Ya todos hemos escuchado de que Latinoamérica es una región llena de recursos, pero adicional a eso, es la propia mentalidad de las personas, lo que les impide salir adelante, no por su culpa, sino porque así están programados. Veamos entonces cuáles son esas programaciones plasmadas en la cultura de los latinos que les impide salir adelante a nivel individual.

Cómo surgieron los vicios culturales en la cultura Latina

Son vicios culturales porque vienen en nuestra sangre, porque así estamos acostumbrados, porque forma parte de nuestra forma de vida, así eran nuestros padres, así somos nosotros, y así serán nuestros hijos, sino somos conscientes de estas actitudes. Son cosas de las que no somos conscientes porque nacieron como una reacción al colonialismo, a esa época de abuso, de robo, en la que a américa latina vinieron y nos robaron todo, y nos esclavizaron, quienes crecieron en ese ambiente, necesariamente tenían que desarrollar conductas para sobrevivir de la mejor manera. En ambientes extremos, se desarrollan conductas extremas. Son actitudes de supervivencia más no de progreso. Nuestros antepasados vivieron en entornos donde todo se lo robaban por ingenuos, donde fueron víctima de abusos por parte de otros mejor armados, y así nació nuestra cultura, nuestros padres aprendieron a sobrevivir de una manera, y nos lo han trasmitido a través de como nos educaron. Por eso es de común mención frases como: «No dar papaya, y aprovechar todo papayaso que nos den».
A diferencia de culturas como la Japonesa o Nórdica, nosotros no tenemos memoria histórica, no hemos atravesado sucesos difíciles como pueblo que nos obligue a unirnos. Porque la clave del progreso de un pueblo es que todos piensen por el bien de todos, y no por el bien individual. Estas actitudes de supervivencia son instintivas, y forma parte de la naturaleza de los seres humanos; pero en culturas muy antiguas, que suelen haber pasado todo tipo de situaciones, suelen aprender cosas que les ayuda a superar ciertas cosas, a cambiar.

Como se convirtieron algunos países en potencia.

Para entender porque somos pobres, entendamos porque otros son ricos.

          Estados Unidos: Protestantes que huyen de las guerras religiosas en Inglaterra y el resto de Europa y miran este nuevo terreno como la oportunidad de construir la tierra de las oportunidades. Aquí toda buena idea era apoyada.

–          Japón: Después de ocasionar tanto problema en Asia, reciben dos bombas atómicas y quedan devastados, y de ahí deciden renunciar a carrera a la armamentista, y se ponen a trabajar duro. Al ser un país sin muchos recursos, se dedican a la tecnología.

–          Alemania: Después de perder la segunda guerra mundial, de Hitler contra el resto del mundo, las ciudades quedan vuelto polvo y casi todos los hombres muertos en la guerra. Las mujeres violadas y los pocos niños sobrevivientes, se dedican duro a reconstruir el país.

–          China: Después de que millones de chinos morían diariamente de hambres. Se levantaron y aprovecharon su única ventaja ante el mundo, el ser el país más poblado; de ese modo se convirtieron en la mano de obra del mundo. Ahora todo lo que consumimos es chino.

La conclusión es que ellos la tuvieron más difíciles que nosotros, de las cenizas y la baja moral se levantaron como gigantes porque se dicaron a trabajar, que a hablar y quejarse menos. Por otra parte, Alemania, China y Japón son culturas muy Antiguas, y esto les permite aprender de sus errores, y mejorar, son culturas con valores como la disciplina, el honor, la responsabilidad, piensan en equipo y a largo plazo.

La situación de las regiones pobres

Ahora analicemos el panorama mundial de las regiones pobres.

–          África: Después de ser invadidos y esclavizados, los convirtieron en países según conveniencia de potencias, quedando en un mismo país, tribus rivales. Ahora pierden todas sus fuerzas matándose por lograr una supremacía de una tribu sobre otra.

–          Medio Oriente: Si bien no son tan pobres por el petróleo, allí hay mucha violencia y ya lo expliqué en un artículo anterior. Su principal problema es que son la cuna de las 3 religiones monoteístas del mundo.

–          Latinos: Una mezcla de violadores y asesinos que conquistaron esta región, más culturas aborígenes nativas, más esclavos traídos de áfrica. Estos 3 tipos de sangre eran culturas sin un sentido de progreso, y a esto sumarle una religión infundada a fuerza que promueve sumisión y pobreza. Es difícil que 3 culturas con costumbres tan diferentes, unidas en una situación tan extrema como el colonialismo, pueden ponerse de acuerdo fácilmente.

África al tener riquezas minerales, medio oriente al tener riquezas del petróleo, y Latinoamérica al tener recursos naturales, son más pobres y violentos porque pierden mucha fuerza peleando entre sí mismos (sin contar la tajada que sacan algunas potencias), y porque al contrario de los países ricos, en vez de tener unas virtudes como el honor, la disciplina, tienes los siguientes vicios, sobre todo los latinos.

8 vicios culturales en el subconsciente latino que nos mantiene pobres.

Debo decir que la cultura latina tenemos muchas cosas buenas, empezando por los índices de felicidad son mayores que en otros países, somos personas más recursivas y otras virtudes, y además las siguientes características también están en otras culturas y es propia del ser humano, pero algunas son más marcadas en nuestra cultura latina y hablamos propiamente de que no nos ayudan a generar riqueza. Así como podríamos hablar muchas cosas malas de muchas culturas, en este caso es simplemente actitudes negativas. Porque en todas partes siempre podremos hablar de cosas buenas y malas, pero en este caso, hablaremos de conductas subconscientes que no nos permite convertirnos en potencias mundiales a pesar de estar rodeados de tantos recursos.

1. Altos índice de robo en la vida cotidiana.

Yo tengo un familiar que es una persona muy honrada y estricta y debido a ese carácter de que no deja pasar nada, ha podido encontrar robos en los lugares a los que va. Dialogaba con él, de que parecía increíble que en todas las empresas que ha estado, ha encontrado robos. Yo también he presenciado empresas donde sus empleados roban, jefes roban a empleados, he visto que entre familiares se roban, e incluso un médico muy respetado que sale por televisión he visto como ha robado a un familiar, y recientemente hubo escándalo en mi ciudad, de unos arquitectos que construían edificios, y para lograr un dinero extra, construían con materiales de baja calidad, y por supuesto unos edificios se derrumbaron.

Todo el mundo le echa la culpa a que los políticos son ladrones, pero la clase política no es más que el fruto de la naturaleza de sus pueblos, porque el político sale y es elegido por el pueblo. Si el pueblo es ladrón, el político es ladrón. A diferencia de culturas como Japón, que piensan en conjunto, y trabajan por el conjunto y por el futuro, aquí se trabaja para sí mismo y para el ahora. En nuestra cultura está grabada el robo, quizás porque nuestros padres, los conquistadores eran saqueadores. Cuando en una sociedad todos roban, no queda nada para construir para el conjunto, y un país no progresa. ¿Gente honrada?, no son la mayoría. Yo mismo he robado en el colegio, y me a sucedido cuando alguien se olvida cobrarme algo, me he dicho que sería muy bobo si le dijera a la otra persona que me cobre, sabiendo que no se va a dar de cuenta, luego he pensado que no soy una persona que necesite pegarme de cualquier peso, ni porque fuera necesitado, y me he dado cuenta de como esta grabado esto en nuestra cultura.

¿Porque robamos?, porque a diferencia de otras culturas que vivieron situaciones en la que lo perdieron todo y se tuvieron que unir para salir adelante, aquí no ha habido algo que nos una. Eso me hace acordad de como Colombia perdió a Panamá, que durante esa época había una guerra entre los dos grupos políticos, liberales y conservadores, entre los cuales se mataban por pertenecer a otro partido político, y durante esa época, Panamá aprovechó y se independizo de Colombia, y los colombianos quedaron tan asustados que cesó la guerra. Las culturas inmaduras sin poca memoria histórica, no piensan en conjunto.

2. La mentira es un estilo de vida.

Esto sí que forma parte de nuestra cultura, de hecho, se ve como una virtud. La persona embustera, mentirosa, manipuladora, cuenta cuentos, habladora de mierda, es considerada como más inteligente, más sagaz, lo cual es contrario a ser una persona ingenua, inocente. Póngase usted a analizar y revise cada mentira que se dice. El jefe manipula a sus empleados, y abusa de ellos, el empleado engaña a su jefe y no hace toda la labor, el esposo engaña a su mujer, el vendedor dice mentiras sobre el producto a su cliente, el cliente llama al Call center y dice mentiras para obtener un beneficio. Desmenuce todos los aspectos de la vida, y se dará de cuenta del nivel de engaño en que vivimos. La mayoría de los casos se miente sin necesidad, por mentir. Yo mismo me he visto en situaciones en la que es más fácil mentir para salir de la situación, luego he reflexionado, acerca de si vale la pena mentir por cosas tan triviales que no van a cambiar mi vida drásticamente, y he sido consciente con cuanta regularidad se ve uno en la necesidad de mentir.

Cuando una sociedad se acostumbra a vivir en la mentira, genera desconfianza y poco trabajo en equipo. Quien dice mentiras no puede ser autentico. Una mente acostumbrada a la mentira, no es capaz de ver la verdad, la verdad le escandaliza, finalmente confunde la mentira como verdad. Y fuera de lo filosófico que suene la frase, ya lo he dicho que el subconsciente no analiza, el acepta como verdad algo que se hace comúnmente.

Nuestra cultura se acostumbró a mentir en primera medida porque debido a cosas como la religión, en la cual el cometer errores es sinónimo de pecado e infierno, entonces admitir errores es como admitir que es pecador, y los pecadores van al infierno. Por otra parte, la mentira es la forma más fácil de ocultar la realidad, y en la realidad no somos tan buenos, en la realidad fallamos, en la realidad somos débiles, la realidad suele ser dura, y por eso la mentira se convirtió en un estilo de vida.

3. La calidad una palabra bonita nada más.

Todo el mundo sabe de qué la calidad es algo bueno, pero es un concepto mental, que no se aplica a la realidad. Y es que la calidad es algo demasiado difícil de lograr, requiere demasiado tiempo y esfuerzo hacer algo medianamente bueno. Mire las cosas a su alrededor, los servicios públicos, los móviles, los bancos, la telefonía, y es muy difícil encontrar un servicio que uno se sienta plenamente satisfecho. Hace poco me compre un portátil Lenovo, en menos de un mes se le daño el teclado, y el servicio de soporte dice que me lo entregan en 10 días hábiles. Si es una multinacional tan poderosa, que diremos de las que no tienen tantos recursos. Yo tengo una empresa, y soy consciente de que lograr un producto de calidad es de las cosas más difíciles que hay.

Vivimos en una cultura donde las cosas hechas a medias, es algo normal. Nuestra sociedad se acostumbró a hacer las cosas a medias, productos de baja calidad que no son competitivos. Al no producir calidad, no se puede competir en medio de tanta empresa que hace lo mismo. Y lo mismo sucede con nosotros, no somos trabajadores de calidad, hacemos nuestro trabajo a medias.

La razón de hacer las cosas a medias, es que nuestro pensamiento está enfocado en la cantidad, más que en la calidad. Pensamos que la abundancia es sinónimo de bienestar. Nuestros platos de comida son repletos, sin importar lo bueno que es comer bastante para la salud, lo importante es que es bastante. La calidad consume mucho tiempo y esfuerzo y por tanto no se puede hacer cantidad. Los trabajos son medidos por la cantidad de cosas que puedes hacer, y no por la calidad de tu producto.

4. El incumplimiento y la irresponsabilidad.

Ser incumplido es algo normal, nunca se entregan las cosas a tiempo, no llegamos a tiempo, no cumplimos con lo que prometimos. Encontrar un trabajador responsable es de las cosas más difíciles que ahí. El otro asunto está en que no nos importa como queden las cosas, lo importante es que nos den nuestro dinero, y sí salimos a las 6, muy pocos se quedan un poco más para asegurarse de que el trabajo quede bien, si hay una basura en el suelo, entonces como no la tire yo, entonces que alguien más la recoja. Si en un edificio se necesitan personas para el concejo, entonces que alguien más pierda su tiempo en ello. Siempre esperamos que alguien más sea el que colabore, el que haga algo por el medio ambiente, el que lidere ideas para solucionar la pobreza.

Las labores de liderazgo en el presente se reducen básicamente a presionar a la gente para que cumpla su labor, para que entreguen la factura cuando se solicita, para que paguen a tiempo. De los grandes gastos que incurre una empresa está el jefe de cartera, que se encarga de estar insistiendo a la gente que cumpla con su pago, o el revisor fiscal que se encarga de revisar que no haya una doble cantidad y que no roben. Dos gastos adicionales en un área de control, que se podría usar en área más productiva, si todos cumplieran con lo suyo.

La razón de nuestra irresponsabilidad es nuestra falta de disciplina. Estamos acostumbrados a dejar nuestra responsabilidad para la última hora. Entonces si hay dos actividades, como escuchar música y estudiar; entonces primero escuchamos la música, y en el último instante estudiamos. El cumplimiento siempre es hacer algo que no nos gusta, y por eso siempre lo vamos desplazando por otra labor. Somos culturas poco esforzadas, las palabras esfuerzo nos hace huir. Por ejemplo si yo escribiera un artículo realista como por ejemplo: “5 esfuerzos que tienes que hacer para tener éxito”, este no lo lee nadie, y si más bien leerían el que diga: “5 cosas que te ahorran esfuerzo en tu camino al éxito”. Somos una cultura facilista, queremos que todo se solucione solo, se haga solo, o que alguien más lo haga.

5. Somos recolectores de información

Somos una cultura poco práctica y en exceso teórica. Nos llenamos de una cantidad de teoría que no aplicamos. Nos fascina la teoría, porque es la manera más cómoda de evitar el esfuerzo, creemos que al leer y leer estamos haciendo gran cosa, pero la lectura no cambia las cosas, sino los hechos. Nos gusta eso de títulos, postgrados, maestrías, y luego en la práctica hay profesionales mediocres. Luego en nuestras reuniones de ejecutivo, nos reunimos para plantear estrategias, trazamos cuadros de ejecución, reunimos puntos de vista, y luego en le práctica hacemos muy poco.

Varias personas se sorprenden cuando les hablo de que hace alrededor de 12 años que no leo un libro, salvo que tenga que ver con mi trabajo, que es la publicidad, y uno que otro artículo científico. Pero lo que aprendí en mi época trato de aprovecharlo, ya que hacer cada cosa es tan difícil, que el poco tiempo que nos queda debería ser aprovechado en práctica.

Vamos a una reunión de superación anotamos las claves del éxito, y luego no las leemos. Leemos este artículo, decimos que es interesante, y luego nos ponemos a leer otro artículo. ¿Cuántas prácticas no he dado yo a lo largo de mis artículos?, con una sola de ellas, se lograría mucho. Que tal mi artículo: “5 técnicas de meditación para quienes no lo han logrado”, “la importancia de tener palabra”, con una sola cosa que uno lea, y practique a fondo, se puede cambiar la vida. En mi artículo pasado escribí sobre “22 estrategias para evitar el abuso escolar”, puede suceder que alguien que sufre de abuso lo lea, y por mucho que sufra de abuso, si acaso se irá por la vía fácil, que es el último punto. No nos gusta esforzarnos por cambiar, solo nos gusta leer, y creernos mejores por haber leído dos libros más, que alguien más práctico no ha leído.

6. Altos niveles de intolerancia.

La cultura latina es en extremo intolerante con los errores de los demás. Alguien comete un error por su nerviosismo en una entrevista y eso ya vuelve viral. Como nos gusta burlarnos de los demás, para ocultar nuestro sentimiento de inferioridad en la que vemos que los demás son mejores que nosotros y por eso nos alegra al ver que se equivocan. Si bien igual que muchos de los otros puntos eso esta presente esto, aquí en la cultura latino es más notable.

Somos crueles respecto a los errores y defectos de los demás. Algo llamado piedad y compasión son palabras olvidadas. Basta con regalar una camisa que ya no usamos, que en vez de ir a la basura la damos a un pobre, y ya nos consideramos bondadosos. La verdadera bondad, está en hacer un esfuerzo por los demás. Vemos el noticiero horrorizados, de lo que les sucede a otros, decimos: “que pesar”; pero quien es capaz de hacer algo concreto por ayudar.

En vez de ser la mano que ayuda a levantar a aquel que se cayó al suelo, es la mano que sostiene el celular para grabar la caída y luego subir a YouTube. Una cultura donde nos acostumbramos a ser la mano que empuja en vez de ser la mano que ayuda a levantar, no puede trabajar en equipo, y así ningún proyecto llega lejos. Aquí en Colombia en muy conocido el escándalo que surgió a partir de que un locutor de radio le tomo una foto a una mujer que sufría de una enfermedad, luego subió esa foto a Facebook y la dejo para que todos se burlaran, o el famoso caso de usted no sabe quien soy yo, que fueron palabras pronunciadas por una mujer hacia un oficial de policia, y ella tenía bastante alcohol encima, y luego fue un vídeo muy viral en Youtube, donde todos la insultaban.

7. Exigir más de lo que da.

Esto es mi favorito. Cuantas veces no hemos tenido que escuchar a alguien gritando y reclamando por sus derechos, pero cuando se trata de responsabilidades, nadie dice nada. Hablamos de lo mucho que nos debe la vida, de aquello que el gobierno no ha hecho por nosotros, de como los demás nos deberían de tratar, pero si tenemos que hacer una lista de cuantas cosas hemos hecho por nuestra sociedad, por el bienestar de todos, entonces esa lista aparece vacía.

Entonces defiendo mi razón, defiendo lo mío, tomo lo mío. Una cultura donde cada cual quiere más de aquello que es capaz de dar, es una cultura que no es capaz de integrarse, y siempre va a vivir en medio de violencia. Revise todo lo que la vida le ha dado, y luego compare con todo lo que usted ha hecho por la vida, por la sociedad o por los demás. Parecemos niños recién nacidos, solo abrimos la boca para exigir que llenen nuestros estómagos, y poca nuestra capacidad de ser personas de acción.

8. Improductividad.

Nuestro modo de trabajo es altamente improductivo. En algunos países europeos, trabajan 6 horas, pero bien trabajadas y dedicadas, mientras que en la cultura latina son 8 horas, de las cuales la mitad se pierde el tiempo. Los lugares de trabajo son salas de té, a donde las personas van a dialogar, a chatear, a comer papitas, mirar fotos en Facebook, y luego lo que tiene que ver con el trabajo es muy poco.

Luego está el tema de las relaciones laborales. Hace muchos años se prohibió que familiares trabajaran en la misma empresa, ya que eso se presta a problemas. Es decir, nadie permitiría que a su hermano o sobrino se le presione, se le llame la atención, sería un caos. Pero es que no se necesita ser hermanos de sangre, ya que las amistades se forman rápidamente entre desconocidos, y entonces los ascensos, el reconocer la labor de alguien, se basa en lo bien que nos caiga alguien, y no en una calificación real.

Por una parte, improductividad, y por otra parte un sistema de calificación de trabajo en base a lo amistoso que sea alguien con nosotros, nos hace ser improductivos. La improductividad lleva a que el tiempo pase y los resultados sean pocos. Y si nosotros somos improductivos como cultura, entonces es poca la capacidad para hacer cosas que se vendan en otros países, y así elevar nuestro producto interno. Esta forma de trabajar viene en nuestros genes, ya que somos culturas bastante sociales, y tan bien más felices, se puede decir que otras culturas pueden ser más productivas, aunque disminuye los indices de felicidad

Conclusión.

Las actitudes mencionadas forman parte de todos los seres humanos, surgen de manera instintiva frente a situaciones extremas, y en la cultura latina se ha reforzado por falta de memoria histórica, que no  hemos aprendido a trabajar para el bien común, lo cual lleva a enormes tazas de corrupción e improductividad. Pero esto también tiene su otra cara, al ser una cultura tan recursiva, tan grande y con tantos recursos, llegará el momento en que aventajemos a otras culturas.

foto vía: Guilherme Nicholas