen varios tipos de inteligencia, dado que son muchas las situaciones que se prestan para desarrollarla.  Un ladrón desarrollará la inteligencia para el delito, otros desarrollan inteligencia para la seducción y otros la enfocan a los negocios; pero la más importante es la que nos sirve para enfrentar la vida diaria.  De nada sirve ser muy listo en muchas cosas, si nuestra vida personal es un desastre.

Nuestra mente subconsciente es la que por millones de años, se ha desarrollado y le ha dado éxito evolutivo a muchas especies, permitiéndoles sobrevivir. Pero dado que el ser humano es más lógico, entonces cada día desarrolla más los atributos de la inteligencia.

La inteligencia en su esencia es el razonamiento que nos permite aprovechar mejor nuestras fuerzas y nuestro entorno, para salir bien librado de ciertas situaciones y lograr más fácilmente nuestros propósitos. Si bien no podemos tratar de controlarlo todo, si al menos en situaciones importantes debemos aplicar los atributos que caracterizan a la inteligencia.  Veamos algunos:

  1. Observar mucho, escuchar mucho y encontrar los porqués.

Decía Darwin que las especies que más fácilmente sobreviven son la que desarrollan cierta adaptación al entorno que les rodea. La base para nosotros adaptarnos es aprender a identificar donde estamos, con quien estamos.  No podemos actuar de la misma manera ante todas las personas, ya que lo que para uno es un halago para el otro es un insulto.

Cada uno de nosotros tiene una cantidad de vacíos, de prejuicios, de miedos, y esto hace que distorsionemos la forma en que percibimos el entorno.  Por eso el entender a los demás, hace que nos llevemos bien con ellos y no realicemos actitudes que puedan ser tomadas como amenazadoras.  Por ejemplo si usted está cerrando un negocio, a veces puede ser útil entran en empatía con cierto grado de humor; pero si la persona es demasiado rígida entonces lo puede tomar como burla.

El conocer a otros viene a partir de la observación. Todo ocurre por algo, todo surge a partir de algo, nada sucede por azar. Si usted ve a alguien arreglado mejor que lo usual, es porque dicha persona quiere lucir bien ante alguien, y no es algo que haya hecho por que sí.  Si una persona se vuelve agresiva es porque se siente amenazada en algo, y no porque sí.  El observar de donde surgen esos porqués es lo que nos permite conocer la causa de la forma de actuar de las personas.

  1. Pensar o escribir antes de hablar, antes de actuar y buscar empatía.

Somos muy reactivos, actuamos de manera puramente emocional.  Es si no que se vayan a un canal como el de YouTube, miren los comentarios a un tráiler de una película, o una canción de moda, y verá como surgen insultos a diestra y siniestra.  Y del mismo modo pasa en la vida diaria, con la desventaja respecto a YouTube, que no tenemos mucho tiempo para escoger lo que se va a escribir, y no podemos anular un comentario.  Andar por la vida diciendo y actuando de la manera que nos dé la gana, puede hacer que en algún momento se diga y se haga lo que no debe decirse y hacerse, y desafortunadamente no haya remedio. Debemos aprender a controlar esa impulsividad, en lo posible nunca actué bajo el calor de una emoción.

Después de aprender a observar, debe aprender a escoger lo que va a decir y hacer.  Por ejemplo si observo que su jefe es una persona muy directa entonces sabe usted que no le puede andar con rodeos al decirle las cosas, tiene que ir directo al grano y sin mucha explicación. Debe entonces usted de ponerse en la labor de escribir (si es necesario), de pensar lo que va a decir, luego mirar que de todo aquello que piensa decirle; puede sobrar.  Otro ejemplo sería cuando usted va a pasar mucho tiempo con otra persona en el mismo lugar, entonces usted debe rápidamente entrar en empatía. Después de observar los gustos, deberá reflexionar sobre anécdotas, que la otra persona pueda parecerle interesante y luego compartir.  Según investigaciones se sabe que el imitar las actitudes de otros, la manera de hablar, hace que entremos en empatía con ellos.

  1. Desarrollar costumbre de medir las consecuencias para hoy y para muchos años después.

La razón por la que hoy estamos metidos en muchos embrollos, es que estamos viviendo las consecuencias de malas decisiones de nuestros padres o de las nuestras propias. Antes de tomar una decisión importante, debemos de coger la costumbre de proyectar que es lo que va a suceder al rato después de esa decisión, y como nos vamos a ver dentro de algunos años debido a ello.

Hay varios sucesos que hacen que no tomemos buenas decisiones.

–  La emoción del momento
:
Por eso digo que debemos de coger la costumbre de hacer algo después de que se nos pase un entusiasmo, una ira, una tristeza.  Si bien las emociones son mecanismos desarrollados para nuestra supervivencia, debemos aprender a controlarlas en situaciones que son muy importantes.
–  La ilusión del momento:
Todos tenemos tendencia a ilusionarnos y respecto a eso somos incontrolables.  Resulta que apareció el que parece ser el negocio de nuestra vida, la mujer u hombre de sus sueños… entonces automáticamente el cerebro crea un estado de ilusión en donde todo se ve perfecto, y de ahí la magia del enamoramiento.  Eso está bien, pero no permitir que esta ilusión influya en las decisiones más importantes.
–  Las creencias y prejuicios:
Una de las fuerzas más importantes en el ser humano son sus creencias.  No hay mayor motivo de una reacción violenta que cuando se ataca directamente a la creencia de una persona.  Sin embargo el hecho de que creamos en algo, no quiere decir que sea cierto, ya que esto permanece en el plano de lo subjetivo.  Debemos aprender a trascender al plano práctico.  Así que no debemos dejar que una creencias (De tipo religiosos, político, etc) nos haga hacer algo potencialmente peligroso para nuestra vida, siempre debemos aprender a medir en el terreno práctico las consecuencias dentro de algunos años. No estoy sugiriendo que abandonen sus creencias, ya que esta es una de las principales fuerzas en el ser humano, solo digo que sea lo que sea en lo que creamos, debemos aprender a medirla en el sentido práctico.

  1. La cuestión del tiempo es algo muy relacionado con nuestros vacíos.

Son cientos las cosas que nos hacen perder tiempo, que nos consumen toda nuestra energía, y la mayoría de ellas, ni siquiera son placenteras.  La mayoría de nuestras actividades surgen por la fuerza de la presión o porque nos da placer.  Cuando no es la presión del trabajo y de las obligaciones la que nos hace actuar, entonces la mayoría de nuestro tiempo es consumido por actividades que nos brindan placer y entretenimiento, y esto es algo difícil de manejar.

Por otra parte, están las actividades que nos hacen perder tiempo sin ningún motivo. Una de ellas es el discutir.  Cuando alguien ha entrado en el terreno de la violencia respecto a una idea, es inútil discutir, ya que ella ha abandonado los terrenos de la razón y su comportamiento es instintivo, y por ello no cambiara de opinión, y no atenderá a razones.

Los seres humanos vivimos en una constante búsqueda, sentimos una especie de vacío interno, que lo buscamos llenar con creencias, con vicios, con amor.  Ese vacío es producto de inseguridades, de insatisfacciones acumuladas, que constantemente busca remediarse a través de hacer algo que le dé una satisfacción, sea la comida, sea el obsesionarse con el deporte y la figura, sea llamar la atención, sea volverse un sabiondo, etc. Es por ello que muchos hacen una cosa, y luego otra y a la larga no saben lo que quieren y nunca terminan algo, ya que no son capaces de concentrarse, porque sienten que deben llenar algo que no saben que es.

Y así hay muchas cosas que nos hacen perder tiempo, y cuando resulta que observamos nuestra vida, somos más viejos y cansados y no hemos logrado muchas cosas. Debemos entonces aprender a mirar cuáles son esas actividades que no llevan a nada, y hacer el esfuerzo por cultivar algo que nos da cierto fruto.

  1. Tienes que estar claro.

Una mente confundida y atiborrada de prejuicios, de enojos, de estrés, de rencores, de malicias, de envidias, de entusiasmos mal enfocados, etc.  Es una mente débil, reactiva, ambigua, que no es capaz de pensar antes de actuar y que mucho menos es capaz de cultivar buenas ideas para su propia vida.

Aprender a estar claro, es aprender a tener una mente liviana, en completa paz, y muy definida. Para ello, debe disminuir el número de impresiones que llegan a la mente.  Es decir que el estar involucrado en una y otras cosa lo que hace es que la mente se llene de muchos pensamientos que no es capaz de procesar, y por tanto solo queda actuar de manera instintiva. Tener una mente clara es separar espacios para estar solo, para reflexionar, ya que mucha actividad y poca reflexión vuelve a la persona impulsiva, instintiva.

Después de lograr una mente liviana, debes aprender a estar claro en lo que vas a hacer y decir y eso solo viene de tener el suficiente conocimiento acerca de lo que vas a hacer.

  1. Atacar cabos sueltos.

“El buen viajero no deja huella que pueda seguirse.
El buen hablador no deja palabras que puedan ser cuestionadas.
El buen contable no deja cálculo sin comprobar.
El buen cerrajero no deja cerradura que pueda ser forzada.
El buen atador no deja nudo que pueda ser deshecho” Tao Te Ching

En todas nuestras actividades deberíamos aprender a no dejar cabos sueltos.  El problema con actuar sin pensar, es que dejamos muchas cosas no resueltas. Debemos aprender a observar todos los ángulos, porque muchas veces los problemas vienen desde donde menos imaginamos.  Siempre hay alguien por allá en el fondo ofendiéndose en silencio, siempre hay una estructura floja que está a punto de caer, siempre hay algo que puede no llegar tiempo, etc. Por eso es que no hay que actuar de prisa y atar todos los cabos sueltos hasta estar seguro.  Muchos problemas que estamos viviendo ahora son por asuntos pasados que no dejamos completamente resueltos.

  1. Presionar los puntos vitales de algo.

El trabajo arduo da recompensa, pero agota y toma mucho tiempo.  Toda infraestructura tiene uno puntos vitales, que hay que concentrarse en ellos, para evitar hacer todo el esfuerzo.

Concéntrate en las cosas más importantes, que acumulan triunfos, que quieres que sea tu habilidad, que esté de moda.  A veces no hay tiempo para idealismos, y hay que acercarse lo más rápido posible a lo que da resultado. A partir de lograr algo, entonces puede empezar a organizar lo otro.

En una pelea si damos en un punto vital se puede derrotar al contrincante, en un edificio si vamos directo a las bases puede ser derrumbado con facilidad.  Del mismo modo, en un trabajo podemos perder años de esfuerzo trabajando en vano, y por ello es mejor apuntar a aquello que nos da más resultado, a aquello que los otros esperan.  En una conversa en vez de perder tiempo en largas explicaciones, vaya directo a lo que el otro quiere escuchar.  Si quieres llegar al corazón de alguien has directamente lo que le ilusiona. Con todo esto quiero decir que no perdamos mucho de nuestro valioso tiempo y esfuerzo en hacer cosas sin propósito y debemos aprender a encontrar cuales son los puntos vitales en cualquier aspecto, para luego operar sobre ello.

CONCLUSIÓN

La inteligencia es esa actividad que está detrás de los actos exitosos, y para que ello se pueda lograr se deben cultivar algunos de esos atributos. Observar bastante y obtener mucha información, luego medir consecuencias de lo que va a decir, aprender a disminuir tiempos y esfuerzos algo concentrándose en lo vital, y también atar todos los cabos.

Sobre una situación que este atravesando en este momento y quiera un logro sobre ello. Aplique los anteriores puntos y de seguro, obtendrá unos buenos resultados.